Durante la primera mitad del siglo XX se fundó el primer residencial de lujo en la ciudad que se asentó sobre el antiguo cerro de Centepec , el Fraccionamiento La Paz.
La inversión millonaria,fue un proyecto de Francisco Rodríguez Pacheco y otros cuatro empresarios poderosos y destacados de la época que con su propio capital realizaron la infraestructura necesaria para datar de todos los servicios al residencial, que supuso un reto al ser cimentado sobre un cerro.
- Te recomendamos: San Antonio, la zona roja del siglo XX en Puebla | Los tiempos idos
La obra superó las expectativas de los propios empresarios y de los habitantes de la ciudad de Puebla quienes se sumaron a este plan de desarrollo en construcción, comprando lotes con tdas las facilidades pago, sin enganche, sin intereses, para forjar sus historias de vida
El pequeño cerro
El valle en el que se fundó la antigua Ciudad de los Ángeles era cruzado por tres ríos (Atoyac, Alseseca y San Francisco), por lo que el agua necesaria para que la ciudad fuera salubre y sirviera como fuente de energía, era abundante. Además, el sitio estaba rodeado de cerros pequeños con una gran cantidad de bosques de donde se extrajeron los materiales para la construcción, ya su vez los montículos atajaron las fuertes corrientes de viento.
Uno de esos cerros era el Centepec que se encontró al occidente de la ciudad y que, a finales del siglo XVI, fue conocido como cerro de San Juan (hoy La Paz) porque en 1598, el capitán Gaspar Jimea , levantó en su cima una ermita dedicada a la Virgen de Gracia ya San Juan Bautista.
En la primera mitad del siglo XVII, cuando Juan de Palafox y Mendoza fue obispo de la Puebla de los Ángeles (1640-1648), acostumbraba hacer sus retiros espirituales en esa ermita. Hacia 1770, el santuario fue ampliado por el obispo Francisco Fabián y Fuero, pero más tarde quedó abandonado.
Para el siglo XVIII, las ruinas de la ermita de San Juan sirvieron como cuartel general del Ejército Mexicano durante la Batalla de Puebla. Desde ahí, para recuperar la ciudad, Porfirio Díaz movió sus tropas hacia la plaza central, el 2 de abril de 1867, bajando por el camino que hoy ocupa la Avenida Juárez.
Hacia principios del siglo XX, el cerro de San Juan eran sitio predilecto de los poblanos para ir de día de campo y disfrutar las carreras de caballos que se efectuaban en la falda sur. Para subir, paseaban por el rancho de San Sebastián (de la 13 sur hasta la Fuente de Los Frailes, por la Avenida Juárez) que tenía prados muy bonitos, magueyales y su propio quiosco.
Sobre el cerro Centepec, se encontró una cantera de piedra rojiza que desde la fundación de la ciudad, en 1531, había sido extraída para utilizar como grava para construir caminos. Su riqueza mineral fue de gran valía para la industria de la transformación en Puebla.
El 12 de diciembre de 1930 se fundó la fábrica Cementos Atoyac a las faldas del cerro, sobre lo que actualmente es Avenida Reforma Sur y Bulevar Atlixco (hoy se encuentra Suburbia y Walmart). La explotación de minerales continuó durante treinta años, hasta que un grupo de empresarios convirtió el cerro de San Juan en la zona residencial más moderna y exclusiva de la ciudad.
La poderosa sociedad
El 10 de mayo de 1947 la empresa Fraccionamientos de Puebla, SA, con oficinas en Avenida Reforma 514, comenzó a promover la venta de lotes en la colonia La Paz. Fue proyectada sobre el cerro de San Juan y terrenos de explotación de Cementos Atoyac por el ingeniero Ricardo de la Parra, quien era el gerente general.
La sociedad anónima estaba integrada por cinco socios . Fue fundada por Francisco Rodríguez Pacheco , quien fungió como director general, y sus amigos los empresarios Rómulo O'Farril, padre e hijo, Ramón Recasens y Guillermo Jenkins.
“Mi papá ya había construido la colonia Santa María (1932) y el fraccionamiento de la antigua Plaza de Toros (1936) en la zona del Paseo Bravo. Pero él tenía la idea de modernizar la ciudad, por eso hizo el Fraccionamiento La Paz que fue un proyecto monumental y carísimo que nadie había tratado de hacer porque era en un cerro que no contaba con servicios para ser habitado. Todo se hizo con el capital de la sociedad”, exponente Jorge Rodríguez Pacheco Refino , hijo de don Francisco.
