Catrinas, mariachis y calabazas son tan solo algunos de los diseños que tiene el papel picado producido en Confestin, una de las varias empresas de San Salvador Huixcolotla dedicada a elaborar esta artesanía característica de la temporada, que se ocupa para adornar las ofrendas con las que espera a las almas de los fieles difuntos.
En la empresa, propiedad de la familia Vivanco Palacios, trabajan 15 personas y terminaron de producir el papel picado para las fiestas de Todos Santos a mediados del mes de octubre porque la venta por mayoreo se cierra por esos días, debido a que el vendedor final comienza a exhibir la mercancía en los mercados y establecimientos comerciales.
Miguel Ángel Vivanco Ponce contó que el panorama anterior se replica en el resto de los negocios dedicados a elaborar papel picado y detalló que, para el Día de muertos, en confestin elaboran hasta 50 productos diferentes, ya que el papel picado se vende en distintas medidas y presentaciones, con diseños tradicionales o sobre pedido.
“Hay un sinfín de cosas, podemos hacer arañas, telarañas, calabazas, fantasmitas y prácticamente son los mismos diseños, con la diferencia que incorporamos un dibujo o dos, este año sacamos un espantapájaros que sacamos hace cinco años pero lo volvimos a retomar”, compartió.
Respecto al material, explicó que trabajan papel china, metálico y plástico, mismos que “pican” usando tres técnicas diferentes: cincel, que se realiza totalmente a mano; suaje, que se logra con una máquina y, por último, con láser, que es la técnica de novedad para lograr un acabado más fino.
“Son varios tamaños de papel picado los que hacemos, el pliego mide 50 por 75 centímetros y de ahí partimos, hacemos los llamados medios, que son la mitad de un pliego de papel, cuartos, octavos, todo eso sale de un pliego de papel que vamos dividiendo (…) hay quien lo compra en tira, pero también lo hacemos así nada más, porque algunos lo ocupan como carpeta para adornar la ofrenda”, agregó.
Vivanco indicó que la Ciudad de México es su principal punto de venta, sin embargo, gracias al internet sus productos han llegado a otros países y eso es algo que lo hace sentir muy orgulloso.
Contó que junto con su esposa inició el negocio del papel picado hace 32 años, luego de un periodo en el que fue revendedor y se dio cuenta que obtendría más ganancias si se dedicaba a producir las artesanías.
Aunque su negocio sigue siendo rentable, expuso que en Huixcolotla, considerada la cuna del papel picado, han surgido nuevos artesanos y eso aumenta la competencia y la necesidad de innovar, por eso es que se dedican a elaborar productos para las diversas temporadas pero también los diseñan para eventos sociales y hacen algunos personalizados para marcas o empresas.