Hace más de una década que llegó a Cuetzalán del Progreso, un arquitecto para enseñar a personas de aquel lugar a trabajar el bambú, en aquel momento está planta de gran tamaño y resistencia no existía en esta región, aprendieron a sembrarla, cosecharla y transformarla en material para fabricar diferentes tipos de objetos, entre sus variados usos está el de la construcción.
Braulio Téllez González, oriundo de la comunidad de Tzinacapan, fue de los primeros aprendices y con su experiencia como oficial albañil, encontró una nueva manera de edificar construcciones de una manera económica, sostenible y amable con el medio ambiente. Aunque no recuerda el nombre de aquel arquitecto, si tiene presente una enseñanza dicha por él “cualquier tierra es buena” en referencia a la utilidad de construir muros y así inició su trayecto probando materiales que le den mejor resistencia a sus construcciones.
En Cuetzalán inició junto con otras personas de la comunidad la construcción de cabañas para el proyecto en aquel momento de la sociedad cooperativa Tosepan Titataniske que hoy ya es un modelo productivo y social consolidado, abarcando diferentes áreas.
Si caminan fuera de la zona turística de este pueblo mágico, encontrarán una construcción de gran tamaño parecida a un iglú, entretejida por miles de reglillas de bambú, al interior muros de barro y una estructura hecha con gruesos tubos de bambú que han sostenido está construcción por mucho tiempo, y aunque se ha visto dañada parcialmente, la estructura se ha mantenido intacta, a pesar del frecuente paso de huracanes. Reparar los daños de este lugar que cumple con la tarea de ser el auditorio de la cooperativa y que sirve como recinto para realizar eventos de tipo cultural, educativo, reuniones de la cooperativa, venta de productos y otros más; es un acto comunitario, como en este momento donde un grupo de catorce personas están trabajando en la reparación de el lugar, el responsable de estas labores es Don Braulio, y comenta que en esta ocasión están probando una nueva argamasa compuesta de tierra y ceniza, que les está dando buenos resultados aunque algunas personas piensan que es cemento por el color que deja la ceniza al combinarse con el barro. Agrega también que todo el material que se deseche lo convertirán en cenizas y estas serán ocupadas en este proceso.
Don Braulio tiene además dos construcciones en Puebla, un auditorio en el parque Flor del Bosque y las oficinas del Instituto de la Juventud del municipio de Puebla ubicado en la colonia Villa Verde, y aunque no ha vuelto a ver sus obras, le hacen saber que sus obras aún se conservan. Aceite de linaza, limpieza a la estructura y evitar el agua con el bambú y la construcción tendrá una larga vida, concluye.