La edición 59 del Huey Atlixcáyotl reunió a cientos de personas en la Plazuela de la Danza, ubicada en lo alto del Cerro de San Miguel. El gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, fue el encargado de inaugurar esta tradición llena de color, música y danza.
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A las 10 de la mañana, danzantes de 13 diferentes regiones del estado subieron el Cerro ubicado en Atlixco. Con bandas de música y mostrando diferentes pasos de baile, se abrieron paso entre la multitud que los esperaba en el camino.
El mezcal no pudo faltar en la celebración. Varios asistentes se prepararon con pequeños vasos para recibir un trago de esta bebida, otros más, optaron por beber yolixpa, una bebida típica del norte de Puebla elaborada con diferentes hierbas, y los más precavidos, optaron por un trago de crema de mezcal.
En la Plazuela de la Danza, un gran arco cubierto de flores adornó el evento de inauguración y, más tarde, la entrada de los primeros danzantes. La coronación de Severiana Palacios Sánchez, mujer flor de este año, también conocida como ‘Xochicihuatl’, marcó el inicio de la fiesta.
Con grandes canastas de flores, iniciaron su presentación las chinas atlixquenses. Sus blusas tejidas con chaquira y sus coloridas faldas adornaron cada paso de baile. El público, por su parte, se mostró deslumbrado.
La emoción envolvió al municipio
Visitantes locales, pero también nacionales e incluso internacionales, asistieron a este festival, considerada como una de las fiestas culturales más importantes de Latinoamérica. El cansancio no fue impedimento para que cientos de personas subieran el cerro para conocer un poco más de la identidad de Puebla.
Atrás del escenario, aguardaron los cientos de danzantes que, tras un largo periodo de preparación, se presentarían en esta tradición, la cual inició en 1965.
Para calmar los nervios, algunos de ellos tomaban unos tragos de mezcal, otros más se abrazaban y, la mayoría, convivía y bailaba con músicos y danzantes de otras regiones.
La emoción de los artistas que este año representaron a Puebla, envolvió el lugar con su música, sus porras, sus gritos y su alegría.
Huey Atlixcáyotl reúne 13 regiones
La edición 2024 reunió la danza de 13 regiones: las calabazas de Atlixco, los tiznados de Calpan, la danza de Xochipitzahuatl de Cuautempan, la danza de los gracejos de Tlachichuca, el baile del toro de Chiautla de Tapia, la danza de vaqueros de Ajalpan, el baile de la traspuesta de Mihuatlán, el baile del respeto, las Tocotinas de Tlacotepec de Benito Juárez, los huehues de Ixtacamaxtitlán, los Tocotines de Atempan, los tecuanis de Piaxtla, los huehues del Barrio de El Alto y los voladores de Cuetzalan.
Como invitado a esta festividad, asistieron también los danzantes del Venado del estado de Sonora, quienes compartieron el público uno de los bailes más emblemáticos del norte del país.
Por su parte, los tiznados o también conocidos como xipets de San Mateo Ozolco, en Calpan, asombraron al público con su rostro tapado y el cuerpo cubierto de negro, esto gracias a una mezcla de ceniza, Tuz e y grasa.
Con la danza de Xochipitzahuatl se pidió permiso a Dios y a la Madre Tierra para esta festividad y la Danza de los Gracejos fue el ritual para ahuyentar las malas vibras.
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Uno de los bailes más esperados por el público, y que cerró con broche de oro la edición 59 del Huey Atlixcáyotl, fueron los voladores de Cuetzalan, quienes con sus pasos marcaron las cuatro direcciones de la tierra y los cuatro elementos que le dan vida al planeta.
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