Las mujeres tejedoras de lirio acuático llevan aproximadamente seis años con su proyecto, que tiene como objetivo sanear la presa de Nexapa y al mismo tiempo hacerse de un poco de dinero por la venta de su cestería, sin embrago, hasta el momento no han encontrado un buen mercado para su producto. Se trata de casi una veintena de mujeres de Papatlazolco, una comunidad indígena náhuatl que se ubica a las orillas de la presa de Nexapa, un vaso que forma parte del complejo hidroeléctrico Necaxa.
A la mitad de la década pasada, el cuerpo de agua Nexapa empezó a llamar la atención de propios y extraños por la cubierta de lirio que se aprecia en una buena parte de su superficie, lo que ha afectado la reproducción de peces como la tilapia y carpa; en consecuencia, también se ha afectado la pesca.
Por la invasión de la planta acuática, la presa ya no se ve como un “espejo de agua”, ahora luce más como un extenso potrero para la engorda de ganado. El manto verde que no deja de verse bien, eclipsó el brillo del agua y el reflejo de la luz del sol.
Recomendamos: Esta es la historia de Plaza Dorada, el primer centro comercial de la capital de Puebla | Los tiempos idos
Por lo anterior, algunas mujeres decidieron armar un grupo, que decidieron llamar "Xochiatl" (Flor de agua); buscaron apoyo para el financiamiento de su proyecto y lo encontraron en la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), dado que esa zona está dentro de la Cuenca Hidrológica del Río Necaxa, declarada con ese estatus desde marzo de 1938, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río.
Cabe mencionar que las féminas ya llevan dos intentos de consolidar su grupo. Primero lo iniciaron mujeres de Papatlazolco, municipio de Huauchinango, además de una cantidad importante de mujeres de la junta auxiliar de Xaltpeuxtla, en el municipio de Tlaola, no obstante, se presentaron algunos problemas, entre los que destacan, cuestiones políticas, asuntos personales y familiares, además de intereses particulares que impidieron la realización del proyecto.
En este sentido ha habido depuraciones de integrantes y en la actualidad son 18 mujeres, entre Papatlazolco y Xaltepec, cuyo objetivo es consolidar su grupo como una microempresa de artesanas tejedoras, pero también de solidaridad entre ellas, especialmente ante situaciones de discriminación sexual y actitudes y comportamientos machistas.
De acuerdo con las mismas tejedoras, la comunidad de Papatlazolco es una localidad “machista”, de costumbres tradicionales y conservadoras, por lo que les ha resultado difícil su organización, sin embargo, le apuestan a que el grupo se consolide y no haya deserciones por causas antes citadas.