Hace más de cuatro décadas, Plaza Dorada detonó la modernización del comercio poblano y se convirtió en un ícono de la ciudad. Se volvió referente obligado para propios y extraños, gracias a sus servicios y a su estratégica localización. Integró a un grupo de comerciantes cien por ciento poblanos, que tuvieron la inquietud de darle a Puebla el primer y mejor centro comercial. El proyecto resultó un éxito, ya que hoy aún conserva la afluencia de clientes y su nivel de comercio.
ACERCA DEL PREDIO
César Spezzia Gavito recuerda que los terrenos que hoy ocupa Plaza Dorada eran campo abierto, dice que pertenecían a la Familia Benítez, por eso la zona era conocida como rancho Ladrillera de Benítez; asegura que ellos fueron los que donaron la escuela Enrique Benítez, que hoy esta sobre el bulevar 5 de mayo y la 27 oriente.
“Yo entré a estudiar a la primaria del Instituto Carlos Pereyra en 1963 y todo eso estaba desolado, ahí terminaba Puebla. Lo único que había era el molino de los Benítez en Huexotitla y atrás de la escuela el pueblito de San Baltazar, porque no era colonia. Nosotros vimos construir el bulevar 5 de Mayo y las Torres Géminis que están frente al colegio”, expone.
“Frente a Plaza Dorada en lo que ahora es el bulevar, de la 31 a la 43 poniente, había un jagüey, nuestra diversión era pescar ajolotes, los sacábamos con algún bote que encontrábamos; también andábamos en bici o tirábamos piedra a ver quién llegaba más lejos. Mis compañeros y yo caminábamos por ahí para ir a la casa de nuestros amigos Julio y Jesús Balandra, que era en donde estuvo el hotel Condado Plaza y hoy es una universidad”, añade.
Relata que en los terrenos donde hoy es Plaza Dorada, de lado del bulevar Sánchez Pontón estaban los campos de futbol de La Salle, y la otra mitad, que colinda con la prolongación de la 31 poniente, donde ahora está la Honda, se veía La Garita (hoy restaurante), es decir, lo que era el casco del rancho Ladrillera de Benítez. Refiere que los terrenos del Parque Juárez también eran de los Benítez y el Gobierno se los expropio para hacer el jardín.
LAS EXPERIENCIAS
Eduardo Enrique López Villalobos comenta que Plaza Dorada era puro terreno y ahí jugaba futbol llanero con sus amigos, alrededor de 1975. Señala que ya después hicieron la plaza y más tarde pusieron los cinemas Dorados, del lado del Pereyra, que asegura siempre estaban llenos y había que hacer fila.
“Los sábados nos vestíamos bien, como si fuéramos de fiesta, solo para ir a caminar a Plaza Dorada y entretenernos en los locales, pero también conocíamos muchachas, les sacábamos su nombre y su teléfono para hacer amistad o cortejarlas, uno iba a ver que pescaba”, advierte.
Georgina Rincón Casas recuerda que primero solo estaba Plaza Dorada I y ya después abrieron la segunda parte que se unía por el pasaje, “en la primera parte estaba Rodoreda y en la otra parte, estaba Gigante y a donde ahora esta Suburbia, se llamaba París Londres. Nosotras íbamos a dar de vueltas a ver a quién veíamos o a ver quién conocíamos, mucha gente se reunía en el pasaje porque era el paso obligado”.
Señala que a donde ahora está Vip´s primero fue Tok´s y ahí tomaba café todo el mundo aunque el lugar obligado para los chamacos de la edad era La Buena Mesa que estaba afuera, donde está el primer estacionamiento; dice que ahí también estaban los pollos Toledo que siempre tenían gente.
“Me acuerdo mucho de los helados que empezaron a vender en Candy Pop, fueron de los primeros de yogurt con “cositas” (toppings), me fascinaban. También era obligado comprar en El Carmen o Sorrento los zapatos, sobre todo el calzado escolar, porque no había de otra, si no tenías que ir al centro”, detalla.
UN ÉXITO COMERCIAL
Uno de los factores que ha contribuido a que Plaza Dorada siga siendo un éxito es que para formarla se buscaron comerciantes poblanos que ya tuvieran una tienda establecida, por eso cuando se inauguró con 60 locales, 58 de ellos ya tenían una sucursal.
Dedicado a la fabricación de candiles de prismas y cristal de importación (Swarovski), El Arte Francés de la familia Carreto, vistió muchas casas poblanas con sus artículos de decoración en iluminación. Fue fundado en alrededor de 1950 en el fraccionamiento San Francisco del centro histórico, por Cayetano Carreto Olivero, quien cedió la tradición del negocio a su hijo Alejandro.
