El rol regular de 162 juegos de la temporada 2021 de las Ligas Mayores termina el próximo domingo, pero hoy a dos series del final de la campaña todavía faltan muchas situaciones por definir: dos divisiones de la Liga Nacional y los dos equipos que jugarán el partido de comodines de la Liga Americana.
Cómo verán, otro cierre clásico de película.
En la Liga Nacional también se mantiene la incertidumbre sobre uno de los contendientes para el juego de comodines, ya que el segundo clasificado tiene nombre y se llama Cardenales de San Luis.
Sí, después de una racha prodigiosa de 16 triunfos consecutivos, la más larga en su historia, los Pájaros Rojos se adueñaron del segundo boleto de comodín de la Liga Nacional.
A pesar de la racha, nunca pudieron alcanzar a los cerveceros de Milwaukee, pero sí para sacar de la puja a los Rojos de Cincinnati y a otros que aspiran a meterse en el juego extra.
Pase lo que pase, pese a todo, San Luis tendrá que jugar el duelo extra de la Liga Nacional en patio ajeno, ya que ese lugar ya se encuentra asegurado, ya sea para Dodgers o San Francisco.
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Lo que sucede es que Gigantes y Dodgers siguen peleando por el liderato de la División Oeste de la Liga Nacional, el primero con marca de 102 triunfos y 54 derrotas y los actuales monarcas con 100 triunfos y 56 descalabros, a solo dos juegos de distancia.
Entre ellos ya no habrá duelo directo, así que cada quien depende de sí mismo para hacer lo que tiene que hacer.
Gigantes cierra contra Arizona y San Diego, mientras los Dodgers se las verán con los mismos Padres y los Cerveceros de Milwaukee, que calladitos, calladitos, ya aseguraron el título de la División Central.
El panorama se ve difícil para los Dodgers, y todo parece indicar que el duelo de comodines será entre angelinos y Cardenales en la casa de los californianos.
El único que ya aseguró su División en la Nacional es Milwaukee, en tanto en el Este, Atlanta y Filis de Filadelfia se enfrentarán en una serie crucial por el liderato de la zona.
Atlanta (83-72) llega apenas con dos juegos y medio de ventaja sobre los Filis (81-75) en el liderato del Este, por lo que necesitan solamente par de triunfos para amarrar el boleto como campeón divisional.
A ninguno de los dos le alcanza terminar en segundo lugar, porque a estas alturas la ventaja de los Cardenales es de 5 juegos sobre Rojos y 6 sobre los Filis, y ya es imposible quitarle ese privilegio.
La batalla crucial se jugará en Atlanta, donde los dueños de casa tienen números parejos de 37-37. Lo que los reconforta es que con su 34-41, los Filis tampoco son el mejor visitante que digamos.
Después de esa serie, Atlanta cierra en su casa contra los Mets, y Filis lo hará visitando a los Marlins.
Aunque, para mantenerse con vida, primero los Filis deben sacar por lo menos dos juegos de la serie en Georgia, y después pensar en un milagro.
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ESE COMODÍN
En la Liga Americana ya con la coronación de los siempre aguerridos Rays de Tampa (97-59) en el Este, los Medias Blancas de Chicago (89-68) con Tony Larussa en la Central y con los Astros de Houston (91-65) a un triunfo de volver a dominar el Oeste, todo se centra en los dos equipos que jugarán el juego de comodín.
Las miradas siguen acaparadas por la División Este, donde Yanquis, Boston y Toronto, siguen la lucha desesperada por llegar al juego de comodines.
Los Yanquis, con la limpia del fin de semana sobre Boston le arrebataron el primer lugar en la zona de comodín, y ahora saca un juego de ventaja sobre los Medias Rojas, que a su vez también sacan un partido sobre Toronto.
Los Yanquis, que traen una artillería de miedo, y un gran pitcheo, humillaron a los Medias Rojas en el mismo Fenway Park, sacándole los dos últimos juegos en los últimos episodios.
En el juego del domingo, los dos equipos jugaron basura, con yerros defensivos, que no se ven ni en la pelota amateur, y un error del umpire de home que dejó vivir a Aaron Judge, cuando había abanicado el tercer strike y la bola reposó lo suficiente en la mascota de Christian Vázquez que la soltó al momento de querer tomarla, solo para que el “Juez” dictara sentencia con un doblete que consumó la voltereta.
Pero antes LeMahieu dejó caer un elevado de foul en la antesala que alargó la vida de Schwarber y que después sacó el batazo al izquierdo que también soltó Gallo para que Boston tomara la delantera; y de lo mismo se contagió el primera base Dalbec, que fue incapaz de fildear un elevado de foul de Judge, por miedo a chocar con la barca, dejándolo con vida antes de ese foul tip y su doblete remolcador de dos carreras.
Basura fue lo que jugaron, porque del mal corrido de bases de Verdugo que de segunda debió moverse a tercera cuando Iglesias hizo pisa y corre para empatar el juego, aprovechando el tiro al plato de Judge, o el mismo Iglesias que tuvo miedo de tirar a segunda cuando Rizzo con LeMahieu por la inicial alargó su batazo a doblete en ese octavo rollo donde los Yanquis consumaron de nuevo la voltereta.
Por lo que se vio, Yanquis parece tener amarrado ya un primer boleto, aunque antes deberá visitar a los Azulejos, que están a solo dos juegos de ellos, y finalmente cerrar la temporada en el Yankee Stadium, contra los Rays, que han sido su coco de toda la vida.
En tanto, Boston que deberá sacudirse la malaria a la voz de ya si quiere estar en ese esperanzador juego de comodines, cerrará en patio ajeno ante Baltimore, que siempre le ha jugado buena pelota, y posteriormente contra Nacionales.
Mientras Toronto tendrá su última serie, como ya se mencionó en una entrega anterior, ante los Orioles en casa de los canadienses.
Pero en ese rubro tampoco hay que sacar de liza a Marineros (86-70) y Atléticos (85-71) que se mantienen con esperanzas vivas por el segundo comodín.
Seattle se ubica a dos juegos de los Medias Rojas, mientras Oakland se encuentra a tres juegos de distancia.
Lo malo es que se van a acabar entre ellos, ya que desde este lunes abren serie de tres juegos en Seattle, y es un hecho que uno de los dos terminará quedándose en el camino.
Los Marineros cerrarán la campaña contra Angelinos, mientras Oakland se les verá con Houston, ya para esas alturas, coronado como monarca de su división.
Cómo verán, como sucede campaña tras campaña, estamos disfrutando de otro cierre de película, todavía con dos divisiones de la Liga Nacional por definir, y sin conocer claramente aún, a los dos protagonistas del juego de comodines de la Liga Americana.