Quizá al conducir por las calles te has encontrado autos que pareciera que a cada rodada se van desarmando, pues carecen de alguna calavera o incluso algunas de sus piezas se encuentran sujetas con cuerdas que evitan que se queden en el camino, pero, ¿alguna vez te has cuestionado el riesgo que representan estas unidades?
Estas unidades en muchas ocasiones circulan sin luces por las noches, en vialidades de alta velocidad, por lo que implican un riesgo ya que pueden ocasionar un accidente desde el hecho de que no ser vistos hasta por detenerse repentinamente y no tener forma de informarlo, de aquí que reciban el nombre de autos zombies.
¿Cuál es la problemática de los autos zombies?
Pese al nombre, estas unidades representan un importante problema para las vialidades y los conductores, además de que las autoridades pronostican que el número aumente debido la crisis económica. Una de las principales características de estas unidades es que no cuentan con una póliza de seguro, esto es un requisito de ley para circular en distintos estados de México.
A esta condición se suma el hecho de que se trata de vehículos antiguos, aunque se espera que esta condición se extienda a vehículos más recientes debido a las condiciones económicas, por lo que cada vez es más frecuente encontrarse vehículos con estas características convirtiéndose en un riesgo incluso para ellos mismos.
¿Qué sucede si tengo un percance con un auto sin seguro?
En caso de que no puedas evitar un percance con un vehículo de esta naturaleza, lo primero es considerar que la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal, puso desde el 2014 en vigor el artículo 63 BIS, el cual señala la obligación de contar con un seguro de coche.
Si pese a esto el auto involucrado no cuenta con protección, lo siguiente es puntualizar que se debe mantener la calma y verificar el estado físico de los ocupantes de tu vehículo, para que en caso de ser necesario se pida la intervención de los cuerpos de emergencia.
En caso de que todos se encuentran bien, lo siguiente es revisar los daños ocasionados en el automóvil e incluso de ser posible la recomendación es tomar evidencias de lo sucedido, así como de los datos del auto involucrado, esto en caso de que el conductor responsable intente darse a la fuga.
Tras recabar toda esta información tú debes tener tu póliza de seguro a la mano para reportar el percance en espera de que un ajustador arribe al lugar a fin de evaluar los daños y determine el pago que debe cubrir el responsable, además de que sin la presencia de personal de la aseguradora es importante no aceptar un acuerdo directo.
Si aún con la presencia de la aseguradora el responsable se niega a cubrir los gastos, el siguiente paso será llevar el caso ante las autoridades correspondientes, aunque esto implicará que las unidades queden a disposición de las autoridades mientras dure el proceso.
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Finalmente, la recomendación de los expertos es contar con una póliza de seguro, la cual incluya una cobertura de conductores no asegurados o poco asegurados, pues incluso si el responsable se da a la fuga, la aseguradora reembolsará tal como si se fuera la compañía del otro conductor.