San Blas de Sebaste, ¿por qué es el protector contra los males de garganta?

Las festividades en honor a este santo cambian según el lugar en el que sea venerado

Jesús Noé Suárez | El Sol de Puebla

  · viernes 3 de febrero de 2023

La devoción hacia él llegó durante la Época Medieval. Foto: Facebook Hermandad de Santiago y San Blas

Cada 3 de febrero se celebra la fiesta en honor a San Blas de Sebaste, quien es considerado el protector de los males de garganta, por lo que cientos de creyentes acuden al templo para recibir una bendición en honor a él. Alrededor del mundo se realizan diferentes actividades para conmemorarlo, como la venta de pan o roscas.

Las fiestas patronales suelen estar llenas de rituales católicos, así como otro tipo de costumbres que en algunos casos llegan a durar varios días. Su imagen no solo es venerada en México, ya que igual lo hacen en algunas de regiones de Europa y Latinoamérica.

Los especialistas en teología sostienen que no hay mucha evidencia acerca de su origen, sin embargo, por el momento se ha comentado que él vivió en una época muy complicada para los feligreses, ya que muchos de ellos fueron asesinados por sus creencias, tal fue el caso de este santo, quien hasta el último momento conservó su fe.

La historia de San Blas Sebaste

Se dice que él nació entre el siglo lll y el IV, en la ciudad de Sebaste, dentro de Armenia; que fue una de las primeras naciones en adoptar la religión cristiana. Él fue médico de profesión, y por varios años dedicó su vida a esta labor.

Los habitantes del pueblo en el que vivía, al igual que las autoridades de la iglesia, lo declararon Obispo, sin embargo, su tiempo con este título estuvo marcado por la opresión que ejercieron en contra de la gente que profesaba esta creencia.

Esto fue así porque vivió en carne propia los últimos años de las persecuciones de Diocleciano, que fueron operativos dirigidos por el emperador romano del mismo nombre que, tenían el objetivo de someter a todos los que pertenecieran a la comunidad cristiana. La gente capturada bajo estas órdenes, fue asesinada de forma brutal a través de diferentes métodos de tortura.

Esta situación hizo que San Blas migrara al Monte Argeo para refugiarse, en este lugar ofreció diferentes servicios religiosos, además, intentó consolar a los creyentes que acudían a él preocupados por las matanzas.

Después de un tiempo, las personas ya no estaban buscándolo, aunque según las creencias, distintas especies de animales se acercaron a él para hacerle compañía, por lo que llegó a estar rodeado de leones, osos, libres y conejos. Esto más tarde se convirtió en una desventaja para él.

La muerte de San Blas

Un día, los representes del emperador subieron a las montañas para recolectar animales para el circo romano, fue de esta manera que dieron con la casa de Blas, que estaba rodeada de los ejemplares que ellos necesitaban.

Aquí lo capturaron y lo llevaron encadenado ante las autoridades, durante este recorrido se topó con una mujer que, en los brazos llevaba a un niño que estaba casi inconsciente porque tenía una espina clavada en la garganta.

La leyenda cuenta que la mujer exclamó: “Siervo de Jesucristo apiádate de mi hijo. Es mi único hijo”, en respuesta, San Blas a pesar de estar encadenado se acercó al menor para hacerle una señal de cruz en la garganta, luego rezó por él, y a los pocos minutos el infante se recuperó y escupió en la espina.

Aun así, el entonces obispo fue juzgado por blasfemia, y le dijeron que debía rezarle a las deidades de los romanos, pero él se negó, por lo que fue golpeado, y luego lo colgaron sobre un pedazo de madera, en sus pocos minutos de vida, él se mantuvo fiel a sus creencias, esto ocasionó que lo asesinaran destrozándolo en pedazos.

La devoción hacia él llegó durante la Época Medieval, pues la gente oraba en su nombre en contra de los males de garganta, y los atragantamientos. Con el paso de los años, la fe católica se expandió por varios lugares, así como su veneración, y luego llegó a México de la mano de los conquistadores españoles.

Las festividades de San Blas de Sebaste

Este 3 de febrero, los poblanos acudieron a la iglesia de San Roque para recibir la bendición de garganta por parte de Padre Sergio Valvidia. Además, esta actividad se realiza en diferentes templos ubicados a lo largo del estado.

Foto: José Luis Bravo

La festividad más grande se realiza en México es la de San Blas Atempa, que se ubica en Oaxaca. En vísperas de la celebración empieza una de las fiestas titulares del pueblo y que dura seis días, por lo que es una de las más largas.

Durante esta fiesta las mujeres lucen sus trajes regionales en los “los motocarros” y carretas de toros que acompañan a los mayordomos, 'shuanas' y 'shelashuanas', de esta manera se van a recorrer las calles de la Villa de San Blas Atempa.

Oración a San Blas Sebaste

Milagroso San Blas, que lleno de júbilo, en el camino a la cárcel obrasteis prodigios y salvasteis la vida de un niño que se moría ahogado por una espina que tenía atravesada en la garganta, alcanzadnos del Señor la gracia de vernos libres de todas las enfermedades de lo garganta y emplear a ésta siempre para la gloria de Dios y bien de nuestras almas. Así sea.

Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo, que hoy te invoca apoyado en la protección de tu mártir san Blas: concédenos, por sus méritos, la paz en esta vida y el premio de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.