Una de las leyendas del tenis mexicano, Poncho Ochoa, falleció este jueves a la edad de 83 años. La noticia del fallecimiento de Ochoa, esposo en vida de Yola Ramírez, la confirmó la familia del semifinalista de Roland Garros a este diario.
Ochoa alcanzó la fama internacional como tenista en 1961, cuando junto a Toño Palafox alcanzó las semifinales de los dobles de Roland Garros.
El también fundador hace 34 años de la empresa Superficies Deportivas se había especializado desde entonces en la construcción de canchas de tenis. Sus artes y conocimientos lo llevaron a ser el responsable de la edificación y mantenimiento de las pistas del Abierto Mexicano de Acapulco desde hace siete primaveras.
Sólo en febrero de este año para la edición 2022 del certamen, Poncho y su compañía entregaron 15 canchas a los organizadores del certamen.
“Nos falta una semana o semana y media para terminar con todo y bien. Se trata de la obra más grande que hemos hecho en un sólo lugar porque se tratan de 15 canchas en mes y medio y la verdad ha sido mucha responsabilidad, presión porque hay quien dice ‘ve y compra pintura y pinta’, pero no… se trata de pinturas especiales con un compuesto de resina, acrílico y sellador espesante”, explicaba por entonces Ochoa a El Sol de Puebla.
“Hace siete años nos llamaron para hacer un trabajando de corrección porque las canchas no habían quedado bien y desde el primer año nos calificaron muy bien, lo cual nos ha valido seguir trabando en Acapulco”, agregó.
Lo hecho en Acapulco le había valido el llamado para trabajar en las superficies del Complejo Panamericano de Guadalajara, que acogieron el año pasado las finales de la WTA.
“Tengo 83 años y hoy debería de estar tomando mi café, mi lechita con un cocol o una concha. Pero mientras estemos activos y nos guste vamos a seguirle en esto”, remataba en esa entrevista hecha para El Sol de Puebla en febrero de este año.
En agosto de este 2023 celebraba 60 años de matrimonio junto a la leyenda Yola Ramírez. La fecha marcada en el calendario para ambos era la del lunes 29 de agosto, justo cuando el Abierto de los Estados Unidos se pone en marcha en Flushing Meadows, Nueva York, donde por cierto Yola jugó una final de dobles en 1961.