Hola queridos lectores, muchas gracias por recibirme en sus hogares este sábado ya muy caluroso, ya preparándonos para recibir estas vacaciones veraniegas. En esta ocasión les voy a platicar, desde el punto de vista técnico, no histórico, la veracidad de la leyenda de la campana María.
Así es, pero no la misma historia que han leído a través del tiempo y de todos los medios, sino que les voy a contar cómo, desde el punto de vista de un ingeniero estructural, esta leyenda no tiene nada de eso, sino que es totalmente verídica, comencemos.
Primero lo primero, ¿por qué la campana María?, ¿qué tiene de especial y qué la hace única? Según los relatos bíblicos, la virgen María al fallecer ascendió a los cielos, según el dogma de fe que fue ratificado por el papa Juan XXIII, el papa bueno, en 1959 en todo el mundo.
Y la virgen ascendió a los cielos, según se calcula, en el año 68 después de Cristo, en medio de un repique de miles de campanas. ¿Por qué las campanas?, porque según las escrituras el demonio odia el sonido de estas.
Según esta narrativa, se crea la disposición de que en todo templo católico siempre debe de haber al menos una campana, y en todas las catedrales del mundo siempre la campana mayor deberá de llevar el nombre de María y, en su caso, el de la advocación de ese lugar.
Pues la Catedral de Puebla no podía carecer de su campana María y es aquí donde nace la leyenda que le da nombre a nuestra ciudad.
Según datos históricos se inicia la construcción de la Catedral de Puebla a mediados del siglo XVII, más o menos en 1680, bajo la dirección y administración de Juan de Palafox y Mendoza. Se tiene el entendido de que la torre norte, se terminó de construir a finales del siglo XVII, en 1690 o un poco después, recuerden este dato, pues es relevante.
La campana es recibida de Europa en el año de 1737, aproximadamente, y es aquí donde nace la duda, ¿cómo la subieron a la torre, si esta mide más de setenta metros? La campana cuenta con un peso de 8 toneladas, sin badajo.
Primera duda, ¿cómo subirías dos microbuses de pasajeros a una altura de setenta metros, con tecnología del siglo XVIII? Toma en cuenta que debes de incluir el peso de la soga de arrastre para izarla. Para ello se debió de construir primero un torreón con malacate y grúa viajera, sin duda alguna.
Segundo, se debió de utilizar para izarla un polipasto, ya sea de cadena o de cuerda; si fue de cadena, debió de haber sido de ancla y por lo menos con un largo de 280 metros, pues el polipasto, para reducir el esfuerzo, debe de tener al menos dos vueltas, para rebajar la carga en un setenta por ciento.
La cadena de ancla pesa, según mis cálculos, 50 kilos por metro, lo que nos da un peso adicional de 14 toneladas, haciendo un total de 22 toneladas, o sea, el equivalente a un peso de cinco microbuses. Teoría descartada.
Bueno, supongamos que utilizaron soga marina; esta tiene mucho menos peso, pero también mucho menos resistencia, para ello debieron utilizar un polipasto de al menos 5 vueltas, para reducir el peso de la campana en un 70 por ciento. Un metro de soga marina pesa aproximadamente 4 kilos por metro, ya nos daría un peso bruto de 1400 kilos, aquí si ya es más creíble el ascenso.
Tercero, ¿qué tipo de tracción se debió de haber utilizado? En el siglo XVIII, lo más lógico y lo único es que debió haber sido tracción animal; según calculo, para esa carga debió de haberse utilizado un arrastre de una yunta de al menos 20 bueyes -recuerden que están levantando una carga de 9.4 toneladas a una altura de 70 metros-. Supongamos que ya resolvimos cómo levantar la campana.
Cuarto, ¿cómo la introdujeron a la torre?, las ventanas de la torre tienen un claro de 1.30 metros, y la campana un diámetro de tres metros. Recuerden que la torre ya tiene para ese momento mínimo cuarenta años de estar fraguando, por lo tanto, la torre completa, al igual que toda estructura, ya está asentada.
Si se le rompe una pilastra para introducir la campana, se hubiera derrumbado la torre completa, además, los bloques de piedra de cantera no están apilados como piezas de dominó, sino que tienen entre sus uniones, en forma vertical, unas cuñas al centro llamadas “difuntos”, y son precisamente para evitar deslizamientos entre los bloques; por lo tanto, no se pudieron desensamblar para abrir un hueco para introducir la campana.
¿Qué tenemos como resultado después de haber hecho este análisis estructural? Existen muchos grabados que muestran algunas teorías de cómo debió de haber sido instalada la campana, incluso hasta el nombre de algunas personas involucradas en la maniobra, ninguno con estudios de arquitectura o ingeniería.
Pero desde el punto de vista estructural son ideas falsas, imposibles de haberse llevado a cabo, y eso lo sabe cualquier estudiante de arquitectura o ingeniería, con mínimos conocimientos de estática, dinámica y resistencia de materiales.
¿Qué resulta de todo esto?, que cuando ya no existe una respuesta terrenal, lo único que queda es aceptar una celestial. En conclusión, mientras no exista una explicación coherente, se debe de considerar como verídica la leyenda: la campana fue ascendida a la torre con ayuda de los Ángeles.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, el Barón Rojo. Nos leemos el próximo sábado.
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