A través de una misa de acción de gracias, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa bendijo la parroquia del Señor de la Salud de Santa Anita que durante el sismo de 2017 sufrió severos daños que obligaron a cerrarla y hoy abrió nuevamente sus puertas para profesar el culto.

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Después de siete años y ante el agrado de la comunidad del Barrio de Santa Anita, monseñor re dedicó la parroquia al Señor de la Salud de Santa Anita mediante una misa de acción de gracias en la que estuvo acompañado por el rector del templo, Pedro Alejandro Medina, sacerdote superior de los padres del Oratorio de San Felipe Neri, quienes tienen a su cargo otros templos como el de San Antonio.

Nos reunimos como comunidad cristiana para la re dedicación de esta iglesia (…) como muchas otras (iglesias), ha sufrido distintos daños por los sismos que hemos tenido. Un servidor, como los sacerdotes que han estado caminando con ustedes en estos años, los hemos acompañado en su sentimiento, en dolor

señaló monseñor.

“Como no recordar todo lo que sufrió con ustedes el padre Luis, después vino el padre Pedro, que con el apoyo que consiguió de sus amistades reconstruyó el templo nuevamente, vino el sismo del 2017 y quedó destruido, no totalmente colapsado pero sí muy dañado”, subrayó.

Asimismo, monseñor agradeció a las autoridades federales, estatales, y municipales, por el apoyo recibido para poder estar nuevamente reunidos en el templo, junto con los fieles de la comunidad, alabando a Dios.

Después de la celebración eucarística, en medio de un ambiente festivo, se ofreció una comida para 500 personas de la comunidad que fue amenizada por la agrupación dancística Yaotl Guerrero, con un baile prehispánico, y musicalizado por la Marching Band Halcones Blancos del Instituto Washington.