Cemitas La Güera, 65 años complaciendo el paladar de los poblanos | Clásicos Poblanos

La popularidad de las cemitas de Rosa se disparó, gracias a su habilidad para ofrecer diferentes complementos

Eduardo Romero / El Sol de Puebla

  · jueves 7 de noviembre de 2024

El negocio de Cemitas La Güera ha sido un símbolo de la tradición culinaria local desde su fundación en 1959. Foto: Julio César Martínez / El Sol de Puebla

Ubicado en el corazón del centro histórico de Puebla, en la 7 Oriente número 3, el negocio de Cemitas La Güera ha sido un símbolo de la tradición culinaria local desde su fundación en 1959. Este pequeño puesto, que ha sabido adaptarse a los cambios a lo largo de las décadas, continúa deleitando a los poblanos y visitantes con sus famosas cemitas con ingredientes caseros, un platillo emblemático de la localidad. La fundadora fue Rosa María Candia Andrade.

El antecedente

Rosa nació en Tecamachalco, Puebla, donde vivió su infancia. Desde joven tuvo el deseo de superarse y buscar una vida mejor. A pesar de las dificultades, logró trasladarse a la ciudad de Puebla, donde comenzó a forjar su camino hacia la independencia económica.

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“Mi mamá les dijo a sus papás que ella quería crecer, que sentía que en la fábrica donde trabajaba no iba a crecer mucho, entonces pidió que se viniera a la capital con una tía, le autorizaron y se vino a la ciudad, fue visionaria”, comenta Irma Galán Candia, hija de la fundadora.

Repostería Saloma es un taller de repostería artesanal que opera prácticamente las 24 horas del día, necesarias para garantizar la producción de hasta 3 mil piezas de pan. Foto: Erik Guzmán / El Sol de Puebla

Comienzos

Ya estando en la capital, a los años tuvo hijos con su pareja. Se enfrentó a la adversidad, ya que su esposo no apoyaba sus aspiraciones de trabajar. Sin embargo, Rosa no se dejó desanimar; comenzó a vender buñuelos y jugos de manera clandestina, mientras su esposo estaba en el trabajo.

“Ella lo que quería era sobresalir, entonces cuando él se iba, ella aprovechaba para vender cosas, principalmente los buñuelos y jugos que por cierto le quedaban ricos, pero acababa y rápido se regresaba a casa para que él no se enterara”, revela la hija.

La vida de Rosa dio un giro inesperado cuando su esposo falleció, dejándola viuda y con la responsabilidad de cuidar a sus hijos. Esta tragedia no la detuvo; al contrario, la impulsó a reinventar su negocio, optando por vender tortas con diferentes guisados.

Su tenacidad llamó la atención del licenciado Sarmiento, un juez del Registro Civil, quien le ayudó a tener un mejor local para aumentar su clientela. Así, Rosa se trasladó a un espacio más estratégico, cerca de las oficinas de tránsito, donde sus ventas comenzaron a prosperar.

Rosa decidió cambiar el enfoque de su menú de tortas a cemitas pequeñas. Foto: Julio César Martínez / El Sol de Puebla

De tortas a cemitas

En su nuevo local, Rosa decidió cambiar el enfoque de su menú de tortas a cemitas pequeñas. Este cambio se debió a la irregularidad en la entrega de los panes por parte de los panaderos. Las cemitas, con su característico pan esponjoso, rápidamente atrajeron a una variedad de clientes: desde el personal del ayuntamiento hasta los trabajadores de correos y los vecinos de la zona.

“Mi mamá cambió de tortas a cemitas, porque luego cuando iba por ellas decía que los panaderos se iban a tomar y no le hacían el pan, entonces fue con una señora y cambió mejor por cemita y se quedó”, explica Irma.

La popularidad de las cemitas de Rosa se disparó, gracias a su habilidad para ofrecer diferentes complementos, como chipotle capeado, mole poblano, pipián, papas con rajas, rajas con huevo, chipotle capeado relleno de queso con frijoles refritos, entre otros más.

El éxito de Tortas Chanclas se debe en gran parte a su variado y peculiar menú. Foto: Julio César Martínez / El Sol de Puebla

Récord de cemitas

Uno de los momentos más memorables en la historia de Cemitas La Güera ocurrió cuando el reconocido escritor poblano Pedro Ángel Palou García realizó un pedido extraordinario de 3 mil 400 cemitas. Este pedido no solo fue un reto logístico, sino que también marcó un hito para el negocio, demostrando así la capacidad.

“No, no… fue una locura, porque uno no tiene ni el espacio ni las personas, fue nuestra venta récord, pero jamás lo volvería a hacer, gracias a Dios sacamos el pedido”, comparte entre risas la señora Irma.

Además de eso, recuerda que su mamá siempre intentó complacer a sus clientes, incluso llegaba a vender chiles en nogada, chiles rellenos de queso, empanadas, entre otros productos más. Incluso se sumaba a las celebraciones patrias con los eventos que se hacían en la capital poblana, ofreciendo cosas.

“Mi mamá siempre fue una persona muy estricta y trabajadora, tanto en su casa como en su negocio, con sus clientes era muy accesible, le gustaba platicar mucho con ellos, si necesitaban algo ella se los daba (…) era noble y les ayudaba a todos, la gente no nos dejará mentir”, reflexiona la hija.

La continuación de la Güera

Después de 27 años de arduo trabajo, Rosa María Candia tuvo la necesidad de retirarse. Fue entonces cuando su hija, Irma Galán Candia, asumió las riendas del negocio, manteniendo viva la tradición familiar y asegurando que las recetas y el amor por la cocina continuaran siendo parte de Cemitas La Güera.

Irma ha logrado captar la atención de nuevas generaciones de comensales que buscan disfrutar de las cemitas que han hecho famosa a su familia. Su mamá falleció hace 11 años, pero aún la recuerda en cada una de las recetas que prepara.

Además, la tercera generación de la familia también ha incursionado en el negocio, abriendo un nuevo local en la 9 Oriente 1821. Este esfuerzo no solo busca expandir la oferta de cemitas y otros platillos, sino que también tiene como objetivo seguir enamorando a los poblanos y visitantes con la rica tradición culinaria que Cemitas La Güera representa.

“Para mí es algo que yo hago con mucho cariño, es mi trabajo, me entretengo, para mí es un gusto ver que la gente se come el producto, estoy muy activa, y agradecida con mi mamá siempre por esto que nos dejó”, finaliza Irma, quien además agrega que sus hermanas y hermano también están involucrados en la gastronomía, dos de ellas vendiendo tortas planchas y la esposa de su hermano vendiendo cemitas.

Cemitas La Güera actualmente opera de lunes a sábado con un horario de las 13:00 a las 15:00 horas, dependiendo la hora en que se acaben.