Se acaba la temporada de comer sin control y si te tocó el muñeco del roscón de Reyes seguramente ya te estás alistando para pagar la tamaliza. Pero, ¿conoces el significado de la celebración y por qué comemos tamales?
El 2 de febrero coinciden el festejo de la Virgen de la Candelaria y los 40 días que han pasado desde que nació Jesús. En nuestro país, esta celebración católica se fusionó con ritos prehispánicos relacionados con el fuego: las candelas (velas) de la Virgen de la Candelaria y el nacimiento del Sol, que coincide con el inicio de la temporada de siembra.
SIGNIFICADO DE LA CELEBRACIÓN
La tradición judía dice que las mujeres tienen que acudir al templo para presentar a su hijo y purificarse a los 40 días de dar a luz. Por eso, la Virgen acudió al templo para presentar a Jesús al cumplir la cuarentena.
En nuestro país, esta fecha coincide con el día en que los Mexicas celebraban el inicio de la temporada de siembra en que se llevaba a bendecir el maíz que luego se sembraría como tributo a los dioses Tláloc y Chachitlicuetl con el fin de obtener nuevas cosechas.
Los tamales eran ofrecidos a los dioses como un manjar y simbolizaban la vida, pues según las leyendas mayas, el hombre fue creado de maíz.
Durante la evangelización de los pueblos indígenas se produjo un sincretismo entre la cultura prehispánica, católica y judía, entonces se volvió costumbre “comer tamales” en lugar de bendecir el maíz.
Otra forma de celebrar el día de la Candelaria es que los creyentes presentan a sus “Niños Dios” en misa, ataviados con distintos atuendos, y después invitan a la celebración en su casa donde dan de comer tamales.
UN MANJAR IRRESISTIBLE
El tamal es un alimento elaborado con masa de maíz, relleno o no, envuelto en hojas vegetales para después ser cocido. El relleno es dulce o salado y puede contener carne, vegetales, chile, fruta y salsa. Suelen cocerse al vapor pero algunos los cocinan en hoyo como la barbacoa.
Cada región y estado del país tiene ciertos tipos de tamales, tantos que su variedad se calcula entre 500 y 5 mil en todo México; los más frecuentes son los envueltos en hoja de mazorca del maíz o en hoja de plátano.
Los de hoja de mazorca son los verdes con salsa de tomate y carne de puerco, de mole con carne de guajolote, dulces de color rosa con pasitas y los de elote tierno, también hay de rajas y epazote.
Entre los envueltos en hoja de plátano destacan los oaxaqueños de mole negro y los costeños con salsa de jitomate. En algunos estados del altiplano se acostumbran los tamales neutros de manteca para acompañar un guiso y en el campo son frecuentes los tamales de frijol.
A pesar de que en México se posee la mayor variedad de tamales que en ningún otro lugar, su origen ha sido disputado por varios países de América donde el maíz tiene preponderancia en la dieta, como Perú, Argentina, Chile, Boliviay los países de Centroamérica.