La escena de mujeres llorando en una capilla de velación o en torno a un ataúd en un cementerio es común y nada fuera de lo normal, pero pocos imaginan que algunas de esas mujeres quizá se encuentren pagadas para cumplir con esa sencilla tarea de regalarle unas lágrimas al difunto y es algo inimaginable porque actualmente ya no se practica, pero llego a ser un popular oficio.
Por lo que si estás en busca de empleo, las lágrimas son lo tuyo y en Televisa no han descubierto tu talento, aquí te contamos un poco más de las plañideras, uno que aunque no lo creas era de los oficios más populares pero no simplemente ere “rentarse” por llorar, hay más detalles que aquí te vamos a revelar, pues su origen es más antiguo de lo que se cree.
¿Cómo surgieron las plañideras?
Este oficio data en México desde mediados del siglo pasado y consistía en rentarse para llorarle a los muertos sin necesidad de conocer a la familia del difunto, aunque el requisito era derrochar lágrimas para el difunto, aunque su origen es más antiguo, pues radica en el antiguo Egipto, pero regresando a nuestro país su auge se dio en los años posteriores a la Revolución Mexicana.
Dicha costumbre se dio principalmente en el centro del país, destacando en los estados de Michoacán, Querétaro, San Luis Potosí, Guanajuato, Ciudad de México y Estado de México, aunque su epicentro era San Juan del Río, donde los hacendados hacían la solicitud de estas mujeres para que a sus muertos no le faltaran lágrimas al momento de decirles adiós.
Los principales contratantes eran personas adineradas, pero no se trataba simplemente de llorar por llorar, pues a las mujeres les era entregada una descripción del fallecido, además de resaltar las bondades del personaje, por lo que era considerado un honor ser contratadas de esta manera, pese a que haya sido o no querido en vida tanto por sus familiares como por otras personas.
Plañideras, de un oficio a una cómica tradición
Pero después de que fuera uno de los oficios más importantes en San Juan del Río, en busca de mantener viva esta tradición, año con año se realiza el Concurso Nacional de Plañideras, el cual tiene más de una década realizándose y que mejor fecha que en el marco del Festival del Día de Muertos, aunque sin la seriedad que en aquella época requería.
Y es que en alguna de las ediciones se planteó darle la seriedad que durante las post revolución tuvo, pero debido a que no contó con el éxito esperado, sus organizadores se plantearon darle la vuelta a esta tradición con un toque más divertido para regalar un momento ameno para toda la familia en lugar de un momento en el que el dolor se contagiara agregándose a otras penas.
Tal es la relevancia de este certamen que ahora se hereda a las generaciones más jóvenes, pues incluso las mujeres más pequeñas ya buscan incursionar, algunas sin preparación, otras más planeando desde su vestuario y hasta mejorando su capacidad de improvisación, pues hasta el momento de pisar el escenario las concursantes conocen el personaje al que tendrán que dedicarle sus lágrimas.