¿Sabías que en la antigua Roma existían unas monedas con la que se negociaban los trabajos sexuales? Spintria es el nombre de esta especie de dinero que se utilizaba para los acuerdos de las prestaciones en los Lupanares (prostíbulos), lo que todo apunta a que, al parecer, en aquella época estaba prohibido pagar dichos placeres con monedas que tuviera la efigie del emperador en estos lugares.
Desde hace mucho no es ningún secreto que los romanos buscaban el placer sexual fuera de sus hogares, ya que la mayoría de los matrimonios, sobre todo en la aristocracia, eran entendidos como un contrato de intereses familiares y económicos, además de un mecanismo para engendrar hijos legítimos que heredasen la propiedad y la situación de los padres.
Y es que, para la sociedad romana, la prostitución era vista como un mal necesario para sus hombres, quienes buscarían el placer sexual con profesionales para no tener que molestar a las mujeres de otros hombres, incluso, los propios cronistas romanos como Catón definían esto como algo necesario en los matrimonios que servía para “sanearlos”.
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Fue durante la República cuando los burdeles fueron evolucionando, sin embargo, hasta después de la Primera Guerra Púnica los romanos lo vieron como algo lógico y necesario para la sociedad, por lo durante mucho tiempo se crearon decenas de edificios dedicados a promover los actos de lujuria de los romanos.
¿CÓMO ERA LA SPINTRIA Y QUÉ VALOR TENÍA?
La spintria, que era más considerada como una ficha, estaban elaboradas en bronce o latón y contaban con unos 20 milímetros de diámetro, aproximadamente, además de tener dos caras, la primera que representaba una posición sexual y al reverso un número según de la época de la moneda, misma que podría ir desde el siglo l hasta el XVI.
No obstante, existen controversias sobre para qué se utilizaban este tipo de monedas que no eran oficiales del estado, pues mientras unos creen que se usaban para pagar a las prostitutas por adelantado, para otros historiadores estas fichas las utilizaban los proxenetas, quienes cobraban el servicio por adelantado y mediante la postura que se podía ver en la moneda, es como se designaba el servicio que el cliente pedía.
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Asimismo, muchos historiadores de la época describían a la spintria como una especie de sistema de comunicación, ya que servía para que aquellas prostitutas que no sabían latín, pudieran entender el servicio que el cliente quería recibir.
En este sentido, la mayoría de las fuentes coinciden en que no era una moneda de paga para los servicios, esto debido a que las cantidades que marcaban al reverso, en la mayoría de los casos no coincidían con lo que normalmente cobrara una mujer romana por sus servicios, además de que ninguna de estas fichas se ha encontrado en los burdeles que se han excavado hasta la fecha. ¿Tú qué opinas?