Cada 31 de agosto la iglesia católica celebra a San Ramón, un santo que intervienen en los casos de embarazo o el nacimiento, dándoles alivio a las mujeres que estén pasando por este estado y necesiten la protección de un santo.
Este santo perteneció a la Orden de los Mercenarios y tuvo trabajos de evangelización en África, donde por su labor, le cerraron la boca con un candado para evitar que siguiera predicando la palabra de Dios.
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¿Por qué se le conoce como Nonato a San Ramón?
El ahora santo nació en el año 1200 cerca una comunidad española llamada Portell y es precisamente el día de su nacimiento que su nombre, con el que sería canonizado y recordado con los años, surgiría.
Su madre falleció antes de dar a luz, por lo que él tuvo que ser extraído por medio de un procedimiento de cesárea del cuerpo de su madre ya inerte, por lo que se le llamó como no nato o lo que podría significar “no nacido”. Debido a este se le conocería como el santo patrono de las embarazadas, parteras y de la obstetricia.
San Ramón Nonato falleció en 1240, año hasta el que continuó con su labor evangelizadora y posteriormente fue canonizado en 1657 por el papa Alejandro VII, dejando su celebración cada 31 de agosto.
¿Dónde está el tempo de San Ramón Nonato en Puebla?
El estado de Puebla cuenta con su propio templo para que aquellas mujeres que deseen pedir por ellas y sus hijos tengan un espacio para hacerlo; la Capilla de San Ramón Nonato se encuentra ubicada sobe la calle 9 norte 806 en la colonia San Pablo de los Frailes en la capital.
De martes a sábado cuenta con un horario de 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde, mientras que los días domingos es de 9 de la mañana y se extiende hasta las 2 de la tarde; la misa dominical es las 10 a.m.
Oración a San Ramón
Si deseas acudir, se recomienda rezar la siguiente oración:
“¡Oh excelso patrono! Modelo de los pobres, los creyentes, los desamparados y de aquellas quienes tenemos la batuta del sagrado parto. Tú que sujetas las manos de nosotras mientras estamos en proceso. Tú que liberas de preocupaciones nuestra mente cuando se acerca el divino minuto. Tú que velas por la seguridad del infante y óperas a favor de las buenas noticias. Hoy, con clamor y fe ante tu figura, te pido que seas mi guía para que nada me falte. Y pueda yo regocijarme de la dicha de ser madre en esta maravillosa pintura que es la creación divina. Amén.”