Aunque la llamada “Visita de las Siete Casas” suele ser utilizado como un escaparate para tomar un paseo con la familia y terminar el recorrido con la degustación de distintos antojitos mexicanos, postres o botanas al exterior de las iglesias católicas, este debe ser tomado como un tiempo de reflexión e incluso la visita de cada uno de los templos tiene un significado en específico.
Es por ello que, si eres un creyente católico que cada año con la llegada del Jueves Santo sigues esta tradición, pero no la habías analizado, aquí te compartimos más detalles de esta tradición que simboliza el acompañamiento a Jesús durante el camino que transitó desde la noche de su captura hasta que fue crucificado el Viernes Santo y lo que representa cada iglesia que se visita.
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¿Qué representa cada iglesia en la Visita de las Siete Casas?
En el caso de la primera iglesia, esta recuerda el trayecto que realizó Jesús desde el Cenáculo, sitio en el que celebró la Última Cena, hasta el huerto de Getsemaní, en el que oró y sudó sangre; en lo que respecta a la segunda iglesia, en esta se debe meditar sobre todo lo que pasó desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, el Sumo Sacerdote, lugar en el que fue interrogado y abofeteado.
El llegar a la tercera iglesia se asimila con la tercera estación y su oración se centra en el recorrido que Jesús realizó hasta la casa de Caifás, donde recibió escupitajos, insultos e incluso padeció dolores toda la noche; en tanto que la cuarta iglesia se debe centrar en la reflexión de la primera comparecencia de Jesús ante Pilato, donde cristo es acusado por los judíos de levantar falsos testimonios en su contra.
Por su parte la quinta iglesia es en donde se acompaña al Señor en su comparecencia ante el rey Herodes, mismo que lo injuria junto con sus guardias; mientras que la sexta iglesia sirve para meditar la segunda comparecencia de Jesús ante Poncio Pilato, en la cual a Dios le fue colocada la corona de espinas, además de que se decide condenarlo a muerte frente a la muchedumbre.
El recorrido termina en la séptima iglesia, en la cual se recuerda el recorrido que Cristo hace desde la casa de Pilato hasta el Monte Calvario, mismo que realiza con la enorme cruz de madera a cuestas, llegando hasta su muerte y el breve paso que tuvo por el sepulcro, pues venció a la muerte al resucitar al tercer día, es por ello que se consideran como días de guardar.
¿Qué son las fiestas de guardar?
Respecto al significado de las llamadas fiestas de guardar estas tienen su origen en el tercer mandamiento de la Ley de Dios, el cual ordena santificar las fiestas, lo cual implica detener todo trabajo que impida que esto suceda, enfocándose en el culto de Dios y el descanso, lo cual se logra rezando, compartiendo con la familia, realizando excursiones, leyendo un buen libro entre otros.
Cabe puntualizar que la iglesia no considera como lícitas aquellas diversiones que ofendan a Dios, tal es el caso de los bailes y espectáculos, pues incluso se piensa que quienes incumplen estos preceptos se encuentran destinados al “infierno”, al grado que dichas celebraciones se encuentran contenidas dentro del Código de Derecho Canónico, en un canon que fue establecido desde 1247.