Cada 28 de octubre se realiza la fiesta patronal de San Judas Tadeo, quien es considerado el patrono de las causas difíciles y desesperadas, además de ser uno de los doce apóstoles de Jesús. Aunque en ocasiones se le confunde con Judas Iscariote, quien traicionó al Hijo de Dios, su papel fue completamente diferente.
Tadeo nació en Galilea y la tradición católica sostiene que fue primo del Mesías, lo que reforzó su cercanía con la fe. A lo largo de su vida, viajó a diferentes regiones para difundir el mensaje de sus creencias. A pesar de las dificultades, se mantuvo firme en su propósito y logró ganarse la admiración de muchos.
➡️ Únete al canal de El Sol de Puebla en WhatsApp para no perderte la información más importante
Actualmente, millones de fieles lo consideran un intercesor en situaciones complicadas, y su imagen es común en altares y capillas de todo el mundo, como en México, donde los creyentes acuden a los templos para celebrarlo con misas y festividades comunitarias.
¿Cómo fue su vida tras la muerte de Cristo?
La vida de este santo cambió drásticamente después de la muerte de Jesucristo, ya que después de este acontecimiento decidió viajar a diferentes lugares para compartir la palabra de Dios, según lo indica el portal oficial del Shrine of Saint Jude.
Así llegó a Mesopotamia, donde comenzó a ser conocido por predicar el Evangelio. Predicó en esta región durante más de diez años, aunque no fue una tarea sencilla debido al ambiente hostil hacia los cristianos.
Aun así, Tadeo buscó la manera de seguir predicando, a pesar de los problemas a los que debía enfrentarse; por ese motivo es considerado en la Iglesia como el santo patrono de las causas difíciles.
¿Cómo murió San Judas?
Existen distintas versiones sobre la historia de su muerte, aunque la más aceptada entre los fieles dice que llevó el Evangelio a Persia junto a otro apóstol, Simón el Cananeo. Ambos se dedicaron a predicar en zonas donde la práctica cristiana no era bien recibida, lo que eventualmente les costó la vida.
En Persia su mensaje no fue bien recibido; al contrario, se generó un ambiente tenso, y se creía que estaban ahí para contradecir las creencias tradicionales de la zona, lo que terminó en su persecución.
Una de las versiones más comunes sostiene que tanto él como Simón fueron capturados, torturados y golpeados repetidamente con un objeto pesado. Finalmente, les quitaron la vida con un hacha o garrote, pues se cree que los decapitaron.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Sus restos fueron trasladados hasta Roma, donde más tarde fueron colocados en la Basílica de San Pedro. Con el paso de los años, se recuperó uno de sus brazos, que se convirtió en una reliquia de alto valor espiritual.