Los creyentes de la religión católica hacen oraciones para pedir por su bienestar y el de sus seres queridos; para cada una de las adversidades, hay un santo al que se pueden encomendar. En algunas ocasiones, las figuras eclesiásticas a las que les rezan cambian dependiendo la región o zona en la que se ubiquen.
Este es el caso de San Judas Tadeo y San Cayetano, que son dos imágenes con un gran misticismo para los devotos, quienes acuden a ellos para orar en momentos de incertidumbre, en especial cuando tienen problemas de dinero. De esta forma, es que se han difundido varios testimonios en los que resaltan el apoyo que han recibido luego de hacerles una visita.
Asimismo, las personas se acercan a sus templos con la intención de solicitar acompañamiento en la búsqueda de una fuente de empleo. Esto es así porque ambos comparten una historia en la que se resalta el valor de las personas por su forma de ser y no por el capital que poseen, siendo esta la principal enseñanza que pretenden compartir.
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¿POR QUÉ SAN JUDAS TADEO ES EL SANTO DE LAS CAUSAS DIFÍCILES?
Cada 28 de octubre es la fiesta patronal de San Judas Tadeo, por lo que cientos de mexicanos acuden a los templos edificados en su honor para rezarle y así hacerle frente a los momentos complicados, ya que es considerado el santo de las causas difíciles. Se le solicitan favores para conseguir trabajo, casa, salir de algún problema legal o resolver conflictos en el matrimonio.
Esta imagen llegó al país desde el siglo pasado, no obstante, fue en la década de los 80´s que se volvió uno de los referentes más importantes para los católicos de la nación. Los dirigentes de la iglesia destacan que su nombre suele ser confundido con el del Judas Iscariote, el hombre que traicionó a Jesucristo, por eso siempre quieren hacer énfasis en su historia.
“Comencemos entonces por decir que no es quien vendió a Jesús por treinta monedas. Esto hay que dejarlo bien claro porque muchos de sus devotos aún viven en el error de creerlo el apóstol traidor”, indicó el padre Sergio Román, especialista en religiosidad popular.
En este sentido, San Judas Tadeo nacido en Galilea Israel, fue uno de los discípulos de Jesús de Nazaret, ya que, de acuerdo con las escrituras, formó parte del grupo de los 12 apóstoles. Lo conocían con el nombre de ‘El hermano del Señor’, por ser hijo de María de Cleofás, pariente de la Virgen María.
Sus lazos sanguíneos le daban un parecido a Cristo, por ese motivo es que se decía que algunas personas podrían llegar a confundirlo, para resolver este inconveniente, se colocó una marca que lo diferenciaba pero que a su vez recordaba su compromiso la fe.
“Se le representa portando un medallón en el pecho con la imagen de Jesús, ya que se dice que, al ser parientes, eran muy parecidos. De manera que, al portar este escudo en el torso, significa que está anunciando a Jesús”, precisó el experto.
En cuanto a su muerte, hay dos versiones, la primera parte de la tradición oriental que indica que falleció en Beirut de Edessa en Líban. Por otro lado, la leyenda occidental señala que se unió a San Simón para irse a Persia, ahí se empeñaron en predicar el Evangelio, y establecieron la comunidad cristiana de Babilonia. Los dos murieron mártires en Saunir, tras ser ejecutados por un colectivo de paganos.
¿CUÁL ES LA ORACIÓN A SAN JUDAS TADEO?
¡Oh gloriosísimo Apóstol San Judas! Siervo fiel y amigo de Jesús. El nombre del traidor que entregó a tu querido maestro en manos de sus enemigos ha sido la causa de que muchos te hayan olvidado.
Pero la Iglesia te honra e invoca universalmente como patrón de los casos difíciles y desesperados. Ruega por mí que soy tan miserable y haz uso, te ruego, de ese privilegio especial a ti concedido de socorrer visible y prontamente cuando casi se ha perdido toda esperanza.
Ven en mi ayuda en esta gran necesidad, para que reciba los consuelos y socorro del cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, particularmente (decir la súplica por la que se pide), y para que bendiga a Dios contigo y con todos los escogidos por toda la eternidad.”
Te prometo, glorioso San Judas, acordarme siempre de este gran favor y nunca dejaré de honrarte como a mi especial y poderoso protector y hacer todo lo que pueda para fomentar tu devoción. Amén.
SAN CAYETANO ‘PATRONO DEL TRABAJO Y EL PAN’
A finales del siglo XV d.C. nació en Italia Cayetano de Thiene, creció en una familia de nobles de clase alta, a una corta edad perdió a su padre producto de la guerra, él se quedó al cuidado de su madre, quien se esmeró para sacarlo adelante, de esta manera es que terminó su educación superior en la Universidad de Padua y obtuvo dos doctorados.
Para continuar con su vida espiritual, se mudó a Roma, en donde trabajó como secretario privado del Papa Julio II, y notario de la Santa Sede. A los 33 años lo ordenaron sacerdote, no obstante, se dice que antes de ofrecer su primera misa se preparó durante tres meses para no cometer errores y hacerlo lo mejor posible.
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En este lugar comenzó su labor altruista, pues se unió a la orden ‘Del Amor Divino’, los miembros de este grupo se dedicaban a difundir su dogma, además, acudían a centro hospitalarios para ayudar a los enfermos, sin importar su estado de salud o el padecimiento que los llevó a ese lugar.
Dadas sus preocupaciones, redactó en una carta: “Me siento sano del cuerpo, pero enfermo del alma, al ver cómo Cristo espera la conversión de todos, y son tan poquitos los que se mueven a convertirse”, para atender esta problemática, formó el grupo ‘Padres Teatinos’.
Con el tiempo, él renunció a todos los bienes que tenía gracias a la herencia de su familia, ya que quería seguir el ejemplo del hijo de Dios: “Veo a mi Cristo pobre, ¿y yo me atreveré a seguir viviendo como rico? Veo a mi Cristo humillado y despreciado, ¿y seguiré deseando que me rindan honores? Oh, que ganas siento de llorar al ver que la gente no siente deseos de imitar al Redentor Crucificado".
Desde ese momento, Cayetano conservó ese pensamiento, momentos antes de partir de este mundo, lo recostaron en una cama, pero él pidió que lo quitaran de ese lugar: “Mi Salvador murió sobre una tosca cruz. Por favor permítame a mí que soy un pobre pecador, morir sobre unas tablas". Murió a la edad de 67 años en Nápoles el 7 de agosto de 1547.
El día de su fallecimiento fue usado como fecha para realizar su fiesta patronal, aunque hay templos en su honor en distintos países, los más visitados están en Sudamérica, el más conocido es el santuario ubicado en el barrio de Liniers en Buenos Aires, Argentina. Después de que muchos creyentes aseguraban haber sido bendecidos por él, lo canonizaron El 12 de abril de 1671.
ORACIÓN A SAN CAYETANO
¡Oh glorioso San Cayetano Padre de la Providencia!, no permitas que en mi casa me falte la subsistencia y de tu liberal mano una limosna te pido en lo temporal y humano.
¡Oh glorioso San Cayetano!,
Providencia, Providencia, Providencia.
(Aquí se pide la gracia que se desea conseguir)
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
Glorioso San Cayetano, interceded por nosotros ante la Divina Providencia.