El Conjuro es una cinta que pertenece a un universo que narra los sucesos paranormales de Los Warren, una pareja que se dedicó por muchos años a estudiar estos eventos. En la saga participó Joey King, dándole vida a Christine, la hija de la familia Perron, quien detalló que durante su actuación vivió algo extraño.
Las filmaciones incluyen a ‘El Conjuro’ de la primera hasta la tercera entrega, al igual que ‘La monja’, ‘La llorona’, y las tres películas de ‘Annabelle’. El paso de King por estas producciones afectó su perspectiva sobre el género de terror, pues señaló que ya no le agrada trabajar en estos papeles, por eso años después buscó más opciones.
En este sentido, la actriz de 22 años protagonizó ‘El Stand de los Besos’ en el 2018, un proyecto original de Netflix que narra un drama adolescente. Ella confesó que su cambio de intereses nació de lo amargo que le resultó estar en el universo de Los Warren, en especial por un padecimiento que desarrolló durante las filmaciones.
En el rodaje dirigido por James Wan, Joey King notó que en todo su cuerpo se formaron varios hematomas, lo cual resultaba extraño porque mientras esto ocurría ella apenas tenía 12 años, y los menores no hacían acrobacias durante sus escenas. Ella explicó para una entrevista The Howard Stein Show, que al inicio esto le pareció muy confuso.
King contó que lo más extraño es que las marcas salieron justo cuando su compañera Lili Taylor grababa las escenas de una posesión demoniaca, en donde tras luchar con los entes malignos, sus brazos y piernas quedaron con cicatrices similares a las que ella tenía. Todo el equipo estaba consternado.
¿LAS MARCAS FUERON RESULTADO DE UNA EXPERIENCIA PARANORMAL?
Sus padres la llevaron al médico, los especialistas le realizaron varias pruebas, primero señalaron que podría ser un signo de leucemia, más tarde encontraron que se trataba de trombocitopénica idiopática, un padecimiento en el que el sistema inmunológico ataca las plaquetas, en consecuencia, nacen esas ronchas.
La actriz mencionó que antes de conocer el resultado oficial, estaba aterrada porque existía la posibilidad de que alguna fuerza extraña estuviera detrás de todo esto: “Yo pensaba que era el final, pensaba tuve una buena vida, tengo 12 años y ¡ahora voy a morir asesinada por un fantasma!”, precisó.
Ella recalcó que otro aspecto que hacía más perturbadora la situación era que al finalizar las grabaciones, asistió con al doctor para hacerse nuevamente los exámenes y seguir con el tratamiento, pero le indicaron que la enfermedad desapareció sin dejar secuelas, siendo una clara señal para ella.