Con la encomienda de educar a los pobladores de las colonias conquistadas por el reino de Castilla y León, España, los jesuitas se asentaron en la Ciudad de los Ángeles en el año de 1535. Pero en 1767 fueron expulsados por el rey Carlos III de todos estos territorios.
Después de casi un siglo, y de un largo período de conflictos armados en Puebla, en 1870 inició la restauración educativa de la Compañía de Jesús en el número 4 de la calle de Carnicería del centro de la ciudad, bajo el nombre de Colegio del Sagrado Corazón de Jesús que, décadas después, fue nombrado como Instituto Oriente.
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A lo largo de su historia, este colegio de inspiración jesuita, cambió 13 veces de ubicación y pasó por 10 cambios de nombre. Llegó a su sede actual en 1964 y, hasta la fecha, ha visto circular por sus corredores a miles de alumnos que, en todos los ámbitos, son reconocidos por su formación humana y su calidad académica.
EDUCACIÓN JESUITA
“Yo entré a la primaria del Instituto Oriente en 1948, ahí en la 21 Sur, junto al Alpha 1. El edificio era como una U, tenía los salones a los lados y al centro el patio. Llegaba hasta la 23 Sur y después había un terreno grandísimo donde había un campo de fútbol, que aún está”, expone Fernando García Limón, quien ha sido miembro del patronato de la universidad jesuita en Puebla (Ibero) desde hace 40 años y, en su momento, fue presidente de la asociación de ex alumnos Jesuitas.
Refiere que él su familia vivían en la calle de Tecali 715 (3 Poniente) y cuando su papá no los podía llevar al colegio, él se iba en su bicicleta con su hermana: “llevaba a mi hermana en el portabultos y la pasaba a dejar al Colegio Puebla, que estaba en la 11 poniente, entre la 13 y 15 sur. En ese tiempo teníamos clase en la mañana y en la tarde”.
“En cuarto año teníamos a un profesor que le decíamos el tío Pepe, siempre andaba con su traje azul clarito y se paraba en la entrada del colegio para recibir a todos los niños que pasaban a dejar sus papás”, recuerda.
Querido, respetado y admirado, el hermano José Jurado (1876-1962) gozó de gran popularidad a su paso por la comunidad educativa del Oriente. Se incorporó al colegio en 1922. Su figura fue tan emblemática que, en su honor, la cafetería actual de la institución se llama “Tío Pepe”.
Fernando detalla que el edificio de secundaria y preparatoria de la institución estaba en la 9 Poniente, entre la 15 y 17 Sur, y tenía una alberca en la que, además de practicar natación, pasaron buenos momentos.
El Instituto Oriente era un colegio para varones con estudios militarizados y tenía otras características que lo diferenciaban de las demás instituciones educativas: Su preparatoria era especializada y de dos años. Los alumnos elegían al área profesional que querían, ya fuera ingeniería, medicina, leyes, etcétera, y salían con pase directo a la Universidad Nacional Autónoma de México a la que estaba incorporado. Por ese motivo el bachiller era de dos años.
“Yo entré a la secundaria en 1953 y salí de prepa en 1958. Cuando me gradué fui al octavo piso de la torre de rectoría de la UNAM y me aceptaron directo en la Facultad de Arquitectura, no me hicieron ni examen. Regresé con mi inscripción”, enfatiza.
UN INSTITUTO MILITARIZADO
García Limón recuerda que en el Oriente les enseñaban desde cómo agarrar un rifle, marchas, ordenamientos y estrategias, incluso marchaban como los cadetes en todos los desfiles de la ciudad. En ocasiones los llevaban a la ciudad militar (25 zona) donde los instruían y les enseñaban la disciplina, entre otras cosas, como estaba constituidos los cañones, tanques de guerra, rifles y metralletas.
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“A los 17 años, todos los hombres teníamos que hacer el servicio militar. En la 6 poniente, junto a la iglesia de Belén, estaba un cuartel donde se iba uno a inscribir. Pero el colegio era militarizado y un jefe del cuartel iba a darnos instrucciones para el servicio militar. Yo salí del Instituto Oriente con mi cartilla”, advierte.
