La Virgen María es una de las imágenes que marcó la conquista de México, porque su construcción legendaria tiene fondo, ya que desde el siglo XVl fue nombrada como una aliada de guerra, la voz de los ciudadanos y que apoyó la fundación de la Nueva España.
Denise Fallena Montaño, autora del libro “La imagen de la Virgen María en la retórica de conquista y fundación en los valle centrales de Puebla y Tlaxcala”, dijo que esta efigie, además tiene diferentes representaciones.
En Puebla, expuso que hay dos que tienen relación. Se trata de la “conquistadora de Puebla”, que fue traída por el conquistador Hernán Cortés y actualmente se ubica en una capilla del ex convento de San Francisco de la ciudad de Puebla. Mientras la segunda es la Virgen de los Remedios, cuyo santuario se encuentra en la cima de la Gran Pirámide de Cholula.
Una tercera representación está en Tlaxcala, estado donde es venerada la Virgen de la Asunción, que también es similar a la Virgen Conquistadora y de los Remedios.
“Esta Virgen sigue presente actualmente, son imágenes de devoción y que siguen uniendo pueblos y generando sentimientos en la población, porque desde su llegada a México su función sigue presente”, destacó la escritora, quien también es investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En su visita a la Biblioteca Franciscana, encontrada en el Ex convento San Gabriel, localizado en San Pedro Cholula, donde llevó a cabo la presentación de su libro, detalló que los primeros registros históricos de la Virgen María en estas imágenes, datan del año 1505, de acuerdo a la investigación realizada al caso específico de la Virgen conquistadora.
En tanto, a lo correspondiente de la Virgen de los Remedios o del Cerrito, la historia la registra desde 1590, año donde ya era venerada como la Inmaculada Concepción, aunque hay documentos que muestran que no siempre ha portado el Niño Jesús, porque hay fotografías donde no lo tiene.
La escritora finalizó su exposición al decir que la Virgen María está presente, está viva y sigue teniendo funciones en la vida religiosa de México.
Se debe decir que fue el Fray Francisco Morales de la Biblioteca Franciscana, el encargado de comentar este libro, el cual calificó vasto en el tema de investigación.