La triste historia de Oscar Wilde: la sociedad le arruinó la vida por ser homosexual

Pese a estar casado y tener dos hijos, el escritor sostuvo una relación con el hijo del Marqués de Queensberry

Guillermo Pichardo | El Sol de Puebla

  · martes 4 de enero de 2022

Una de las personas que fue víctima de diversas agresiones por su orientación sexual fue el escritor Oscar Wilde. Foto: Napoleon Sarony | Wikimedia Commons

A lo largo de los años, la comunidad LGBT+ ha atravesado por diversas luchas a fin de que sus derechos sean respetados y una de las personas que fue víctima de diversas agresiones por su orientación sexual fue el escritor Oscar Wilde.

La tiktoker Judith Tiral, que se identifica bajo el usuario @judithtiral, compartió un video de poco más de dos minutos, el cual acompañó con la leyenda “La trágica historia de Oscar Wilde. Estoy en Dublín ahora”.

La grabación la abre con la pregunta “¿Sabías que Oscar Wilde estuvo en la cárcel por ser homosexual?”, posteriormente aparece a cuadro un edificio que según narra la mujer se trata de la casa del escritor, ante lo que decidió contar su historia, pues afirma que poca gente conoce la vida que tuvo el dramaturgo irlandés.

La actriz de doblaje comentó que en ella estuvo presente un personaje que hacía alusión a la lucha de la comunidad LGBT+. Foto: Cortesía Disney

De acuerdo con la narración de Tiral, Wilde tuvo su momento cumbre como escritor a finales del siglo XIX, mismo periodo de tiempo en el que perdió la vida.

Debido a los estereotipos de la época, el escritor incluso se casó y tuvo dos hijos para ser esa la cara que daba al público, por lo que incluso la mujer señala que ya sea que fuera un hombre homosexual o bisexual, por el contexto de la época Victoriana lo ocultaba bien.

Aquellos años fueron llamados así debido a que en aquel entonces la reina Victoria gobernaba el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, dentro de las principales características de la época destacan los cambios en la economía y políticas británicas, mismas que se manifestaron en las costumbres, la literatura, la moda, la arquitectura, las relaciones familiares y las artes, en lo que a la sociedad respecta, la victoriana era conservadora, religiosa y sus valores eran los del trabajo, el ahorro, la familia con la mujer siempre en casa y el respeto a la fe.

Justo por todo lo anterior, el declararse homosexual o ser descubierto teniendo esos “comportamientos” podían llevar a una persona por dos años a la cárcel.

Pese a esto, Oscar Wilde tiempo después comenzó a salir con Alfred Douglas, quien era hijo del marqués de Queensberry, por lo que al ser un hombre de poder, tras conocer el comportamiento de su hijo decide tomar acciones pues “su imagen estaba siendo afectada”.

Ante esta situación, John Sholto Douglas comenzó una campaña de acoso contra el escritor e incluso comenzó a difundir la versión de que practicaba la sodomía, por lo que Wilde incluso intentó denunciarlo, pero ante la falta de pruebas las autoridades no podían proceder.

Un día Sholto le dejó una nota al dramaturgo en la que decía “para Oscar Wilde, el que presume practicar la sodomía”, documento con el que el escritor pensó que podría ganarle un juicio al marqués, pero por el contrario John logró demostrar que “practicaba la homosexualidad” por lo que fue sentenciado a dos años de prisión.

Debido a la fama que tenía por sus obras, la noticia acaparó todos los medios lo que para él se hizo bochornoso debido a que toda la gente hablaba de su sexualidad, por esta misma situación en repetidas ocasiones tuvo que ser cambiado de cárcel.

Tras salir de prisión vivió su peor momento, pues por su homosexualidad la gente comenzó a rechazarlo por lo que de estar en Londres, decidió auto exiliarse en París, mientras que su esposa decidió marcharse a Suiza junto con sus dos hijos e incluso se cambió el apellido por Holland.

Su nombre es Aaron Musser, un eclesiástico abiertamente queer. Foto: Facebook @stlukesLS

Por su parte en Nápoles se reencontró con Alfred, pero este encuentro sólo duró tres meses, pero aún en París sus amigos también le dieron la espalda.

En cuanto a su carrera, debido a que cayó en una depresión dejó de escribir a tal grado que se la pasaba todo el tiempo pidiendo dinero, por lo que llegó un momento en que nadie quiso ayudarlo.

Finalmente, murió en la indigencia y sólo en París a los 46 años de edad, ante lo que la mujer termina con una frase del propio Oscar Wilde que dice “No tengo duda de que ganaremos, pero el camino será largo y lleno de monstruos marinos”.

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