“El uniforme era muy bonito, portábamos saco azul marino, pantalón blanco, zapatos negros, un cinturón ancho color blanco con un escudo dorado. El quepí (gorro militar) también era blanco con el escudo del Oriente”, detalla y concluye García Limón.
Pese a que los alumnos de la institución recibían esta instrucción militar, oficialmente, el colegio recibió el nombre de Instituto Militarizado Oriente (IMO) el 1° de febrero de 1963, cuando la Secretaría de la Defensa Nacional lo autorizó.
LA NUEVA SEDE DEL ORIENTE
En la década de los sesenta del siglo XX se cimentó uno de los primeros fraccionamientos de Puebla de la época moderna: Jardines de San Manuel. En su momento, fue ejemplo de urbanización al contar con todos los servicios e incluir espacios para jardines, campos deportivos y escuelas.
El Instituto Oriente llegó como proyecto integrado a San Manuel. El conjunto arquitectónico estaba conformado por dos edificios con un entorno de campos deportivos, aunque ahora es muy diferente.
El primer edificio del Oriente fue inaugurado el 31 de julio de 1964 con una misa. La secundaria y el bachillerato dejaron la 9 Poniente, para trasladarse a su nueva ubicación en Avenida San Francisco y 14 Sur.
La preparatoria del colegio seguía siendo militarizado y solamente para varones, pero esto cambió en 1972 cuando se volvió mixta y se incorporaron mujeres.
La primaria dejó la 21 Sur, que había sido su sede treinta años, y se trasladó a San Manuel en 1976; y junto con la secundaria, se volvieron mixtos.
LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN PUEBLA Y SU RESTAURACIÓN EDUCATIVA
Cuatro años después de la fundación de la Ciudad de los Ángeles, en 1535, los primeros jesuitas se asentaron en Puebla con la encomienda de educar a los pobladores de la nueva colonia conquistada.
En 1767 los Jesuitas son expulsados por el rey Carlos III de todos los territorios conquistados por España. Después de casi un siglo, y un largo período de conflictos armados en Puebla, en 1870 inició la restauración educativa de la Compañía de Jesús en el número 4 de la calle de Carnicería (2 oriente y 5 de mayo) en el centro de la ciudad.
El Colegio del Sagrado Corazón de Jesús se fundó el 15 de enero de 1870 y era dirigido por un rector del clero secular, Fructuoso Pontón y Ponce, quien era sacerdote y también abogado. Para 1871 llegó el sacerdote jesuita, Antonio Espinosa de los Monteros, acompañado por los padres Vicente Báez y Antonio Cabrera.
La institución educativa recibió oficialmente el nombre de Colegio Católico del Sagrado Corazón de Jesús en 1873 y ocupó un nuevo edificio en la Sacristía de Capuchinas (9 Oriente 4 y 6) y calle Trasera de Arcos número 10 (11 Oriente 10).
El edificio que ocuparía el colegio los años siguientes fue inaugurado el 7 de enero de 1909, estaba en la Calzada de Agua Azul (11 Poniente y 11 Sur, inmueble de la Normal del Estado).
El inmueble se convirtió en cuartel de los carrancistas durante la Revolución, por lo que tras el conflicto armado, quedó semidestruido y desmantelado. Se recuperaron cinco mil volúmenes de la biblioteca original y el edificio fue restaurado, acondicionado y reorganizado por el padre y rector Joaquín Cordero Buenrostro, apoyado por un grupo de profesores.
Pero en 1926 inició la guerra civil en México, la Guerra de los Cristeros. Las persecuciones provocaron un constante cambio de lugar y de nombre del colegio. Hasta que los jesuitas perdieron definitivamente el edificio de la Calzada de Agua Azul, en 1928.
Esto dio lugar a la construcción de un nuevo edificio en la 9 Poniente 1508. Así, en 1938, nace el Instituto Oriente, con su escudo y lema (“Militia est vita”, la vida es lucha), y también la revista Forja, que tanta identidad le da a la institución.
Para la conmemoración de los 75 años de la institución, se puso la piedra para el plantel de la primaria en la 21 Sur (entre la 9 y 13 Poniente). El edificio se inauguró al siguiente año (hoy lo ocupa la Upaep).
En la actualidad, la institución educativa goza de gran prestigio y, sus alumnos y egresados, son reconocidos por su formación humana y su calidad académica.