Como si se tratara de una película de ciencia ficción, un hombre intentó crear un auto volador, pero perdió la vida en el intento, aunque esta no ha sido la primera ocasión que se intenta materializar este sueño.
Henry Smolinski fue el nombre de este aventurero que se atrevió a intentar lograr este sueño en la década de los 70, pero los esfuerzos fueron en vano y por el contrario, aunque al comienzo los resultados fueron prometedores, el intento terminó por costarle la vida.
Smolinski el uno de ocho hijos de una familia estadounidense, pero de origen polaco, que asistió a la escuela de ingeniería aeronáutica del Instituto de Tecnología de Northrop e hizo carrera en en North American Aviation como ingeniero estructural.
Posteriormente en 1959, comenzó a trabajar como ingeniero de proyectos en Rocketdyne, compañía dedicada a diseñar y producir motores para cohetes, tras lo que decidió formar su propia empresa junto a su amigo Hal Blake, la cual llevó por nombre Advanced Vehicle Engineers.
Pero esta compañía no era una más en el ramo, pues su principal objetivo era diseñar y construir un automóvil volador, por lo que todos sus esfuerzos se centraron en el AVE Mizar, nombre que estaba formado por las siglas de la empresa, así como el nombre de una estrella.
Su idea de un auto volador no estaba basado en un proyecto sofisticado, sino que se basaba en un automóvil común y un avión chico, como modificaciones para que ambos vehículos pudieran fusionarse.
El objetivo era simple, que una persona pudiera conducir este auto a un aeropuerto, ajustarlo y posteriormente trasladarse a la pista para despegar y aterrizar en otro aeropuerto, con una estructura que también le permitiera ser conducido en cualquier camino.
Las unidades seleccionadas fueron un Ford PInto y un Cessna Skymaster, pero esto no quedó en papel, pues en 1973 se construyó un prototipo de prueba e incluso se realizó un ensayo en manos del piloto Charles Janisse, pero el accesorio de montaje del puntal del ala derecha falló poco después del despegue.
En aquella ocasión tuvo que aterrizar el AVE Mizar directamente en un campo y conducir el vehículo herido de regreso al aeropuerto, pero debido a que el proyecto cobraba notoriedad el mismo año se presentó otro prototipo con algunas modificaciones, mismo que fue probado durante tres meses hasta que el 11 de septiembre, debido a que Jannise no estaba disponible, los propios Smolinsky y Blake subieron a la unidad.
Pero poco después de despegar, en la torre de control se escuchó el chirrido de la alarma del aeropuerto y se pudo mirar una columna de humo negro espeso pues había caído el AVE Mizar.
Se sabe que dos minutos después del despegue, el ala derecha de la nave se dobló e hizo que la nave se retorciera para luego caer, golpaer varios objetos y finalmente estallar, por lo que Henry Smolinski y Hal Blake murieron instantáneamente, tras lo que el proyecto se archivó y AVE se cerró.