Recuerda que su papá y Guillermo Jenkins se llevaban muy bien pero él siempre le decía: ¿Pancho, por qué no quieres hacer negocios conmigo?, porque don Francisco siempre hacia negocios con Rómulo O´Farril quien, Jorge asegura, era como hermano de su papá y socios en todo.
“Al final mi papá y don Guillermo si fueron socios en la colonia La Paz. Fue algo curioso porque uno de los problemas serios a los que se enfrentó el fraccionamiento cuando inició fue la cementera Atoyac, y él (Jenkins) era el accionista más importante de esa fábrica”, señala .
El Fraccionamiento La Paz quedó comprendido entre las calles 25 a 47 Sur y las avenidas 25 a 33 Poniente. Fue promovido como la futura ciudad jardín, la mejor colonia de Puebla, la mejor urbanizada, con precios bajos.
Un proyecto inmobiliario sin precedentes
Con una inversión de doce millones de pesos antiguos, solo en obra urbanística, el Fraccionamiento La Paz, superó las expectativas de los socios empresarios y de los habitantes de la ciudad de Puebla.
Para el 18 de mayo de 1947, solo 8 días después de haberse comenzado a promover el desarrollo inmobiliario, el departamento de ventas de la empresa Fraccionamientos de Puebla, S.A., hizo del conocimiento público, a través de un desplegado publicado por esta casa editorial, El Sol de Puebla, que las ventas llevadas a cabo en estos días habían superado sus propias expectativas. Agradeciendo la confianza de las personas que se sumaron a su plan de desarrollo en construcción, comprando lotes, e invitando al público a adquirir el suyo.
En un promocional de la época, propiedad del entrevistado, se lee como se promocionó la colonia: "Agua propia abundancia, drenaje particular, pavimento de concreto, alumbrado de lujo, y además, vende sus terrenos sin enganche, sin intereses y exentos del pago de contribución predial por diez años. Sus precios por metro cuadrado son de $ 30.00, $ 35.00, $ 40.00 y $ 50.00 el máximo”.
“Los terrenos se vendieron a 60 mensualidades (cinco años) ¡sin intereses!, y en un principio se dio el 10 % de descuento. La venta era trato directo con Fraccionamientos de Puebla, no a través de crédito bancario. Se vendían por sección, por ejemplo, había una sección que colindaba con el Panteón de la Piedad y esos terrenos eran de $ 24.00 (pesos antiguos) el metro. Pero había lotes de muchos tamaños, los más pequeños eran de 120-130 metros cuadrados con un valor máximo de 3 mil o 3 mil 500 pesos. Los de arriba, en el cerro, eran de 700-800 o mil metros, y costaban de 60-70 pesos”, detalla.
La captación de agua fue una obra monumental que va sobre la carretera federal a Cholula, a través de mantos freáticos. Donde está el Puente de México está la caseta donde hay tres bombas que mandan el agua hasta una caseta intermedia (donde estaba un encierro de la policía) y de ahí, el siguiente bombeo, va a lo alto del cerro, donde está el Monumento a laBandera. Esta obra fue inaugurada por el entonces presidente de la República, Miguel Alemán , en abril de 1948.
“En el Puente de México está el almacenamiento general del agua de La Paz. Para encontrar los niveles que se necesitaron para el drenaje se hicieron zanjas de 7 metros de profundidad. Esa obra la hizo la sociedad de Fraccionamientos de Puebla. También el alumbrado, la pavimentación de concreto y el camino (hoy bulevar a Atlixco) para llegar a la carretera federal a Atlixco”, señala.
“Para eso necesitábamos piedra de río. Teníamos tres quebradoras (molinos que hacen la piedra cascajo y sirve para el asfalto) a la orilla de los ríos, en distintas partes a 10 o 15 kilómetros de la ciudad de Puebla. Para fabricar los tubos y guarniciones que se utilizaron en el fraccionamiento, se instaló la fábrica de cemento donde hoy está la sucursal del banco HSBC, a un lado de la fuente de los frailes”, añade .
La nueva ciudad jardín
El Fraccionamiento La Paz fue un proyecto adelantado a su época que contó con todos los servicios urbanos y la infraestructura necesaria para ser el residencial más moderno y lujoso de la ciudad. Incluyó vialidades, jardines, iglesia y una escuela.
La iglesia de Nuestra Señora del Cielo se construyó en la década de los sesenta en el sitio que ocupó por más de doscientos años la ermita de San Juan. La obra estuvo a cargo de monseñor Rafael Figueroa Ortega, párroco de la iglesia de Santiago, quien era muy devoto de la Virgen del Sagrado Corazón.