“Nuestras piezas eran muy solicitadas porque a los candiles se le puede dar un mantenimiento preventivo que incluye limpieza y cambio de la instalación eléctrica, y así perduran por siempre. En ese tiempo en El Arte Francés se vendía además papel tapiz, alfombras y muebles”, relata un miembro de la familia.
El haber tenido un local en Plaza Dorado supuso un futuro promisorio para El Arte Francés que llegó a tener presencia no solo en Puebla sino en muchos lugares del sureste, que lo llevaran a captar clientes de diferentes partes del país.
Paralelamente hubo otros negocios que iniciaron operaciones al inaugurarse la plaza, como es el caso de Café Plaza, que después de 40 años, cerró sus puertas tras la pandemia por el coronavirus; pero esta cafetería fue el inicio de lo que hoy conocemos como Grupo Plaza, con franquicias dentro y fuera de Puebla.
Otro negocio que nació y prosperó junto con el proyecto de este centro comercial fue Atracciones Smach, que inició con un local pequeño y se convirtió en líder en el mercado del entretenimiento familiar en Puebla, aún vigente en Plaza Dorada.
EL TERRENO Y LA CONSTRUCCIÓN
Plaza Dorada fue inaugurada el viernes 16 de noviembre de 1979, fue el primer centro comercial de la ciudad y detonante de la modernización en el comercio poblano.
El proyecto de construcción surge por la inquietud de tres empresarios poblanos: Eduardo Vigil Escalera, Adolfo Cazares y José Manuel Rodoreda, quienes en 1977 se plantean la posibilidad de realizar el primer centro comercial de la ciudad.
Curiosamente los primeros estudios realizados por una institución bancaria arrojaron que no sería un concepto exitoso; pero empeñados en proveer a Puebla de un centro comercial de primer nivel, dichos empresarios viajan a Guadalajara para estudiar el concepto de Plaza del Sol.
Los estudios de mercado definieron el lugar de construcción de la plaza para tal efecto, a la Ladrillera de Benítez. Fue entonces que en 1978, con una inversión de 450 millones de pesos, se inicia la edificación del centro comercial sobre una extensión de 60 mil metros cuadrados. La encargada del proyecto fue la constructora Quintana y Asociados, encabezada por el ingeniero Antonio Quintana Fernández y el arquitecto Rodríguez Concha, con la participación de 300 trabajadores.
Francisco Picazo, administrador actual del centro comercial dice que Plaza Dorada es una fusión de tres terrenos. La primera etapa inicia como Plaza Dorada I, es el nivel inferior, empieza con el primer estacionamiento y los locales exteriores, por dentro Infantiles Rodríguez, Bosco, C&A hasta llegar al estacionamiento poniente donde está La Vaca Negra.
Refiere que en la segunda etapa, se integran otros 35 mil metros cuadrados, se hace el pasaje para conectarlas y se meten franquicias como Gigante, Tok´s y París Londres. La tercera etapa que es lo más actual, es donde está el fast food y los cines.
LA INAUGURACIÓN
En la publicación de esta casa editorial, El Sol de Puebla, del lunes 19 de noviembre, se informó oportunamente a la sociedad lo siguiente:
Más de 3 mil personas se dieron cita en la inauguración del primer centro comercial de Puebla: Plaza Dorada, efectuada el viernes a las diecinueve treinta horas por el secretario de Comercio, licenciado Jorge de la Vega Domínguez, quien cortó el listón simbólico y trajo la representación personal del Presidente de la república licenciado José López Portillo.
Esta obra que engrandece a Puebla y que se hizo posible luego de once meses de esfuerzo continuo, mereció el elogió de la concurrencia para los hombres que concibieron la idea de unir capacidades y trabajar conjuntamente en beneficio de la comunidad poblana (…) En un ambiente de auténtica alegría, se llevó a cabo está inauguración, durante la que se escucharon brindis por la prosperidad de las empresas establecidas en las que se palpó derroche de buen gusto, distinción, confort, elegancia.
(…) El arzobispo de Puebla, monseñor Rosendo Huesca Pacheco, bendijo las modernas y funcionales instalaciones del conjunto comercial Plaza Dorada que se vieron pletóricas de gente representativa de los diversos sectores de la ciudad: banca, industria, comercio y personalidades invitadas.
En este centro comercial se agrupan negocios como: Rodoreda, Toledo, Infantiles Rodríguez, Novedades Lucha, Au Petit Jean, Ópticas Devlyn, Foto Aguirre, Sorrento, El Carmen, El Arte Francés, Candy Pop, La Vaca Negra, Bi tienda naturista, Exclusivas Karla, Farmacias Nieto y Café Plaza, entre otras.