/ jueves 29 de agosto de 2019

Ascolano disfruta su vida en el potrero tras indulto en Teziutlán

Muchos toros bravos salen a las plazas para ser lidiados, sin embargo, muy pocos regresan con vida como sementales

Con la mirada fija nos encontramos con Ascolano, toro que nunca imaginó regresar a su potrero vivo para poder reproducir a los de su especie. El toro de Santo Tomás marcó en la pizarra los cuatro años cumplidos, negro bragado, y cumplió en el caballo en dos ocasiones, peleando como toro bravo. Empujando en la cabalgadura. Ahora ya se recupera en los potreros tras las curaciones de los médicos y bajo la protección de su ganadero, Sergio Hernández Cosío.

Muchos toros bravos salen a las plazas para ser lidiados, sin embargo, muy pocos regresan con vida como sementales, es el caso de Ascolano. Su vida fue perdonada ya que el público y a criterio del juez y el ganadero, el toro cumplió con las características de bravura, transmisión, acometividad y peleó como un gladiador.

Alegre de salida Ascolano acometió al percal del matador Zacatecano de Luis Ignacio Escobedo en la última corrida de la feria de Teziutlán y desde entonces no dejó de embestir de principio a fin. Ahora, en la paz del campo bravo tlaxcalteca, el toro ya se encuentra en un plan de alimentación, medicamentos que le permitirán en un periodo no mayor a dos meses integrarse a una punta de vacas entre 20 o 30 para entrar de lleno como semental.

Ascolano vivirá en la plenitud del campo y morirá de viejo. Un gladiador que peleó por su vida y morirá como los grandes.

EL GANADERO MÁS JOVEN DE MÉXICO

Al equipo de este medio lo recibe en el casco de la ganadería el propietario de este hierro don Sergio Hernández Cosío, quien a sus 22 años se convierte en el ganadero de toros de lidia más joven de México y aún tiene a flor de piel las emociones encontradas tras el indulto de su toro. Santo Tomás, es una ganadería que se desprende de Rancho Seco, emblemático hierro tlaxcalteca que en el próximo 2022 estará cumpliendo 100 años de existencia, por lo que Sergio Hernández Cosío comenta: “no se trata de decir que Santo Tomás es una ganadería joven, en realidad cargamos con una responsabilidad histórica. Me gusta asesorarme mucho con mi padre para varios detalles en la ganadería. Pero sí me agrada estar involucrado”, detalló.

CUARTA GENERACIÓN DE GANADEROS

Rancho Seco fue fundada en 1922 por doña Cristina Carvajal de Muñoz y doña Beatriz Carvajal de González, en el sitio actual, con vacas y sementales de Zotoluca. En 1928 doña Beatriz le compra su parte a la hermana y se queda como única propietaria. Ese mismo año agregó vacas y sementales de Piedras Negras, que le tocaron por herencia. Se presentó en El Toreo el 16 de junio de 1929. En 1931 doña Beatriz contrae matrimonio con don Carlos Hernández Amozurrutia quien tomó las riendas de la ganadería. Posteriormente vino don Sergio Hernández González, quien actualmente es el ganadero de Rancho Seco y a sus 80 años aún lleva los destinos de esta importante cabaña brava. La tercera generación es la de Sergio Hernández Weber quien es el propietario de la ganadería de Cuatro Caminos, famosa por el toro Pajarito, aquel que voló en La México en el 2006 hasta las barreras. Y finalmente Sergio Hernández Cosío es ya la cuarta generación de ganaderos de esta familia que se desprende de esta importante cabaña brava tlaxcalteca de Rancho Seco. Por lo que apuntó: “aquí lo que busco en mis toros, además de la bravura, es la transmisión. Eso que cuando sale el toro al ruedo, el público se percate que hay un toro que impone respeto y quiere alguien que sepa torearlo”, dijo.

Con la mirada fija nos encontramos con Ascolano, toro que nunca imaginó regresar a su potrero vivo para poder reproducir a los de su especie. El toro de Santo Tomás marcó en la pizarra los cuatro años cumplidos, negro bragado, y cumplió en el caballo en dos ocasiones, peleando como toro bravo. Empujando en la cabalgadura. Ahora ya se recupera en los potreros tras las curaciones de los médicos y bajo la protección de su ganadero, Sergio Hernández Cosío.

Muchos toros bravos salen a las plazas para ser lidiados, sin embargo, muy pocos regresan con vida como sementales, es el caso de Ascolano. Su vida fue perdonada ya que el público y a criterio del juez y el ganadero, el toro cumplió con las características de bravura, transmisión, acometividad y peleó como un gladiador.

Alegre de salida Ascolano acometió al percal del matador Zacatecano de Luis Ignacio Escobedo en la última corrida de la feria de Teziutlán y desde entonces no dejó de embestir de principio a fin. Ahora, en la paz del campo bravo tlaxcalteca, el toro ya se encuentra en un plan de alimentación, medicamentos que le permitirán en un periodo no mayor a dos meses integrarse a una punta de vacas entre 20 o 30 para entrar de lleno como semental.

Ascolano vivirá en la plenitud del campo y morirá de viejo. Un gladiador que peleó por su vida y morirá como los grandes.

EL GANADERO MÁS JOVEN DE MÉXICO

Al equipo de este medio lo recibe en el casco de la ganadería el propietario de este hierro don Sergio Hernández Cosío, quien a sus 22 años se convierte en el ganadero de toros de lidia más joven de México y aún tiene a flor de piel las emociones encontradas tras el indulto de su toro. Santo Tomás, es una ganadería que se desprende de Rancho Seco, emblemático hierro tlaxcalteca que en el próximo 2022 estará cumpliendo 100 años de existencia, por lo que Sergio Hernández Cosío comenta: “no se trata de decir que Santo Tomás es una ganadería joven, en realidad cargamos con una responsabilidad histórica. Me gusta asesorarme mucho con mi padre para varios detalles en la ganadería. Pero sí me agrada estar involucrado”, detalló.

CUARTA GENERACIÓN DE GANADEROS

Rancho Seco fue fundada en 1922 por doña Cristina Carvajal de Muñoz y doña Beatriz Carvajal de González, en el sitio actual, con vacas y sementales de Zotoluca. En 1928 doña Beatriz le compra su parte a la hermana y se queda como única propietaria. Ese mismo año agregó vacas y sementales de Piedras Negras, que le tocaron por herencia. Se presentó en El Toreo el 16 de junio de 1929. En 1931 doña Beatriz contrae matrimonio con don Carlos Hernández Amozurrutia quien tomó las riendas de la ganadería. Posteriormente vino don Sergio Hernández González, quien actualmente es el ganadero de Rancho Seco y a sus 80 años aún lleva los destinos de esta importante cabaña brava. La tercera generación es la de Sergio Hernández Weber quien es el propietario de la ganadería de Cuatro Caminos, famosa por el toro Pajarito, aquel que voló en La México en el 2006 hasta las barreras. Y finalmente Sergio Hernández Cosío es ya la cuarta generación de ganaderos de esta familia que se desprende de esta importante cabaña brava tlaxcalteca de Rancho Seco. Por lo que apuntó: “aquí lo que busco en mis toros, además de la bravura, es la transmisión. Eso que cuando sale el toro al ruedo, el público se percate que hay un toro que impone respeto y quiere alguien que sepa torearlo”, dijo.

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