El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), confirmó la existencia de espacios subterráneos en el Zócalo de Puebla, mismos que de acuerdo al organismo federal, se conocían desde hace tiempo.
"Es necesario aclarar que estos se conocen desde hace tiempo y que algunos de ellos presentan materiales constructivos contemporáneos, por lo que durante el proceso de intervención del Zócalo se podrán llevar a cabo las exploraciones de estudio y análisis a través de los especialistas en arqueología", destacó la institución.
Por ello, durante el proceso de intervención se llevarán a cabo exploraciones de estudio y análisis a través de los especialistas en arqueología que, en conjunto con los arquitectos y restauradores del Centro INAH Puebla, darán el seguimiento a los trabajos de intervención en el espacio urbano.
A través de un comunicado, la Secretaría de Cultura, el INAH y el Centro INAH Puebla informaron que el proyecto denominado Renovación del Zócalo de Puebla, impulsado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), en conjunto con el Ayuntamiento de Puebla, está siendo analizado con el fin de garantizar la debida conservación, protección y rescate de los valores patrimoniales que residen en el espacio.
En el documento se lee:
“El INAH, como el organismo especializado en la preservación del patrimonio de la nación, está desarrollando un minucioso proceso de revisión, análisis y asesoría del proyecto, verificando que las diferentes acciones propuestas respeten la traza urbana histórica y valores de la Plaza Mayor de la ciudad de Puebla”.
Asimismo, se señala que tal y como lo había pedido el gobernador del estado, Miguel Barbosa Huerta, se realiza un registro notariado de las lajas que en su momento se dieron a conocer fueron desprendidas, mismas datan de la segunda mitad del siglo XX y algunas del siglo XXI.
“Están siendo registradas minuciosamente, procurando con ello la conservación de un material pétreo natural característico de la región y un elemento conformador de la imagen tradicional del Centro Histórico de la Ciudad de Puebla”.
Aunado a ello, se puntualizó que los elementos originales o históricos integrantes de la morfología física del Zócalo y su entorno, como recubrimientos, obras escultóricas y de ornato como la Fuente de San Miguel, conjuntos escultóricos, macetones o pebeteros, placas y pedestales, bancas de fierro fundido y luminarios artísticos de varios modelos, entre otros, serán conservados durante las obras federales.