La Semana Santa llegó, y seguramente las personas que asisten a los actos religiosos, en alguna de las procesiones han llegado a notar a algunos participantes con túnicas especiales, algún antifaz o con alguno de los tradicionales capirotes, unas vestimentas que datan de la Edad Media, pero ¿por qué se utilizan? Conoce su origen y significado.
La también llamada Semana Mayor se trata de una de las celebraciones más grandes de la Iglesia Católica, que año con año conmemora la pasión y muerte de Cristo.
Este 2023 tendrá lugar del domingo 2 al domingo 9 de abril, periodo en el que los feligreses participarán en diferentes actos alusivos, entre ellos las procesiones que se remontan muy atrás en el tiempo, con sus respectivas tradiciones, tal y como es el caso de los capirotes.
Origen de los capirotes y significado
Las personas que, dentro de las procesiones de Semana Santa se encuentran ataviadas con túnicas y con el rostro tapado, lo hacen para portar los tradicionales capirotes, se trata de un gorro puntiagudo o 'cucurucho' de cartón con tela, que cuenta con una con una abertura en la parte superior para la cabeza y una larga punta que se extiende hacia arriba, el cual se ponen los nazarenos en la cabeza como parte de su traje durante los desfiles.
El origen de este accesorio típico de las celebraciones religiosas de Semana Santa se remonta al siglo XV, durante la época de la Santa Inquisición cuando, de acuerdo con la agencia de noticias católicas ACI Prensa, el Santo Tribunal colocaba estos sombreros altos de forma cónica a aquellas personas que eran condenadas.
Por esta razón, los condenados eran obligados a portar un capirote sobre su cabeza, el cual podía ser pintado con motivos alusivos a la falta que cometían. Asimismo, junto a este los acusados también debían hacer uso del sambenito que cubría el pecho y la espalda; de esta forma ambas prendas se usaban para señalar al reo en el auto de fe por haber atentado contra Dios y la Iglesia.
Cada elemento que compone este ‘cucurucho’ tiene un significado distinto; de entrada, su forma cónica hace referencia al acercamiento del condenado con el cielo, mientras que la tela que cae sobre la cara y el pecho, sirve para ocultar el rostro y guardar la identidad del penitente.
Otro de los componentes fundamentales del capirote es el color y cada uno tiene una razón diferente: rojo para hacer referencia a la sangre y pasión de Cristo; negro para representar el luto y blanco para relacionarlo con la pureza.
Significado de los capirotes en la Semana Santa
Años después, las hermandades religiosas y cofradías de la ciudad de Sevilla, en España, decidieron adoptar el uso del capirote en el siglo XVII, como un símbolo de penitencia y humildad; posteriormente la práctica se extendió por todo el país y terminó por ser un elemento imprescindible en las vestimentas nazarenas.
En los últimos años, los capirotes han evolucionado y hoy en día suelen fabricarse con materiales y formas que ayudan a sostener el cucurucho sobre la cabeza y, sobre todo a mejorar la ventilación para minimizar el sufrimiento del cofrade y se cree que su uso se original es la idea de que aquellos que se arrepienten de sus pecados deben ocultar sus rostros y ser humildes ante Dios.
El uso de los capirotes en México
A pesar de que la tradición del uso de capirotes en Semana Santa se remonta a España, lo cierto es que también se usa en países de habla hispana como México, Colombia o Guatemala, aunque su forma y significado pueden variar, ya que en algunos casos se utilizan para representar diferentes personajes bíblicos, como los soldados romanos que crucificaron a Jesús, mientras que en otros se utilizan simplemente como un accesorio tradicional de las procesiones.
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En México, su uso se remonta al período colonial y está más asociado con la representación de personajes bíblicos en las procesiones religiosas, principalmente en las ciudades o localidades del país, donde participan miembros de las hermandades religiosas, conocidos como “cofrades”.
Estos cofrades visten túnicas de colores, a menudo bordadas con símbolos religiosos y llevan capirotes a juego para representar a los personajes bíblicos que participaron en la Pasión de Cristo, por ejemplo, en algunos casos se usan para personificar a los discípulos de Jesús, mientras que en otros simbolizan a los soldados romanos que lo crucificaron y en algunos casos los utilizan para representar a los penitentes que buscan expiar sus pecados.