Nueve décadas de la colonia Santa María | Los tiempos idos

En sus inicios fue la más equipada y moderna de la ciudad, ahí vivieron personajes prominentes

Erika Reyes | El Sol de Puebla

  · sábado 5 de febrero de 2022

Francisco y Jorge, hijos del fundador de la colonia Santa María, don Francisco Rodríguez Pacheco, en la fuente que había en la rotonda a principios de los años treinta del siglo XX | Foto: Cortesía Jorge Rodríguez Pacheco

La colonia Santa María, al norte de la ciudad, se edificó sobre 75 hectáreas del rancho homónimo que colindaba con la federal a Tlaxcala. Surgió en 1929 como un proyecto adelantado a su época porque contaba con todos los servicios urbanos y la infraestructura para llegar a ser una de las colonias más equipadas y modernas de la ciudad.

Las casas se construían tipo “Quintas” y, a pesar de que no se planeó como residencial, muchas familias prominentes de la época vivieron ahí, fincaron sus casas alrededor de la fuente, hoy inexistente, que decoraba la rotonda jardín.

El proyecto contempló escuela, iglesia, mercado y un espacio para beneficiar a los trabajadores de Ferrocarriles Mexicanos con vivienda.

Te recomendamos: Así fue la visita histórica de Juan Pablo II a Puebla en 1979 | Los tiempos idos

Despacho de la empresa constructora Pacheco Henning y Compañía en la 7 norte 3411, colonia Santa María. Principios de los años treinta del siglo XX | Foto: Cortesía Jorge Rodríguez Pacheco

SE FUNDA LA SOCIEDAD

Mi papá compró el Rancho Santa María que tenía grandes extensiones, porque en esa época había persecución de terratenientes y él había estudiado en la Escuela Libre de Derecho de México y se dedicaba a defender a rancheros o hacendados que estaban perdiendo sus terrenos, entre otras cosas, porque él era empleado de una tienda de ropa”, asegura Jorge Rodríguez Pacheco, quien actualmente tiene 95 años y es hijo menor de don Francisco Rodríguez Pacheco, fundador de la colonia.

La propiedad perteneció a la Familia Villegas que estaba representada por el licenciado Rafael Rojina Villegas, que en ese entonces era Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y fue a quien mi papá le compró el rancho”, detalla.

Refiere que el administrador de la propiedad vivía ahí, en el rancho, un señor alemán que se llamaba Agustín Henning, a quien don Francisco invitó a participar en la construcción de la colonia Santa María. Así se integró la sociedad que se llamó: “Pacheco Henning y Compañía. Casas y Terrenos en Abonos”.

El casco del rancho estaba donde está el entronque de la Súper Carretera a México y la Federal a Tlaxcala. Intermedio, había otra propiedad que también fue de mi papá y se llamó Granja María Luisa. Ahora todo está urbanizado, parece que hay un Soriana. Ahí empezaba la colonia Santa María que era enorme”, señala.

Francisco Rodríguez Pacheco fundador de la colonia Santa María | Foto: Libro Memorias de mi Escuela

UNA COLONIA MODERNA

Comenta que las casas se edificaban como “Quintas” y se empezaron a construir entre 1931-32, y a pesar de que se fueron a vivir ahí familias prominentes de la época, los lotes no se vendían como residencial, dice que “los terrenos se vendían a $ 2.00 el metro y a 60 meses para pagar sin intereses”.

Ahí fueron a vivir personas como Miguel Abed, el licenciado Díaz Fuentes, o José Mijares Palencia que fue Gobernador en 1934, quienes se hicieron su casa alrededor de la rotonda jardín que era uno de los atractivos de la colonia, dice el entrevistado.

“También estuvieron ahí los tres pulqueros más famosos de la época: Luis Flores en la 46 poniente, Reyes Huerta en la 36 poniente y una señora que le llamaban ´La ñora´ en la 34 poniente, todos eran encierros pulqueros (bodegas). Ahí se recibían las barricas de pulque que traían de las haciendas de Tlaxcala y las distribuían en las pulquerías, pero también despechaban a las personas que llegaban a comprar”, asegura.

