El ajedrez aporta beneficios cognitivos, emocionales y de formación a las personas de cualquier edad, por lo que especialistas dedicados a la enseñanza de esta actividad recomiendan introducirlo en las escuelas, desde la educación básica, para potenciar las capacidades de desarrollo de los niños.
En el marco del Día Mundial del Ajedrez, que se celebra cada 20 de julio, Minerva Juárez, entrenadora certificada de ajedrez, afirma que jugar este deporte desde temprana edad ayuda a los menores a desarrollar su creatividad, a mejorar su comprensión lectora y su concentración.
Además, su capacidad de análisis y asertividad aumenta en aquellos que practican este juego a diferencia de quienes no, dando pie al desarrollo de habilidades sociales y la sana convivencia.
Por su parte, Emilio Durán Velázquez, maestro de ajedrez desde hace 35 años, declara que durante su trabajo docente ha observado que el practicar este juego ha ayudado especialmente a los niños a mejorar el manejo de sus emociones.
Afirma que los niños son sensibles a sentir enojo, tristeza y frustración, sin embargo, no son capaces de detectar, reconocer y controlar estas emociones, por lo que recomienda a los padres de familia introducir desde temprana edad a sus hijos en esta disciplina.
Aunado a ello, expone que ha observado que durante las partidas los contrincantes han aprendido a no sentirse frustrados ante la pérdida, sino a reconocer que el perder o ganar es parte del juego y que lo importante es divertirse.
“Esas características en el juego son las que los ayudan a trabajar la cuestión del manejo de las emociones, la paciencia y la frustración. Mediante el aprendizaje del juego nosotros estamos contribuyendo a que el alumno aprenda a ganar y perder”, enfatiza.
Los docentes coinciden en que lo importante al instruir a sus alumnos (de cualquier edad) es hacerlos conscientes de que el perder ayuda a mejorar sus habilidades, y que a pesar de sentirse frustrados ante la pérdida existe una siguiente posibilidad de ganar.
“Perder ya no significa algo grave o importante, sino que aprender a dejar de ver a los competidores en rivales y los ven como compañeros (…) saben que al perder se aprende de los errores y en sus siguientes jugadas mejorarán sus estrategias”, subraya Emilio Durán.
LOS PREJUICIOS DETRÁS DEL AJEDREZ
Minerva Juárez inició en el mundo del ajedrez desde hace 23 años, sin embargo, comparte que desde que empezó su carrera en este deporte ha observado un gran prejuicio hacia las mujeres que deciden competir a nivel estatal o nacional.
“Durante mi primer campeonato estatal no había la apertura de torneos femeniles únicamente, me costó mucho llegar hasta allá y cuando vi a mis competidores vi que de los 30 jugadores solo cinco éramos mujeres”, detalla.
Minerva actualmente cuenta con varias medallas nacionales y durante su trayectoria ha roto la brecha de género que existe alrededor de este deporte, sin embargo, afirma que aún hace falta mucho para incluir a más mujeres en el juego.
La docente explica que es importante instruir principalmente a los padres de familia a que incluyan a las niñas a interesarse por este juego, pues grandes campeonas pueden existir dentro de los hogares poblanos.
“Este es un deporte incluyente, no son mejores jugándolo ni hombres ni mujeres (…) antiguamente pensaban que sólo era un juego para caballeros, pero la realidad es que todos podemos jugarlo y aprender de él”, destaca.
En torno a otros prejuicios que envuelven esta actividad, Emilio Durán señala que la mayoría de personas mantienen la idea errónea que los adultos mayores no pueden aprender a jugar ajedrez en una edad avanzada, pues consideran que “no entenderían las reglas”.
El maestro afirma que los adultos mayores sin excepción pueden incorporarse a este juego, ya que al hacerlo tendrán grandes beneficios y una grata experiencia al darse cuenta que la edad no es un impedimento para divertirse.
“El ajedrez aporta mucho a la gente mayor, los ayuda a mejorar su observación y análisis (…) el cerebro no se deteriora, este juego además es una herramienta preventiva para evitar enfermedades en la vejez como el Alzheimer”, expresa.
Aunado a ello, Minerva revela que, de acuerdo con estudios relacionados a esta disciplina, las personas mayores que juegan ajedrez poseen mejor reserva cognitiva, lo que permite que su cerebro se mantenga activo y no envejezca.
LA IMPORTANCIA DE INCLUIRLO EN LAS ESCUELAS
En torno a la educación del ajedrez, los especialistas indican que hace falta introducirlo en los planes de estudio o actividades recreativas de los centros escolares en todos los niveles educativos, luego de que la mayoría de ellos se enfoca en otros deportes, como futbol o basquetbol.
“De manera cultural existe una prioridad en dirigir a los alumnos hacia otro tipo de deportes (…) si todos los maestros supieran de los grandes beneficios que tiene jugar al ajedrez, si se involucraran más en esto y dieran la oportunidad de que se impartan talleres y conferencias dentro de los colegios, nacería el interés de más niñas y niños”, expresa Minerva Juárez.
La docente añade que los niños que tienen contacto con el ajedrez desde el nivel básico de su educación generan mayores habilidades cognitivas y en consecuencia atraen beneficios como la mejora de calificaciones, sobre todo en el área matemática.
Además, como maestra de alumnos pequeños Minerva detalla que otro factor que mejora dentro de los aprendientes es la comprensión lectora, ya que el ajedrez funge como herramienta pedagógica de rápido aprendizaje. “El ajedrez es una disciplina que requiere mucha atención, concentración y análisis, mejora el pensamiento crítico y los pensamientos constructivos”, afirma.
