Giovanni di Pietro Bernardone, mejor conocido como San Francisco, nació en Asís, actual Italia, en 1182, destacando en su vida que después de ser un parrandero y mundano, decidió dejar todo lo material de lado, para con sólo una túnica adentrarse en el mundo religioso, dedicarle su vida a Dios y al paso de los años formar la llamas Orden Franciscana.
Tal es la relevancia de su mensaje para la fe católica que el propio padre Jorge Mario Bergoglio decidió tomar el nombre de Francisco cuando fue elegido Papa, decisión que incluso estuvo acompañada con dejar muchos de los lujos que le ofrecía el Vaticano, pero es este santo quien está por celebrar su festividad, la cual tiene lugar cada 4 de octubre.
¿Qué es la novena a San Francisco de Asís?
Tal y como ocurre con otros personajes religiosos, una manera de los fieles de prepararse para recibir con mayor devoción los dones de estos pilares del catolicismo es mediante el rezo de las novenas, que como su nombre lo dice se dan nueve días antes de la fiesta mayor y en el caso del santo italiano los rezos comienzan este 25 de septiembre y llegan a su fin el próximo 3 de octubre.
Sobre las oraciones que se rezan a lo largo de estos nueves días, en los todos existen un par de oraciones que anteceden el rito, pues tras persignarse se debe comenzar con la Oración de San Francisco ante el Cristo de San Damián, imagen ampliamente adorada por el también patrono de los necesitados, seguida de la Oración de San Juan Pablo II a San Francisco de Asís.
Posteriormente seguirán una serie de lecturas enfocadas en la vida y obra de San Francisco de Asís, la correspondiente al primer día habla acerca de esfuerzo que le implicó después de llevar una vida de lujos el dejar todo para ser fiel a Jesús a través de la oración; en lo que respecta al segundo día, trata del descubrimiento del rostro de cristo sufriente que invita a amarlo.
Acerca del texto del tercer día este aborda que la paz que San Francisco predica es aquella que Dios ofrece a todos los hombres, en tanto que el correspondiente al cuarto día aborda el testimonio que dejó San Francisco de Asís sobre la posibilidad de que exista un mundo en el que reine la paz, la cual es una de las principales banderas de quien también recibió los estigmas de Cristo.
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El tema del quinto día destaca que el mundo es una gran ventana que da la posibilidad, a quienes lo habitamos, de ver a Dios, mientras que sexto día se enfoca en el ofrecimiento de Francisco por una cultura de austeridad, en tanto que durante el séptimo día se destaca la labor de Giovanni por tener como vocación particular el escuchar la palabra de Dios.
En la recta final de la novena, el octavo día se enfoca en la llamada “Leyenda mayor de San Buenaventura, Francisco y El Sultán”, cerrando el noveno día con un compromiso de los feles y San Francisco de Asís a vivir en unidad y fidelidad al evangelio, destacando que la mayoría son textos cortos y sólo un par de ellos tienen una amplitud más grande.
Finalmente, para concluir con la oración de cada día, a lo largo de los nueve rezos se debe realizar la Oración en honor a las llagas de San Francisco, las cuales le fueron hechas por el propio espíritu de Cristo, quien lo hizo partícipe de su dolor y lo cual no sucede en cualquier persona, además de rezar una oración final al también llamado seráfico padre San Francisco, concluyendo con la señal de la cruz.