Agustín Henning socio fundador de la colonia Santa María | Foto: Libro Memorias de mi Escuela

Recuerda que había una fuente en la rotonda jardín pero cuando continuaron la calle 7 norte hacia el sur, en dirección al centro de la ciudad, la quitaron porque tuvieron que cortar la rotonda.

“La fuente estaba en la glorieta, sobre la 7 norte y la 40 poniente, donde también estaba un jardín con juegos infantiles. Cortaron la rotonda para continuar la 7 norte y que llegara el transporte que era ´Los rojos de Santa María´”, detalla.

En 1935, don Francisco Rodríguez Pacheco fundó PYCSA (Pacheco y Cía.), aquí en la Santa María, en la 7 norte 3609, fue la primera fábrica mexicana de conductores eléctricos a nivel nacional. A finales de esta misma década, se estableció Textiles Anáhuac de Pedro Budib, en la 38 poniente y 7 norte.

Enfatiza que la colonia Santa María se hizo con una visión del año dos mil porque fue el primer fraccionamiento que hubo en Puebla, y en otros lugares del país, que dotó de todos los servicios urbanos que hay en la actualidad a sus colonos.

“Don Francisco, que era una persona muy sociable, hizo y reservó una sección de la colonia Santa María para los ferrocarrileros y entre ellos estaba Genaro Sardaneta, que fue jefe de estación y vivió en el fraccionamiento hasta los cien años”, concluye el entrevistado.

Lee esto: Fue sede del béisbol, de futbol y recibió a Queen, es la trayectoria del Estadio Olímpico

Quinta o chalet de Agustín Henning, construido en la 36 poniente 706, entre 7 y 9 norte. Principios de los años treinta del siglo XX | Foto: Cortesía Jorge Rodríguez Pacheco

LO QUE DICE LA HISTORIA

Antiguamente el Rancho Santa María demarcaba, al norte, el límite de la ciudad. Para finales de la década de los años veinte, del siglo XX, contaba solo con 130 hectáreas porque “durante la Revolución se les fueron quitando extensiones de tierra a los propietarios de ranchos y haciendas que se le repartieron a los trabajadores de niveles bajos”, expone Carlos Montero Pantoja, catedrático del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP, doctorado en Arquitectura y Urbanismo con especialidad en Centros Históricos.

A la colonia Santa María se le destinaron 75 hectáreas del rancho, las otras se fueron urbanizando aparte. Surgió como un proyecto urbano, es decir, contaba con todos los servicios y la infraestructura; se vendía el predio y ya fuera que la empresa de Francisco Rodríguez Pacheco construyera la casa o de manera independiente lo hiciera el propietario. La colonia estaba completamente urbanizada, el comprador ya nada más se conectaba a los servicios urbanos”, señala.

“Desde un principio el proyecto contemplo una rotonda jardín, el terreno para la escuela, el mercado y la iglesia de Nuestra Señora de la Virgen del Rayo, conocida como el Rayito (de estilo neocolonial), con cargo a la empresa pero se manejaron como donaciones personales”, agrega.

Mapa de la colonia Santa María | Foto: Libro Colonias de Puebla de Carlos Montero Pantoja

Montero asegura que, como prototipo se construyeron cinco casas y las primeras tres fueron de: Irene Parra de García, 7 norte 3208; Florencio Zavala, 5 norte 3604; y Joaquín Mascarúa, 38 poniente 502 y 504.

UN PROYECTO INTEGRAL DE URBANIZACIÓN

El doctor refiere que las obras de urbanización comenzaron en 1929 aunque los planos fueron aprobados por el ayuntamiento en 1930. Con motivo de la Segunda Guerra Mundial, el socio de Francisco Rodríguez Pacheco, Agustín Henning, tuvo que abandonar Puebla, entonces la empresa fundadora cambió su razón social a “Pacheco y Compañía”.

