El desarrollo de una ciudad a menudo se ve acompañado por la presencia de negocios emblemáticos que han sido testigos de su crecimiento. En el caso del Centro Histórico de Puebla, El Optómetro destaca como una óptica con una trayectoria de 95 años, ubicada en la 3 Poniente 519. Desde su fundación en 1928 por el señor Leopoldo Sánchez Pavia, esta óptica ha sido un referente en el campo de la visión.
La historia de El Optómetro se remonta a los años previos a su fundación, cuando Leopoldo Sánchez Tapia trabajaba en una óptica junto a un señor alemán. Sin embargo, debido a circunstancias fuera de su control, el señor alemán tuvo que regresar a Europa, dejando a Leopoldo con la determinación de continuar con el negocio. Fue así como en 1928 El Optómetro abrió sus puertas por primera vez en la calle Reforma 316, en el lugar donde hoy se encuentra el banco HSBC.
- Leer más: La Terminal, la cantina que ha sido testigo de seis décadas de historia | Clásicos poblanos
“Mi tío abuelo (Leopoldo) era optometrista, cuando el alemán se fue de Puebla quería cerrar ya el negocio, pero mi tío pidió se la vendiera, entonces ocurrió el traspaso y fue ahí en 1928 que empezó la historia”, narra Víctor Manuel Alejandro Contreras Rivera, quien actualmente es el presidente y representante de El Optómetro, y tercera generación que está a cargo del negocio familiar, la segunda la encabezaba su papá, Armando, y su tío, Eulalio Contreras Sánchez.
Revista "Sus ojos"
En aquellos años, El Optómetro no solo se dedicaba a la óptica, sino que también editaba una revista llamada Sus Ojos. Esta publicación era un espacio de expresión artística y cultural, donde se compartían poesías, cuentos, novelas, modas y conocimientos científicos, además de anuncios publicitarios. La revista cerró entre finales de los años 40 y principios de los 50.
“La revista tenía circulación nacional; mi tío abuelo era una persona muy sociable porque así su trabajo se lo exigía. Además de que por un tiempo también fue presidente honorario de la sociedad literaria Bohemia Poblana”, describe Víctor.
El Optómetro se muda
Después de más de 40 años en la ubicación de Reforma, El Optómetro se vio obligado a mudarse en 1971. El dueño del edificio les notificó que debían buscar otro lugar, lo que llevó a la adquisición del inmueble en la 3 Poniente, donde actualmente se encuentra la óptica.
En aquel momento, El Optómetro se convirtió en la segunda óptica de la zona, después de la desaparición de una similar que llevaba el nombre de Universitaria, ubicada frente a ellos durante algún tiempo.
“Se siente bonito estar a cargo de un negocio tan emblemático, que ha sido fruto del trabajo de ‘los viejos’, con mucho cariño. Aproximadamente en los años 80 fue que toda esta calle se llenó de ópticas (como luce en la actualidad), provocando más competencia”, detalla Contreras Rivera.
Sus máquinas y piezas
Uno de los aspectos que caracterizaba a El Optómetro era su maquinaria especializada. En particular, contaban con una máquina antirreflejante llamada Lumiflex, siendo una de las dos únicas ópticas en Latinoamérica en poseerla. Este distintivo atrajo clientes de diferentes partes de México y del extranjero en busca de la calidad y tecnología que ofrecía el establecimiento, afirma el actual presidente.
“Era una máquina muy popular. Además de que dos de los productos estrella eran los lentes de vidrio fotocromático (se oscurecían con la luz del sol y se aclaraban en la sombra) y el antirreflejante, eran muy usados antes”, menciona el representante de El Optómetro.
Destaca también que los precios eran muy accesibles para las personas, además de que muchos de los clientes eran recomendados por doctores que durante sus estudios iban a aprender cosas a la óptica.
Las sucursales
A lo largo de su historia, El Optómetro ha tenido hasta nueve sucursales, pero debido a las diversas crisis económicas que ha enfrentado el país, se han visto obligados a cerrar algunas de ellas.
Actualmente, la óptica cuenta con tres locales, incluyendo su sucursal matriz en la 3 Poniente, así como otras dos ubicadas en San Manuel (Prolongación 14 Sur, Diag. Ignacio Zaragoza 1403) y en Galería Las Ánimas (Boulevard Atlixco 3156). Sumado a esto, el Centro Histórico también tiene el taller donde cuentan con las máquinas con las que elaboran sus productos.
“A nosotros como dueños sí nos han pegado mucho los cambios de gobierno y las crisis, entonces se han cerrado algunos locales. Esperamos que pronto vuelva a crecer esto como hace unos años, nuestros clientes actuales son de una mediana y grande edad, tenemos que saber llegar a los jóvenes”, comenta Manuel.
La cuarta generación
Víctor Manuel Alejandro Contreras Rivera revela que prácticamente todos los integrantes de su familia se han dedicado a ser optometristas profesionales y que incluso sus sobrinos, quienes serían la cuarta generación, están listos para continuar con el legado de la óptica que este año cumple 95 años de historia.
El Optómetro ha dejado una huella significativa en la historia de los comercios de Puebla. Su presencia en el Centro Histórico y su papel en el desarrollo de la industria óptica local lo han convertido en un hito icónico en la capital. A través de su dedicación a la calidad, la innovación y el compromiso social, El Optómetro ha demostrado su importancia como negocio y como parte integral de los recuerdos de la comunidad poblana.
“De repente da mucha nostalgia el ver que hay muchos negocios que ya no existen y comenzaron junto con nosotros, pero eso también nos ayuda a continuar trabajando para seguir ofreciendo calidad en nuestros productos a los poblanos”, finaliza Alejandro Contreras Rivera.