Esta es la historia del lago de Valsequillo, el lugar que fue el balneario de moda | Los tiempos idos

Este sitio también fue escenario de competencias internacionales

Erika Reyes | El Sol de Puebla

  · sábado 12 de diciembre de 2020

Foto: Gerardo García / Foto: Gerardo García Villar

El diseño de la Presa Manuel Ávila Camacho, consideró desde sus inicios un lago artificial para disfrute de los poblanos acaudalados de la época: el Lago de Valsequillo. Ahí se podían disfrutar paseos en lancha y pernoctar en cabañas privadas. Más tarde, se convirtió en el balneario de moda para la jet-set, donde se realizaron competencias internacionales de deportes acuáticos, se ofrecieron espectáculos de tauromaquia, e incluso, se recibió a famosos como la actriz italiana, Gina Lollobrigida.

“Desde que se inauguró la presa, mi papa y sus hermanos compraron una lancha y empezaron a esquiar. No se estilaba comprar terreno sino tener un embarcadero a la orilla del lago para tener ahí el bote”, expone Javier Carvajal Campillo.

Con 60 años de edad, Javier es el octavo de 8 hermanos que procrearon don Rodrigo Carvajal y doña Carmelita Campillo. Desde que tiene uso de razón vivió distintas experiencias familiares en el lago.

Relata que en un principio la familia solo tenía la lancha, “un día le ofrecieron a mi papá un embarcadero de 15 metros de largo por 5 de ancho y, de no tener uno, pasamos a tener el más grande y el mejor, porque no era estático, le adaptamos un motor y los desamarrábamos para ir a esquiar a mitad del lago. Tenía puertas corredizas y mobiliario. Mi papá lo bautizo como el Yate “Nemos” (ya-te-nemos)”, recuerda sonriente y asegura que, además de ocurrente su padre era muy querido por todos.

Eso fue en los 70 y para los 80, los Carvajal Campillo ya contaban con una casa en la zona conocida como Las Playas, donde se encuentra la capillita en honor a Cristo Rey en la que aún se celebra misa los domingo y que fue construida por los colonos organizados por Miguelito Díaz.

Carmelita Campillo de Carvajal con sus 8 hijos | Foto: Cortesía

También recuerda que su papá le platicó que en los 60, la famosa actriz Gina Lollobrigida visito el lago y él mismo se ofreció para llevarla en un recorrido en lancha, cosa que no fue del agrado de su madre, pero hubo que aguantarse.

Carvajal recuerda que en 1987 se llevó a cabo una regata internacional en el lago en la que él participó, pero asegura que, desde 1952, se organizaban competencias internacionales de deportes acuáticos y torneos de pesca.

“Recuerdo mucho el agua del lago porque además de fría, estaba limpia y si se te caía algo con solo echarte un clavado lo encontrabas, cosa que ahora es imposible porque el agua está muy sucia. Las plantas de tratamiento han sido una farsa, no hay la menor intención de rescatar nada”, sentencia.

Agrega que desde hace 4 años renta la casa a través de una plataforma digital que oferta alojamientos turísticos y ha tenido muy buena respuesta porque a la gente de Ciudad de México le gusta venir.

UN DESTINO DE INTEGRACIÓN SOCIAL

Por más de setenta años, Valsequillo ha sido un destino de integración familiar y social. La gente que tiene una cabaña en Valsequillo, sigue viviéndolo intensamente, expone Alejandro Cañedo Priesca, quien guarda muy buenos recuerdos de su infancia porque sus padres siempre han tenido su casa familiar de fin de semana allá.

Dice que Valsequillo tiene varias zonas habitables: El Oasis, La Playa donde está la capilla, Las Brisas donde se encuentra la presa, y Los Cantiles, que es donde la gente vive permanentemente y también están los famosos pericos, un acantilado que se puede subir a escalar, pese a ser propiedad privada.

