Grandes ofrendas y altares han sido colocados en las casas como diversos lugares en México con motivo del Día de Muertos, las cuales destacan por su color y por su comida. Una de las cosas que da esencia a los altares son los alimentos tradicionales como aquellos que eran los favoritos de las personas que se buscan recordar.
Una vez que termina la celebración y los espíritus de los muertos regresan al Mictlán, se da el paso al levantamiento de la ofrenda. Pero, una duda que siempre se hace presente es qué hacer con la comida, ya que en algunas ocasiones pasa hasta una semana en la intemperie y las creencias son diversas sobre lo que pasa con estos alimentos.
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¿Qué dicen las tradiciones?
Hay que comenzar con saber sobre el levantamiento de la ofrenda, momento en que las ánimas regresan y esperen a que llegue el siguiente año para volver a la celebración. Aunque en algunos casos se piensa que durante la tarde del 2 de noviembre puede comenzar a levantarse la ofrenda, la mayoría de las personas lo hace hasta el día tres.
Siendo el 2 de noviembre el día de los Fieles Difuntos, la gente espera, ya que se cree que, al ser el último día, todas las almas se reúnen y visitan los altares sin importar las condiciones en las que fallecieron.
Algunas creencias señalan que desde las dos de la tarde o al mediodía se puede comenzar con el levantamiento de la ofrenda y quitar cada uno de los productos en el altar o empezar a guardar los adornos.
Si se prueba la comida, ya sean guisos, fruta o el pan, se dice que está quedará sin sabor, y se debe a que los espíritus la han consumido y se han llevado el sabor como muestra de que han estado presentes en la ofrenda.
En algunas casas como zonas del país, es tradicional comer en familia y compartir los platillos que fueron colocados en la ofrenda. Esto como una especie de despedida para las ánimas y para demostrar la unión como que el recuerdo se mantiene presente de nuestros seres queridos. Además, se suele pedir permiso antes de que se toma algo de la ofrenda.
Comida que se puede comer o reutilizar
Pasando a los productos que se colocan, existen algunos que sí es seguro consumirlos una vez que pasa el Día de Muertos. Cabe recordar que solo se debe hacer si los productos estuvieron en interiores o no sufrieron de la caída excesiva de polvo u otros materiales como sucede con los altares que son colocados en las calles.
La fruta es una de las primeras cosas que sí podremos comer, en especial aquellas que tienen cáscara, una protección extra de forma natural. Aunque no se recomienda al creer que se quita la esencia al producto, se podrían lavar para tener una mejor seguridad al comerlo.
También, se pueden consumir los dulces, botanas o productos empaquetados que hayas colocado. Aunque estos se suelen abrir en los días previos a la visita de las ánimas, en algunas casas se mantienen cerrados, de modo que seguirán frescos y listos para consumirse.
Algunas personas suelen incluso guardar las calaveritas de azúcar, al lograr mantenerse por mucho tiempo buscan ahorrar y comenzar a utilizarla como decoración más que como un alimento.
En el caso del pan de muerto u hojaldras, la decisión podría quedar en cada persona y qué sensación obtenga del pan. Dependiendo de los días que haya pasado fuera, es posible que se ponga muy duro, por lo que es mejor es desmoronarlas para utilizarlas para alimentar aves u otro animal que guste del pan.
Si las hojaldras son de azúcar, usualmente este ingrediente extra logra que se mantengan suave por un periodo más largo de tiempo, solo se debe comprobar que la azúcar este en buen estado y no se haya creado moho u otro signo de descomposición.
Cosas como la sal, la cual se coloca para que los alimentos tengan sabor a los espíritus y como guía también para ellos, si fue colocada en un plato puede volver a usarse, pero se debe verificar que no esté sucia ya que es posible que los pétalos de la flor de cempasúchil u otros ratos de suciedad se hagan presentes.
Algo similar ocurre con las bebidas, ya que deben abrirse para que los espíritus puedan consumirlos, es posible que también algo de suciedad caiga sobre ellos, pero sí se mantuvieron limpios es seguro consumirlos.
Lo que no debes consumir
Dentro de la ofrenda también hay cosas que, por el tiempo que pasa, es mejor no consumirlas. Principalmente se tratan de los guisos y alimentos extras que se hayan colocado en el altar en honor a la persona.
Debido a la cantidad de condimentos y al proceso de esta comida, es posible que para el final de la celebración estos productos ya estén en proceso de descomposición y su consumo puede ser dañino. Esto pasa con cosas como el mole, enchiladas y demás comidas preparadas. Por ello, se recomienda colocar porciones pequeñas ya que terminará por desperdiciarse.