Luego de dos años de ausencia por la pandemia, nuevamente las calles de diferentes municipios de Puebla, se vuelven a vestir de alegría y color por la llegada de los diversos carnavales que se celebran.
Una de las partes de la indumentaria principal de todo danzante de las diferentes cuadrillas que representan a cada barrio o localidad son las máscaras, en las que se ocultan y divierten sin temor a ser vistos.
En cada región de los municipios de Puebla tienen diversas formas y maneras de representar su indumentaria. Asimismo, la diversidad de sus máscaras que hacen de cada región una localidad única llena de identidad.
La diversidad de máscaras hacen de cada región una localidad única llena de identidad. Foto: Iván Venegas / Erik Guzmán | El Sol de Puebla
La diversidad de máscaras hacen de cada región una localidad única llena de identidad. Foto: Iván Venegas / Erik Guzmán | El Sol de Puebla.
La diversidad de máscaras hacen de cada región una localidad única llena de identidad. Foto: Iván Venegas / Erik Guzmán | El Sol de Puebla.
La diversidad de máscaras hacen de cada región una localidad única llena de identidad. Foto: Iván Venegas / Erik Guzmán | El Sol de Puebla.
La diversidad de máscaras hacen de cada región una localidad única llena de identidad. Foto: Iván Venegas / Erik Guzmán | El Sol de Puebla.
La diversidad de máscaras hacen de cada región una localidad única llena de identidad. Foto: Iván Venegas / Erik Guzmán | El Sol de Puebla
La diversidad de máscaras hacen de cada región una localidad única llena de identidad. Foto: Iván Venegas / Erik Guzmán | El Sol de Puebla
La diversidad de máscaras hacen de cada región una localidad única llena de identidad. Foto: Iván Venegas / Erik Guzmán | El Sol de Puebla.
La diversidad de máscaras hacen de cada región una localidad única llena de identidad. Foto: Iván Venegas / Erik Guzmán | El Sol de Puebla.
Las cuadrillas de los barrios más antiguos de Puebla utilizan las tradicionales máscaras de huehue y algunas otras de diablos.
En tanto, en otros municipios como Huejotzingo se hace sátira de los países europeos.
Algunos bailan hasta ocho horas seguidas y a pesar del cansancio estos no detienen sus danzas que engalanan con música de sonido que normalmente contratan para todas sus presentaciones.