Recuerda las corridas en la Plaza de Toros “Las Brisas” del doctor Teto Guzmán, que aún permanece intacta. Comenta que eran corridas de Año Nuevo, abiertas al público, que se hacían el 1º de enero y venían matadores famosos.

Esta plaza de toros surgió cuando tiraron El Toreo, plaza de toros ubicada en la 19 sur entre la 9 y 11 poniente, que demolieron en 1974.

Pese a que Valsequillo tuvo un declive porque mucha gente se empezó ir a Atlixco, muchas familias conservaron sus casa “son familias de muchos años que siguen yendo cada fin de semana, disfrutando las diferentes actividades que uno puede hacer como, caminatas, subir al Cerro Toluquillo, ir a Africam Safari, hacer reuniones o vida en el lago”, asegura.

“Se piensa que el lago no está en condiciones, pero yo conozco mucha gente que se la pasa veleando y esquiando, deporte que ha tomado un segundo aire en los últimos dos años. Se ven alrededor de 50 jóvenes los fines de semana esquiando y haciendo prácticas más modernas como skateboard, entre otras”, añade.

Javier Carvajal durante la regata de 1987 | Foto: Cortesía

UN PARAÍSO A MINUTOS DE LA CIUDAD

“Antes y ahora yo veo a Valsequillo igual, hubo una época que se llenó de lirio y se hizo muy fea el agua, pero Melquiades Morales rentó máquinas para triturarlo y otra vez la echaron a andar. En este momento, está igualito a cómo yo lo recuerdo cuando estaba chico”, expone Gerardo García Villar, quien es el tercero de 4 hermanos y desde que nació no ha dejado de ir, y hoy sus hijos esquían, velean y nadan ahí.

“Es un paraíso que tenemos a 20 minutos de la ciudad, donde puedes hacer cosas que ni te imaginas y la fauna que está llegando es impresionante. Yo tengo un lugar privilegiado porque enfrente de la casa se duermen todas las garzas del lago y cuando empieza a bajar el sol, llegan volando”, señala.

Asegura que en la actualidad hay mucha gente haciendo actividades acuáticas y que lo único que no se puede hacer es pescar, aunque si hay peces y tortugas en el lago. También puedes andar a pie o a caballo alrededor, manejar cuatrimotos y muchas cosas más

“Valsequillo es un paraíso que casi todos los políticos han usado como bandera de campaña y a la mera hora no hacen nada (…) La administración actual, quito las máquinas en las que el gobierno anterior invirtió para sanear el lago, quizá para no molestar a las personas que venimos los fines de semana, pero las tienen guardadas y el lago si está contaminado”, sentencia.

“Te aseguro que, el que detone Valsequillo, hará un lugar increíble. A veces invito gente que no le veo muchas ganas de venir, pero cuando está aquí pregunta si hay casas o terrenos en venta. Les encanta”, añade.

LOS ANTECEDENTES

“El diseño de la presa fue elaborado por los ingenieros Marcos Mastretta Arista y Gustavo Sentíes, y el arquitecto Miguel Pavón Rivero. La obra estuvo a cargo de la Compañía Constructora Rssof y costo más de 225 millones de pesos”, asegura el Barón Rojo, historiador Jorge Eduardo Zamora Martínez.

Refiere que los trabajos se iniciaron el 10 de enero de 1938 y se terminaron el 31 de agosto de 1946, durante la administración del presidente Manuel Ávila Camacho en honor a quien recibió su nombre.

La presa Manuel Ávila Camacho se construyó para riego agrícola del sur del estado, desde Atlixco, hasta Matamoros y Chietla. Es considerada una de las obras nacionales más notables en sistemas de riesgo y pertenece al nacional número 90.

La primera competencia de acuática fue el 13 de octubre de 1952, organizaba por el Club de Regatas Valsequillo. En ella participaron los mejores del país como Emilio Zamudio, campeón mundial de esquí, así como los poblanos Sergio Guzmán Jr., Fernando Ponce de León, Ignacio Landa, Dionisio de Velasco y José Vélez.