La oración puede resultar un arma poderosa cuando de pedir protección se trata, estas se elevan dependiendo las peticiones que la persona busque y hacia el santo que sean devotos, siendo la más común la Virgen María.

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Aunque estas pueden salir del corazón y la mente del creyente, existen algunos rezos predeterminados que pueden funcionar de manera universal si se busca sentirse resguardado de forma general.

Oración a la Virgen para pedir protección

Realizar oraciones a manera de protección puede ser beneficioso, estas se pueden elevar cuando se está pasando por un mal momento para obtener consuelo o bien, de forma regular para sentirse resguardado por los santos. Para buscar resguardo , se recomienda la siguiente plegaria hacia la Virgen María:

Santa María de Guadalupe,

cúbreme bajo tu santo manto protector;

no permitas que el maligno me haga daño

ni mi enemigo me lastime.

Morenita del Cerro del Tepeyac,

permíteme regresar con bien a casa,

cobíjame bajo tu manto de estrellas

para que no sufra ningún accidente.

Madre del verdadero Dios por quien se vive,

guárdame de las insidias y de los chismes;

de las malas amistades y de los problemas;

de las mentiras y las tentaciones.

Emperatriz de América,

tómame y resguárdame en tu regazo,

para superar cualquier dificultad,

siempre para gloria de tu Hijo Jesucristo

Amén.

Este tipo de oraciones se pueden realizar al iniciar el día o al finalizarlo, además, se puede modificar incluyendo palabras según la necesidad de la persona, por ejemplo, si se busca protección por temas de salud, se pide específicamente que la Santa Madre cuide de cualquier enfermedad que pudiera afectar gravemente.

¿Cómo rezar un rosario?

Rezar el santo rosario puede darles a las personas calma en momentos de estrés, para hacerlo no es necesario contar con una camándula a la mano y se empieza persignándose por la señal de la Santa Cruz seguido del acto de contrición. Luego de proclamar el misterio se reza un padre nuestro, diez avemarías y un gloria, los misterios varían dependiendo el día de la semana.

Los días lunes y sábado se rezan los misterios gozosos, aquellos que hacen referencia a la encarnación del hijo de Dios; miércoles y domingo son los misterios gloriosos, sobre la resurrección; martes y viernes, misterios dolorosos, la oración de Jesús en el huerto; y los días jueves son los misterios luminosos, haciendo énfasis al bautismo de Jesús en el rio Jordán.

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Para finalizar se rezan las letanías de la Santa Virgen María, seguido del cordero de Dios, el Padre Nuestro, Ave María, Gloria, Salve a la Virgen y la jaculatoria final que menciona “Ave María Purísima. Sin pecado concebida”. Los asistentes deben persignarse por ultima vez y finalizar la oración.