¿Sabías que además del español, en México se hablan 69 lenguas originarias? Un dato verdaderamente fascinante, sobre todo si tomamos en cuenta que estas tienen miles de años de antigüedad; pero lo más sorprendente de todo, es que hemos incorporado al español algunas palabras que provienen del náhuatl.
Y es que el náhuatl es una de las lenguas indígenas con más hablantes en México junto con el maya y el tseltal, pues suman más de siete millones de personas que la hablan, por lo que no es raro que poco a poco se hayan incorporado palabras propias de esta al español, las cuales utilizamos a diario.
A continuación, te compartimos 25 ejemplos de palabras que los mexicanos usamos de manera regular, y si no las conocías, pues empieza a integrarlas a tu vocabulario porque simplemente ¡son preciosas!
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Cacahuate: proviene del náhuatl “tlalcacahuatl”, que significa “cacao de la tierra”. Se compone de “tlalli” que es tierra, y “cacahuatl”, granos de cacao, porque la vaina de sus semillas está sobre tierra.
Aguacate: un dato curioso de esta palabra del náhuatl “ahuacatl”, que significa “testículo”, incluso el parecido con esa parte del cuerpo del hombre está claro ¿cierto?
Apapachar: del náhuatl “apapachoa”, que significa “ablandar algo con los dedos”. Actualmente esta palabra se traduce como “palmada cariñosa o abrazo con el alma”.
Chapopote: viene de “chiapopotl”, que es una sustancia negra y espesa que proviene del petróleo.
Chapulín: proviene de “chapuli”, es un insecto octópodo y herbívoro que se consume en algunas regiones del país.
Chicle: esta palabra viene de “tzictli”, en referencia a la goma de mascar. Antiguamente, la resina del árbol de chicozapote se utilizaba como chicle; ahora, esta golosina tiene sabores mucho más dulces e incluso picantes.
Chilpayate: viene de “chilpayatl” y significa niño de corta edad.
Chípil: del náhuatl “chipili” y quiere decir niño llorón o melancólico.
Chocolate: proviene del náhuatl “xocolātl”, es el alimento que se obtiene de la mezcla del azúcar con la masa y la manteca del cacao.
Comal: viene del náhuatl “comalli”, que significa disco de barro para calentar tortillas o cocer granos de café o cacao.
Cuate: proviene del náhuatl “cóatl”, el cual, curiosamente significa serpiente, pero también mellizo.
Esquite: del náhuatl “izquitl”, que significa maíz tostado en el comal.
Guacamole: esta deliciosa palabra se origina del náhuatl “ahuacamolli”, formado por “ahuacatl” (aguacate), y “mulli” (salsa).
Hule: viene de “oli”, que es una goma elástica que se obtiene del jugo lechoso de algunas plantas.
Itacate: eso que pides para llevar en las fiestas, viene de “itakatl” y es una provisión de alimentos que alguien se lleva cuando va al trabajo, especialmente en el campo.
Jícara: esta palabra proviene de “xicalli”, y significa vaso hecho de la corteza del fruto de la güira, que sirve para poner líquidos en él.
Mecate: del náhuatl “mecatl”, que es una cuerda con la que se amarran las cosas, la cual puede estar hecha de diferentes materiales, generalmente de fibra de maguey.
Mezcal: esta simbólica bebida mexicana, viene del náhuatl “mexcalli”, palabra compuesta por “metl” (maguey) y “xcalli” (cocido).
Mitote: aunque suene chistoso, este término viene de “mitotl” y es una fiesta muy alegre y ruidosa, aunque cuando te dicen que vayas al “mitote” puede ser divertido asistir, o quizá no.
Papalote: viene del náhuatl “papalotl”, que significa mariposa.
Popote: proviene del náhuatl “popotli”, se refiere al tallo seco y hueco de las gramíneas, mismo que crecían con abundancia alrededor de la Gran Tenochtitlán.
Tianguis: del náhuatl “tiyānquiztli”, que significa mercado.
Tlapalería: proviene de “tlapalli”, que significa color o tinte, y hace referencia a un lugar donde se venden utensilios de pintura, electricidad y carpintería.
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Tocayo: de “togayotl” y se refiere a una persona con la que se comparte el nombre.
Wey: aunque no lo creas, también este término proviene del náhuatl “huey” que varía en significados. Puede ser grande, gran, venerado, honorable y que los españoles equipararon a “buey”.