“Don Rómulo quería mucho al padre Figueroa y por eso él quiso que fuera él quien hiciera la iglesia de La Paz que está en el cerro. También se hizo la primaria del Colegio Americano que está sobre la 29 sur. Antiguamente la escuela estaba sobre la 17 sur, entre la Avenida Juárez y 9 poniente” , asegura Jorge.
La Paz concentró a cientos de familias poblanas. Se dice que era colonia de libaneses y españoles que migraron del centro de la Angelópolis a la más exclusiva zona residencial de la ciudad.
Rodríguez Pacheco asegura que la colonia sí fue habitada por muchas familias españolas o libanesas, pero en realidad compró quien quisiera, incluso se especuló con los terrenos porque hubo gente que llegó a comprar 10 o 15 terrenos para hacer negocio inmobiliario.
“Un día estaba con el gerente, Ricardo de la Parra, haciendo la relación de clientes atrasados en sus pagos . En eso saltó el nombre de Evangelina M. Abreu y dijo: ´Yo conozco a esta persona, yo le cobro, comuníquenme con ella´. Entonces habló por teléfono con ella y le dijo que en la noche iría a visitarla”, narra.
“ La señora Evangelina tenía una casa de citas en la zona de roja de San Antonio. Había adquirido unos terrenos en la colonia La Paz por los que pagaba 350-400 pesos al mes. Tenía atrasadas 3-4 mensualidades, así que el señor le cobraría mil y pico de pesos. Resulta que al día siguiente que volvió el ingeniero dijo que los recibos que de la señora se los cargaron a su cuenta” , comenta sonriendo.
El cerro de La Paz también albergó la primera antena de televisión en Puebla, porque Rómulo O´Farril obtuvo la primera concesión de televisión en el país, el canal 4. Era una antena improvisada y estaba del otro lado de donde están las actuales.
“La antena era mínima y estaba cerca de la barranca de donde se abastecía la materia prima para los cementos (parados sobre la Juárez, frente el cerro, de lado derecho). Fue la primera concesión en el país y Puebla fue la primera ciudad de toda la República en recibir la señal de televisión. La primera transmisión que se hizo a través del canal 4, fue el informe del presidente Miguel Alemán Valdés”, concluye Jorge, quien recuerda que en esa ocasión hubo una ceremonia muy grande y una cena en El Merendero del hotel Lastra para los socios y gente de la sociedad poblana.
El diseño del fraccionamiento
Diseñar la colonia presentó una serie de dificultades por la altura y por ser un pedregal que se utilizaba para la explotación de minerales, pero la topografía del antiguo cerro de Centepec fue muy bien aprovechada.
“La colonia se conforma de tres zonas: la del cerro, encerrada en un meandro definido con la calle Teziutlán, que tiene carácter de boulevard. Las manzanas son todas diferentes en forma y tamaño. La lotificación en general es uniforme, excepto en las manzanas de ingreso por la Avenida Juárez y las del entorno del jardín, porque tienen los lotes más grandes”, expone el investigador Gustavo Velarde Tritschler.
- Te puede interesar: Rosticerías Toledo, una historia familiar de éxito comercial | Los tiempos idos
Refiere que en las dos manzanas del costado sur y la del poniente, los predios son de mayor tamaño se engalanan con las escalinatas, lo que indica que este sector y el del ingreso son los principales. Las demás manzanas fueron ordenadas de manera que las cabeceras dieran a la calle Teziutlán.
En las faldas del cerro se forman las otras dos zonas, asegura Velarde, y agrega que la del oriente forma una franja con manzanas de transición, emplazadas entre la calle Teziutlán y la antigua carretera Puebla-Atlixco. Esta carretera se convierte en borde desde allí, hacia el oriente, donde se forma el otro sector con manzanas y lotes más regulares, pero siguiendo con el mismo criterio de dar mayor superficie a las cabeceras.
“Ambos sitios se engalanan con la glorieta de la fuente de Los Ángeles. Esta zona fue habitada por sectores sociales de nivel medio y medio alto. Con el tiempo se formó en el trayecto de la Avenida Juárez, la "Zona Esmeralda" con comercios y despachos de alto nivel, lo que causa un impacto económico transformador que todavía no se detiene”, señala .
Asegura que el sector del poniente es relativamente uniforme en la parcelación, no así en la ocupación social y su arquitectura que fueron muy variables. Este sector se mueve en una gama que va de lo popular al nivel medio.
Los jardines y el arbolado ocuparon un lugar especial : cinco jardines, más la superficie de los camellones, más los jardines interiores de las residencias definitivas el antiguo yermo en un lugar muy fresco y agradable, puntualiza el investigador.