Dice que la colonia Santa María se inicia con el nacimiento de la modernidad en el mundo (1929), con la arquitectura Art Deco. En esa época el prototipo arquitectónico que imperaba en el mundo eran los chalets, que aquí se conocen como “Quintas” y se les ponen un nombre; son viviendas construidas al centro del predio para que tengan luz y aire por los cuatro lados, y generalmente son segunda residencia, de descanso, aunque en el caso de Santa María no fue así.

“El prototipo de estas casitas era con jardín, sala, comedor, cocina, generalmente dos recámaras, andadores y una pequeña terraza en la parte del traspatio”, detalla.

Te sugerimos: De Estados Unidos a Puebla, así comenzó la venta “fayuca” en el CH de la ciudad | Los tiempos idos

Aspecto de la colonia Santa María (1969-1972) | Foto: Archivo General Municipal de Puebla

En el libro Colonias de Puebla del doctor Montero, se lee que en 1933, las casas se promovieron así: “Colonia Santa María. Con $ 70.00 mensuales, sin nada de contado, puede usted ser propietario de una magnífica residencia, (…) Pacheco y Henning y Cía, S. en C. 7 norte 3411”.

También se lee que: “la Santa María fue la mayor de todas las colonias contemporáneas (…) Su elemento central es una gran rotonda-jardín tan amplia que varias casas se acomodan en su círculo, en el centro una fuente sencilla; por uno de sus lados era la entrada a Puebla viniendo de Tlaxcala, por tanto, era un remate visual y ´puerta de la ciudad´”.

Montero Pantoja concluye diciendo que cuando la colonia comenzó todavía pasaba por ahí el ferrocarril, de hecho la Avenida Héroes de Nacozari ocupa el lugar de la vía del tren. Hubo vecinos que no aguantaron el ruido y se fueron. Para finales del siglo XX se empezó a hacer una colonia más popular.

Construcción del Mercado Santa María (1958-1963) | Foto: Archivo General Municipal de Puebla

CIRCUITO LOS ÍDOLOS

“Mi abuelita Clara vivía en el fraccionamiento chiquito que está dentro de la colonia Santa María. Fue construido para beneficio de trabajadores de los Ferrocarriles Nacionales de México, que es donde trabajó mi papá, Pedro. Ella vivió ahí muchos años hasta que se fue a vivir a Morelos”, dice Omar Granados, pianista y maestro de música en Musical Arts Center de San Antonio, Texas.

“La dirección oficial es circuito los ídolos o Unidad Habitacional Los Ídolos, sobre la 48 poniente y 9 norte. Se llama así porque cuando estaban escabando encontraron estatuillas que debieron de ser de una cultura indígena. Es un grupo como de 40 casas que están justo por la vía del tren”, agrega.

Refiere que en las casas vivieron trabajadores y retirados de los ferrocarriles, pero con el tiempo murieron y las familias han rentado o vendido. Dice que fueron financiadas a través de Infonavit y todas son iguales: chiquitas de dos pisos, dos recamaras, sala, comedor, cocina, patio y un espacio para construir un cuartito más arriba.

“Todos se conocían ahí adentro, a la fecha quedan dos o tres de los vecinos fundadores como don Cándido que todavía vive ahí, si llegó me sale a saludar”, asegura.

“Cuando mi abuelita se fue yo le rente esa casa a mi papá por cinco años. El tiempo que viví ahí nunca tuve ningún problema, era tranquilo y silencioso. Mi hermano todavía usa esa casa como oficina. Antes cualquiera podía entrar pero los vecinos le pusieron una reja y ahora tienes que tener una llave para entrar y salir”, advierte.

