La religión católica tiene una serie de preceptos que, de acuerdo con la biblia, ayudan a tener una mejor vida de acuerdo a los designios de Dios y uno de estos puntos es la prohibición en el uso de tatuajes, pese a que estas marcas ha formado parte de las sociedades del mundo a lo largo de por lo menos cinco mil años.
Este señalamiento se encuentra establecido en la biblia hebrea, en su libro del Levítico específicamente en el capítulo y versículo 19:28, en el cual se señala “No os haréis cortes en vuestra carne por los muertos, ni os haréis marcas en vosotros mismos”.
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¿CUÁL ERA EL SIGNIFICADO DE LOS TATUAJES EN LA ANTIGÜEDAD?
En el pasado, los tatuajes eran utilizados en el duelo y los rituales de la muerte, principalmente por los paganos, mientras que, en el caso de los egipcios, la gente era marcada con el nombre de un dios, un sacerdote o un faraón como símbolo de propiedad, en tanto que las mujeres los utilizaban como adornos que diferenciaban las clases sociales.
Por su parte, en la antigua Mesopotamia estos diseños se utilizaron para marcar a las personas esclavizadas, por lo que, tras el escape de la esclavitud egipcia en la antigua ley judía, la Torá prohibió los tatuajes debido a que eran “el símbolo de la servidumbre”.
Pero el Levítico no es el único libro que aborda el tema, por su parte el de Isaías en su capítulo y versículo 44:5 se señala “Uno dirá: 'Yo soy del SEÑOR'… Otro marcará su brazo 'del SEÑOR'”, haciendo parecer al tatuaje como señal de sumisión a un Dios, dejando de lado la parte humana.
Ambas citas generaron que se dieran diversos debates en torno a las teorías sobre el significado de la prohibición en la religión de este tipo de marcas, pues mientras algunos pensaban que la prohibición sólo radicaba en ciertos mensajes, en casos como la ley talmúdica, sólo habla de su uso como idolatría, pero no acerca de la esclavitud de una persona.
¿CÓMO SURGIERON LOS TATUAJES?
Hasta ahora, la muestra más antigua del surgimiento de los tatuajes se ha encontrado en momias de la cultura Chinchorro en Chile, cuyas marcas datan del año 2000 a.c., mismo que consiste en un bigote delgado sobre el labio superior de un hombre adulto, aunque se han encontrado las posibles herramientas para esta actividad con 6 mil años de antigüedad.
Por otra parte, en 1991 se encontró una momia neolítica dentro de un glaciar de los Alpes de Ötztal, la cual contaba con 77 tatuajes en su cuerpo, tal es el grado de conservación de la piel de esta momia, que es conocida como el “Hombre de Hielo”.
Desde entonces ha tenido usos como el arte, de creación de significados rituales o simbólicos, para marcar o señalar a los criminales e incluso como un fin terapéutico, semejante a la acupuntura, además de para diferenciarse los unos con los otros, mientras que unos más los dedicaron al culto hacia los muertos, pues la tinta era ceniza resultado de una cremación.
Finalmente, la palabra tatuaje proviene del samoano “tátau”, que significa marcar o golpear dos veces y se incorporó al español desde el francés, tatouage, por parte de los marineros que viajaban por el océano Pacífico y que encontraron a los samoanos, descubriendo esos diseños.
