Casa Guerrero es más que una simple tienda de sombreros. Es un símbolo de la perseverancia y la dedicación de una familia que ha sabido adaptarse a los cambios del tiempo y del mercado, comentan sus clientes. Ubicada en la 10 Poniente número 112 del centro histórico de Puebla, esta sombrerería fue fundada en 1964 y ha mantenido su esencia a lo largo de los años.
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El antecedente
La historia de Casa Guerrero comienza en un pequeño pueblo de Guanajuato, donde la familia Guerrero se dedicaba a la elaboración de sombreros. Salvador Guerrero, el patriarca de la familia, fue el encargado de transmitir este arte a su hijo Aurelio.
“Él era comerciante (Salvador), eran nómadas porque andaban de arriba para abajo (toda la familia), andaban en diferentes partes de la república mexicana, mi bisabuelo se fue para el norte y mi abuelo para Puebla”, mencionan Salvador y Gerardo Guerrero, quienes son parte de la cuarta generación de la historia del negocio.
Aurelio decidió mudarse a Puebla durante su adolescencia, buscando nuevas oportunidades para forjar su propio camino.
Se iba a ir a una guerra, no recordamos a cuál, pero se iba a ir, su novia que después se convirtió en su esposa le dijo que no se fuera, entonces cuando iba en el tren se quedó en la capital del país, de ahí se vino a Puebla y se regresó por su novia para volver a Puebla y emprender cometan los nietos.
Comienza su historia en Puebla
La vida en Puebla presentó sus desafíos, pero Aurelio no se rindió. Junto a su pareja encontró la forma de salir adelante cuando un adulto mayor le ofreció traspasar una jarcería en el local donde hoy opera Casa Guerrero. Con determinación, Aurelio aceptó el traspaso y comenzó a pagar poco a poco por el negocio. Este fue el primer paso en la construcción de una historia que perdura hasta la fecha.
Aurelio, con la experiencia adquirida de su padre, decidió combinar la venta de productos de jarcería con la elaboración y venta de sombreros. En un principio, esta estrategia le permitió sostener el negocio durante más de 15 años. Sin embargo, la creciente popularidad de sus sombreros, elaborados con materiales como lona, hilo, palma, fieltro y panamá, llevó a la familia a enfocarse exclusivamente en la sombrerería.
En su mayoría era jarcería al comienzo, se vendían escobas, cepillos, todo lo que se podía encontrar, pero como él sabía el oficio del sombrero entonces empezó a trabajarlo y maquilarlo hasta especializarlo en eso afirman ambos encargados de Casa Guerrero.
Diferentes modelos
La variedad de productos ofrecidos en Casa Guerrero fue un factor clave en su éxito. Con hasta 10 modelos diferentes, que incluían sombreros vaqueros, casuales y de vestir, la tienda atrajo a una clientela diversa. La calidad de los sombreros, elaborados en un taller familiar dentro de su hogar, les permitía atender las necesidades de sus clientes de manera personalizada y eficiente, revelan sus familiares:
Se fabricaban los sombreros desde la casa de los abuelos. Todo lo que se vendía lo producía el taller local, había un artículo que se vendía mucho el cual era el de lona, se vendían 10 de esos por 1 de otros modelos
Clientes nacionales e internacionales
Casa Guerrero no solo se destacó por la calidad de sus productos, sino también por la relación cercana que estableció con sus clientes. La lealtad de los clientes fue notable; muchos de ellos eran de palabra y cumplían con sus compromisos de pago, fortaleciendo así los lazos entre el negocio y la comunidad. Este ambiente de confianza y respeto mutuo ha sido fundamental para el éxito de la sombrerería a lo largo de los años.
Era una clientela muy responsable, era gente de palabra, no necesitaban de avales. Eran personas serias, si te quedaban a deber 10 pesos ellos venían a dejártelos cuando quedaban, había mucha confianza entre vendedor y comprador señala Salvador.
La tienda no solo sirvió a pobladores de Puebla, sino que también se convirtió en un punto de referencia para personas de diversas partes de la República Mexicana e incluso de Centroamérica. La mayoría de sus ventas se realizaban al por mayor, bajo la marca propia "Warriors".
“Nuestro abuelo era una persona muy trabajadora, muy inteligente y visionaria para su época. Supo aprovechar las épocas de bonanza. Era una persona muy dedicada, gastaba en lo que se necesitaba”, agregan los nietos sobre el fundador.
La actualidad
Hoy en día Casa Guerrero ha experimentado un cambio significativo en su modelo de negocio. Aunque ya no fabrica sombreros de manera masiva, la tienda sigue siendo un referente en la ciudad. Actualmente, se dedican a la venta de sombreros de 10 marcas reconocidas a nivel nacional, ofreciendo una variedad de 300 modelos diferentes.
Este cambio ha sido necesario para adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado y las preferencias de los consumidores. Sin embargo, Casa Guerrero continúa manteniendo su esencia y la calidad que la ha caracterizado desde sus inicios.
La tienda sigue siendo un lugar donde se respira historia, tradición y un profundo amor por el arte de la sombrerería, indican, incluso los fueron a grabar de una televisora internacional hace algunos años por su trayectoria.
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“Ya no fabricamos nosotros, algunas cosas sí, pero muy pocas. Vendemos un poco de las mejores marcas que hay de sombreros a nivel república, sabemos que ya hay bastantes marcas, pero nos gusta venderles calidad”, confiesan los hermanos Guerrero, quienes agregan y finalizan:
Da orgullo este negocio, porque la mayoría de negocios a la segunda generación mueren, nosotros ya somos cuarta y seguimos trabajando y atendiendo a la gente, es algo muy satisfactorio, entre altas y bajas ahí vamos