Zacatlán recibió el nombramiento de Pueblo Mágico en el 2011, uno que destaca por el entorno natural que lo rodea, la producción de la manzana y por atractivos como su mirador y los vitro murales.
Estos vitro murales es uno de los puntos más visitados por los turistas al ofrecer una forma de conocer los elementos más importantes del municipio por medio de mosaicos.
Además, forma parte del Paseo Barranca de los Jilgueros y culmina la caminata por la zona principal de Zacatlán. La historia de estos vitro murales es reciente, pero su significado encierra algo muy importante para la región y su cultura.
Los vitro murales de Zacatlán y el comienzo del proyecto
Fue en 2014 cuando comenzó el proyecto de los vitro murales, uno que fue impulsado por Mary Carmen Olvera Trejo, entonces regidora de Turismo y Desarrollo Económico del ayuntamiento de Zacatlán.
La intención del proyecto era conmemorar el 300 aniversario de la fundación del municipio, por lo que la regidora se encargó de la gestión de los recursos y de los permisos para su realización.
Por medio de los mosaicos se buscaba retratar los paisajes del México prehispánico junto a los momentos históricos y tradicionales de Zacatlán, tanto los lugares como objetos que la caracterizan.
Para la ubicación del mural se eligieron las paredes de los costados del panteón municipal debido a su gran ubicación al estar frente al Mirador de cristal, otro de los grandes atractivos de Zacatlán y desde el que se pueden observar aspectos naturales como la Cascada de Tres Marías.
El diseño del mural estuvo a cargo de la artista plástica Trish Metzner-Lynch, originaria de los Estados Unidos, además de contar con la participación de una gran cantidad de pintores, artesanos locales, una gran cantidad de voluntarios y artistas internacionales como Dick Davis.
Respecto a los materiales utilizados para su realización, los vitro murales constan de pequeños pedazos de mosaicos de diversos colores, azulejos, espejos reciclados, talavera y vidrios, los cuales fueron detallados por los artistas antes de ser colocados.
¿Qué simbolizan las figuras en el mural?
La inauguración del mural se dio el 10 de enero de 2015, aunque su construcción no culminó hasta 2016. El mural es de cerca de 100 metros de longitud y se compone de 12 grandes mosaicos que se divide en tres partes que simbolizan distintos aspectos de Zacatlán.
Su primer parte lleva por nombre “La vida eterna” y se compone de 11 cuadros bíblicos en donde se representa el origen del universo, el pasaje de Adán y Eva, entre otros.
En la segunda sección se encuentra la historia de Zacatlán, por lo que se ven representados elementos como las manzanas, el convento franciscano, el reloj Monumental, las cascadas de Tulimán, la elaboración de productos de lana, entre otros detalles.
Su tercera sección es la prehispánica y lleva por nombre “El universo Náhuatl” donde se puede ver la representación de los 13 cielos y los nueve inframundos de los pueblos nahuas. Además, se encuentran los dioses Huitzilopochtli, Tláloc y Tonatiuh.
La figura que encabeza esta sección del mural es Quetzalcóatl con una figura que sobresale de la pared principal y que es uno de los aspectos favoritos de quienes visitan el mural en Zacatlán. Como detalle, dentro de la boca de la llamada “serpiente emplumada” se encuentra un espejo para quienes buscan ver su reflejo en la imponente figura.