Don Francisco Rodríguez Pacheco con sus hijos, Francisco y Jorge, en la rotonda jardín de la colonia Santa María a principios de los años treinta del siglo XX | Foto: Cortesía Jorge Rodríguez Pacheco

VIVIR EN SANTA MARÍA

“Cuando mis papás se casaron se fueron a vivir a un departamento en la colonia Santa María. Yo nací ahí en 1982, recuerdo que todavía pasaba el tren por ahí. Los departamentos eran del licenciado Nava, él tenía una quinta muy grande sobre la héroes de Nacozari y 38 poniente, la fracciono e hizo departamentos en la parte interna”, comenta Alberto J. Gutiérrez Aguayo.

En 1989 nos cambiamos a la casa de Juan López y Jiménez, quien fue uno de los primero habitantes de la colonia. Él vivía solo pero heredó a su sobrina Socorro la casa que era muy grande y estaba en 36 poniente, entre la 5 y la 3 norte. Ella la dividió en dos y nos vendió una parte a nosotros y la otra a Juan Rabago Cernicchiaro, con quien hicimos una buena amistad. Ahí sigue viviendo mi papá y por eso tengo los planos”, agrega.

Recuerda que cuando era niño lo llevaban en triciclo a la rotando donde había un pequeño jardín, bancas de cemento y un monumento a los fundadores, Francisco Rodríguez Pacheco y Agustín Henning.

Las casas eran quintas y muy bonitas, dice y asegura que, en la 32 poniente entre la 9 y la 7 norte, hay una casa que en la fachada tiene como si fueran troncos es de la familia Guerra. Dice que el abuelo de la familia me comentaba que la gente acostumbraba tener animales, el señor montaba a caballo e iba donde estaba el Parque de Los Ídolos; donde había milpas y una pequeña laguna, ahora es la unidad habitacional.

Te va a encantar: Esta es la historia de La Constancia, cuna del desarrollo industrial de Puebla | Los tiempos idos

Plano de la quinta de Juan López y Jiménez que fraccionó su sobrina y vendió en dos partes | Foto: Cortesía Alberto J. Gutiérrez Aguayo

En la rotonda de Santa María hay una casa que me encanta, siempre digo que la voy a comprar, tenía cúpulas y un palomar, el dueño ponía su banquita en el jardín y se sentaba ahí, tenía arboles de aguacate y un naranjo que daban frutos, incluso los vecinos iban a pedirle aguacates. El señor falleció y quedo intestada, ahora está en ruinas, en la 34 poniente 9 norte”, detalla.

“Yo fui al kínder Rosaura Zapata que está ahí y en la primaria ingrese a la escuela Pacheco y Henning en 36 poniente, entre la 11 y 9 norte”, señala.

En el libro Memorias de mi Escuela, editado en 1960 por José María Cajíca, y disponible para su consulta en el Archivo General Municipal de Puebla, se lee:

El primero de febrero de 1934, abrió sus puertas a la niñez poblana, la Escuela Primaria Oficial ´Licenciado J. Rafael Isunza´, en la casa número 716 de la Avenida 32 Poniente de la colonia Santa María (…) el arrendamiento del local que ocupaba la escuela era pagado por la firma Francisco Rodríguez Pacheco y Compañía. Funcionó en este local hasta que se terminaba la construcción del sitio destinado para ella en la Avenida 36 Poniente número 908”.

La escuela quedó terminada y lista para ser inaugurada, el 5 de febrero de 1935. El primero de enero de dicho año, se designó a María de los Ángeles Cervantes como directora de la institución, quien cambió el nombre de la escuela por el de “Pacheco y Henning”.

Otro plano de la quinta de Juan López y Jiménez que se vendió a la familia Gutiérrez Aguayo y a Juan Rabago Cernicchiaro en 1989 | Foto: Cortesía Alberto J. Gutiérrez Aguayo

En la Puebla Colonial vivió una mujer que habitaba una de las casonas de la Calle de la Nahuala. Foto: Google Maps y Cortesía

En el siglo XVIII Puebla vivía una peste terrible y atravesaba una crisis económica amenazante. Foto: Freepik

La joven doncella se dejó guiar por sus sentimientos y se enamoró de un hombre de mediana posición. Fotos: David Ramírez Huitrón y Cortesía