Emilio Durán aporta que hay que dejar de lado la idea de que los niños son muy pequeños para entender este juego, pues a partir de los seis años o desde que aprendan a leer o escribir ya son capaces de crear estrategias y participar en torneos de dicha disciplina.
Si bien no es fácil que las instituciones adopten este juego como una herramienta de aprendizaje entre sus alumnos, el maestro explica que de ser implementada la estrategia sería un logro y un éxito académico asegurado para los estudiantes.
CAMPEONES POBLANOS DE AJEDREZ
Arelit Arellano, de nueve años, junto con sus hermanos Alberto y Valentín, de 12 y ocho años, respectivamente, a su corta edad han sido campeones estatales, nacionales e internacionales de ajedrez, dejando en alto en nombre de Puebla gracias a sus habilidades y destrezas en este deporte.
Los menores poblanos provenientes de Santa Inés Ahuatempan, municipio ubicado en la región mixteca, han logrado participar en importantes torneos al interior de la república y en otros países, como Uruguay y Argentina.
Fue a partir de que su padre inculcó este deporte en su hijo mayor Alberto, cuando tenía cuatro años, que inició el gusto y la afición de sus hermanos por aprender y jugar cada tarde hasta llegar a convertirse en campeones internacionales. En el caso particular de Valentín, está próximo a participar en el North American Youth Chess Championship, de Canadá.
Pese a que en su comunidad no existen escuelas de ajedrez, con los recursos que tenían a la mano poco a poco los menores se especializaron en esta disciplina, buscaron cursos por internet y su padre les facilitó libros de este tema, que hasta la fecha Arelit y sus hermanos leen una y otra vez.
Gracias a su esfuerzo y sus logros, Arelit, Valentín y Alberto se han convertido en una fuente de inspiración para otros niños de Santa Inés Ahuatempan, pues a partir de que se dieron a conocer iniciaron las demandas por parte de los habitantes para que se impartan clases de ajedrez dentro de las escuelas de la zona.
Mireya Cuautle, madre de los menores, transmite sentirse orgullosa de que el esfuerzo de sus hijos rinda frutos a nivel internacional y dentro de su comunidad. “Antes en el pueblo no sabían qué era el ajedrez, qué beneficios tenía y ahora con ellos se ha difundido bastante este juego”, expresa.
Aunado a ello, los menores a nivel personal han mejorado sus habilidades académicas y han incrementado su gusto por la lectura. Sus padres afirman que desde que sus hijos se especializaron en este juego han dejado atrás el ocio y retiran su atención de actividades que no les aportan nada importante.
Mireya hace un llamado a los padres de familia para que inculquen en sus hijos no sólo el gusto por el ajedrez sino también por cualquier actividad en la que muestren interés. “Yo creo que todos los niños son mucho más felices cuando hacen algo que les gusta, no que se los impongamos por nuestra voluntad, sino a que a ellos les guste (…) todos los niños tienen habilidades y destrezas ocultas que si los padres descubren pueden lograr cosas maravillosas”, resalta.
FALTA DE APOYO DEL SECTOR GUBERNAMENTAL
No obstante, los grandes logros de los menores poblanos han traído consigo grandes sacrificios por parte de sus padres, pues en cada torneo internacional en el que han participado no reciben recursos económicos suficientes para cubrir sus gastos.
Mireya sale cada mañana a ofrecer con sus vecinos y demás habitantes del pueblo diversas artesanías que elabora a mano, con la finalidad de obtener ingresos para solventar los gastos de su casa y ahorrar para los viajes de sus hijos.
Gracias al apoyo de la comunidad, Mireya y su esposo han logrado que sus hijos tengan la oportunidad de competir en otros países, sin embargo, lamentan que pocas son las veces en las que dependencias a favor del deporte en Puebla aportan recursos para sus hijos.
De igual manera, con nostalgia los padres agradecen que a pesar de que habitantes de la comunidad son reconocidos como un sector vulnerable, son capaces de retirar hasta platos de comida de su mesa por apoyar a los menores. “Ellos que tienen pocos recursos, que viven al día, son los que más nos ayudan y reconocen mejor lo que hacen nuestros hijos”, afirma Mireya.
La madre de familia asegura que en Puebla hace falta introducir la cultura del apoyo y difusión del ajedrez, pues normalmente los recursos económicos del sector público son destinados para campeonatos de otras disciplinas.
Lamenta además que durante la última competencia de Arelit, el Instituto Poblano del Deporte (INPODE) les haya negado el recurso económico para viajar al extranjero, pues únicamente costearon el viaje de la menor sin incluir acompañantes, dejando de lado que Arelit, a su corta edad, necesitaba viajar en compañía de un tutor.
Tras las exigencias por parte de los padres la dependencia les condicionó el apoyo económico, donde solo brindarían el recurso si la menor obtenía medallas del concurso. Sin embargo, a pesar de que Arelit ganó, el apoyo nunca llegó.
“Lo que más me decepcionó, me puso más triste y me enojó también, fue que en el INPODE fuimos personalmente a hablar con la directora y ella nos dijo ‘si se traen medallas tienen asegurado el apoyo’ y cuando (regreso y) le digo que ganaron tres medallas para Puebla nos contestaron que no, que no iban a apoyarnos”, comparte la madre.
Finalmente, los padres de familia hacen un llamado a reconocer al ajedrez como un potencial desarrollo deportivo para los poblanos. Conscientes de que el cambio no será fácil, esperan que, con el ejemplo de sus hijos, poco a poco se difunda y valore este deporte.