“Betsrose” sale a la calle y acapara las miradas. Lleva colgantes de cruces, maquillaje blanco, labios negros, su cabello luce despeinado y vestimenta de color oscuro que simboliza la muerte y lo siniestro. Él, es un joven que pertenece a la subcultura gótica, la cual, sigue presente en Puebla y para sus miembros, no es una moda, sino un estilo de vida.

Para los góticos, la muerte es el hecho más genuino que existe en el planeta, ya que todos los seres vivos llegarán a ese final. Si bien, cada uno con sus propios lapsos de existencia, la muerte es un hecho y por ello, hay que rendirle tributo y celebrarla.

Betsrose se adentró en este mundo a los 13 años, debido a que su madre tenía un conocido que era DJ “de la escena gótica”. Quedó tan fascinado con las letras y el ritmo, que quiso conocer más. Su sorpresa fue que era un mar de información, desde la literatura, la música y hasta la moda.

La subcultura gótica tiene orígenes 100 por ciento musicales y nació en los años 80´s en el Reino Unido. Su inspiración son las películas de terror y la literatura neoclásica. En México y Puebla, su auge fue en los 90´s y como ha pasado el tiempo, disminuyó su población, pero siguen existiendo “goths” que no quieren que desaparezca el movimiento y luchan para que se dé a conocer.

No hay cifras oficiales de cuántos góticos hay en el territorio poblano, pero se estima que son alrededor de 2 mil personas, siendo San Martín Texmelucan y la capital poblana, los municipios con más personas que llevan una vida envuelta por el simbolismo de la muerte.

“Somos personas que amamos la oscuridad, tenemos el gusto por la muerte, lo tétrico, lo siniestro y encontramos belleza en todo eso (…) Varía en cada persona, ya que cada persona es una historia, pero en mi caso, la belleza de la muerte representa en valorar la vida, es decir, la muerte va a llegar y eso nos motiva a aprovechar cada momento para llegar con dignidad al descanso eterno”, compartió.

Para “Betsrose”, esto no es una moda, es un estilo de vida. Aceptó que su familia creyó que sería algo pasajero, “cosas de chavito”, pero como ha ido creciendo, su pasión y su conocimiento es más amplio. Incluso, él ya tiene dos proyectos musicales, uno en colaboración y otro como solista en donde abarca las letras oscuras.

“Es algo que llevo a diario. El -visu- (vestimenta y maquillaje negro), la música, la ideología. Ya es algo mío. En mi casa al principio, no lo veían de la mejor manera y llegan a criticarme algunas veces, pero con el tiempo se han acostumbrado y creo que han entendido que soy la misma persona de siempre”, comentó.

Es normal que llegue vestido de esta manera a las fiestas familiares y hoy en día ya no ocurre, pero en el pasado, llegaron a cuestionar su sexualidad por el gusto al maquillaje y le dijeron que “fuera más hombre”. Estas críticas en vez de hacer que se retirara de la escena gótica, le reafirmaron que era su camino.

Si con su propia familia tuvo este tipo de señalamientos, con las personas de la calle fue peor, debido a que aún persisten los prejuicios y la ignorancia. Han sido cientos de veces las que le han gritado: “payaso Cepillín”, ahí van los Kiss”, “Merlina Adams” y hasta groserías relacionadas con su sexualidad.

Ante este contexto, los mismos miembros de la comunidad han creado grupos de WhatsApp para protegerse y alertarse de este tipo de casos. La semana pasada, el mismo Betsrose sufrió un asalto y los delincuentes le dijeron que había sido su culpa, por llamar tanto la atención. “Al inicio fue hiriente, pero ya que te acostumbras es algo que pasa todos los días y lo dejas pasar. Sólo me ha pasado una vez que me violentaron físicamente, cuando tenía como 15 años. En la calle se acercaron y sólo me empezaron a golpear por mi forma de vestir”, lamentó.

Betsrose, cree que la ciudadanía debe de ser más tolerante a los diferentes estilos de vida que existen en Puebla y a las otras subculturas urbanas. En suma, consideró que deben de informarse, ya que los góticos, son de las personas más estudiosas y musicales que hay.

En su mayoría, saben de rock gótico, gothic rock, goth rock, glam metal, rock punk. Conocen del movimiento poético del romanticismo y el terror. Lo que ellos defienden es una subcultura que no es reciente, que si no tiene su antepasado desde la era medieval. Hasta saben de la arquitectura gótica, que se dio entre el románico y el Renacimiento.

Lo gótico me dejó ver que no era la única persona que tenía ese tipo de pensamientos

Las personas no binarias también han tomado fuerza en la escena gótica. Tal es el caso de Dann, que comenzó desde los 14 años en este mundo. Cuando escuchó por primera vez las letras oscuras, se dio cuenta que no era un ser solo en este mundo y que otras personas tenían su pensamiento.

“Siempre me han dicho que soy una persona muy extraña. Incluso antes de que me vistiera así. Entonces encontrarme con todo esto, lo único que hizo, fue darle sentido a lo que mi vida no tenía antes. Por ejemplo, mi gusto por el arte, la literatura de terror desde la infancia, el maquillaje poco convencional y hacer mi propia ropa”, detalló.

Cuando comenzó a maquillarse, su madre le dijo que no estaba de acuerdo y que le daba miedo, ya que la mayoría de las veces estaba en su casa con las luces apagadas y lo único que se llegaba a ver era su rostro blanco en el fondo. Su padrastro por su parte, le apodó “rock and roll”.

“Mi mamá empezó a aceptarme poco a poco. A veces me compraba ropa de este estilo o dejaba que mi tía me acompañara a comprarla a las tiendas que hay en el centro de la Ciudad de México, pero nunca le gustó la música. Me da mucha risa que siempre me preguntaba; ¿ahora quién está sufriendo?, cuando oía la música”, se echó a reí.

Hoy en día, Dann ya no vive con su madre, sino que está con su padre y su abuela, a quienes les ha costado aceptar su forma de vida. Le han pedido que por favor se vista como “persona normal” y que “deje de estar tan loca”, pero ya se siente persona normal y no piensa cambiar.

“Amo lo gótico por la astrología. La subcultura siempre ha sido disruptiva de género y de las cosas que pueden o no usarse en público, como el encaje y los chokers, los arneses o los corsés que antes solo se usaban como ropa interior y porque siempre me dicen que parezco bruja y pues sí soy, leo el tarot y también las manos”, agregó.

Ambos jóvenes, saben que la muerte es el hecho universal más fehaciente que existe. Es la experiencia final que algún día todos los que pisamos esta tierra vamos a experimentar y no queda más que cantar por ella, vestir por ella y rendirle tributo. No porque es algo que quieren experimentar pronto, sino porque es un ciclo natural, lleno de melancolía, pero también de significados.