Matracas, marionetas, pirinolas, carritos, trenecitos y, por supuesto, trompos, yoyos y baleros, son juguetes tradicionales mexicanos que aún perduran y llevan alegría a los más pequeños del hogar.
Estos juguetes, que representan nuestra cultura y tradiciones, son tallados en madera y pintados a mano por artesanos que han heredado el oficio de sus padres, por esto, cada uno de ellos es único e irrepetible.
Para empezar a dar forma a sus creaciones utilizan herramientas primitivas y maderas de la región que proviene del árbol de pino, aunque en la actualidad se está implementando el uso de madera reciclada para reducir el impacto de la naturaleza.
Una vez tallado el cuerpo del juguete, es momento de pintarlo y darle los acabados. Dependiendo de la complejidad de cada uno, el tiempo de fabricación por juguete puede ser de 3 horas hasta semanas.
Los papás de las nuevas generaciones son los que han mantenido vivos esta tradición de juguetes mexicanos, ya que al tener una de estas piezas en sus manos, rememoran su infancia y la comparten con sus hijos.
En Puebla, estos juguetes se elaboran no solo en la capital, también en el interior del estado. Los puedes conseguir en mercados de artesanía como El Parián.
Aquí te decimos el funcionamiento de los juguetes tradicionales más entrañables:
La matraca. Se usa para animar eventos y reuniones, porque es un instrumento que produce mucho ruido al hacerlo girar.
El trompo. Consiste en una peonza (forma de cono) acompañada de una cuerda que se enrolla alrededor del trompo y se tira con fuerza de uno de los extremos a la vez que se lanza contra el suelo, se consigue que el trompo rote sobre su punta y se mantenga erguido girando.
Yo-yo. Formado por discos de madera unidos con un eje central, mantiene una separación en la cual se enrolla un cordón anudado a un dedo para hacerlo subir y bajar. Se maneja sacudiéndolo hacia abajo.
El balero. Es un juguete de malabares compuesto de un tallo, unido por una cuerda a una bola, con uno o varios agujeros de un diámetro ajustado al tallo.
La pirinola. Es un juguete tradicional mexicano en forma de peonza pequeña que baila sobre su eje cuando se hace girar con un pequeño mango que tiene en su parte superior.