Santa Rita Tlahuapan, Pue. La exhacienda Molino de Guadalupe que fue parte del municipio de Tlahuapan y que hoy se encuentra en el territorio del municipio de Tlalancaleca, tras la fundación del mismo el 15 de Abril de 1926, es un atractivo histórico y turístico que se encuentra abandonado, pero ciudadanos esperan que sea rescatada por los tres niveles de gobierno, por la riqueza cultural que representa en la región de Texmelucan.
De acuerdo a la Cronista Municipal de Tlahuapan, Lucero Hassman Cosio, en el año de 1882, en el Valle de Texmelucan existían 21 Haciendas que se dedicaban a la agricultura y a la explotación de los montes, entre estas se encontraba “Molino de Guadalupe” que fue una de las más grandes de la región, por su extensión de 13 mil hectáreas, por el movimiento comercial e industrial que generó en su tiempo, contaba con una fábrica de loza fina y porcelana llamada “La Asunción”, además de un aserradero con el cual proveía una maderería y una fábrica de muebles en la ciudad de Puebla; sin olvidar el molino donde se producía harina de trigo.
La Hacienda Molino de Guadalupe, propiedad de Marcelino García Presno, junto con las haciendas de Eulogio Guillow, Félix Pérez y Enrique Evans, fueron de las primeras en desaparecer con la llegada de Venustiano Carranza al poder, ya que con el Movimiento Revolucionario, dicha hacienda fue de las más golpeadas en la región, por lo que su propietario la abandona sin que se conozca el motivo exacto, pero se sabe que posteriormente que el 12 de noviembre de 1914 se le privó de la posesión de su finca.
La hacienda fue destruida, su casco usado como cuartel por el Ejercito del General Domingo Arenas y gran parte de sus tierras repartidas entre los campesinos, ya que en ellas se fundaron cinco Colonias agrícolas, pero con los años dejó de ser parte del territorio del municipio de Santa Rita Tlahuapan, con la fundación del Municipio de San Matías Tlalancaleca, de tal manera que el casco de la hacienda y de las fábricas de “San Félix”, San Juan” y “La Asturiana” así como la población de Juárez Coronaco pasaron a formar parte del mismo y para 1933 ya se reportaba como “deshabitada y en ruinas”.
Finalmente, Lucero Hassman Cosio agregó que actualmente aún se puede admirar algunos restos que hablan de esplendor de lo que fuera la hacienda más grande y próspera de la región, como fue la Hacienda “Molino de Guadalupe”, como la capilla abierta, capilla privada, la casa grande con los escudos de la familia en la arquería de la entrada principal, algunas bodegas, las estructuras de las fábricas de “La Asturiana”, “San Félix” y “San Juan”, los restos de algunos de los puentes por donde pasaba el ferrocarril, parte de las calpanerías, las trojes y un torreón con las iniciales “M.G.P.”.
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