Cada 2 de noviembre las calles del barrio antiguo de Xonaca se convierten en el paso de calaveras gigantes, resultado de meses de trabajo colectivo.
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La creatividad de todos los participantes es admirada por miles de personas a su llegada al zócalo de Puebla. Con la edición 2024 el Festival Tamalista está cumpliendo dieciocho años de labor comunitaria que tiene como principal objetivo compartir y rescatar el valor de los oficios y del arte.
Daniel Bello creador del colectivo Los Tamalistas dio origen a este nombre inspirado en el oficio de su familia que desde hace más de tres décadas se dedica a la elaboración y venta de tamales. Aunque el festival es la actividad más popular del colectivo, existen otras más, como las exposiciones de arte centrando en artistas poblanos local, pues buscan darle impulso al talento local.
En 2013 parte de los Tamalistas viajaron a Rennes, Francia para impartir el taller de elaboración de calaveras para finalizar con el desfile y otras actividades las cuales tuvieron un buen recibimiento. En el mes de julio inicia el taller de elaboración de calaveras y con ello comienza el previo del festival, que ya cuenta con más de doscientos participantes, muchos de ellos trabajando desde casa y otros más asistiendo al Centro de Bienestar Social Xonaca.
Este taller es impartido por Noelia Bello, quien coincide con su hermano Daniel, en que la infancia y el juego de crear sus propios juguetes les dio la pauta para crear cada parte de la calavera, estos esqueletos están elaborados con materiales reciclados y orgánicos, como el papel, cartón, bolsas de papel de pan, hojas de árbol, palma, carrizo y el indispensable engrudo para darle forma a los huesos, cráneos, manos y todo lo que se necesite para crear el diseño de cada participante.
Benicio Arbicio viajó a Puebla desde Zacatecas en busca de Los Tamalistas, ya lleva algunos años con esta comunidad en donde ha encontrado coincidencias y colabora en esta ocasión de tiempo completo para la elaboración de la calaveras, que para él es un homenaje para sus personas que han muerto y comenta que cada persona que se encuentra involucrada le da su propia significación a estar participando en este Festival.
Las más recientes participantes son Lucero e Hilda Cortés Jaramillo, hermanas avecindadas en este barrio y que por mucho tiempo vieron los enormes esqueletos afuera de el centro del bienestar, decidieron participar por primera vez creando sus calaveras y comentan que es un proyecto bonito, que además les sirve para desestresarse después del día de trabajo, pero sobretodo para ver la importancia de la participación comunitaria.
