Cuando se conduce un vehículo y se presenta una condición fuera de lo normal, es común prestar atención a los movimientos extraños que se puedan percibir e incluso se afina el oído para escuchar cualquier sonido que no sea común, pero a lo que pocos le prestan atención es a los olores que la unidad emite, pese a que estos pueden dar una señal de lo que está mal.
Y es que no sólo el olor a “quemado” es un indicador, pues si bien esto puede poner en alerta al conductor de un vehículo, existen otros más que también pueden estar dando una señal de que algo no está bien y de que el sistema del auto podría encontrarse en riesgo, por lo que será necesario prestar atención y aquí te contamos más sobre el tema.
Olores agradables, una señal de falla en los autos
Si bien la mayoría de indicadores de que algo se encuentra mal es la percepción de olores desagradables, también existen algunos otros que son amigables con nuestro olfato que pueden indicar una falla, tal es el caso del aroma a etilenglicol, el cual proviene del líquido refrigerante y suele ser dulce, pero por muy agradable que parezca este puede indicar la existencia de una fuga.
Una fuga de esta sustancia puede generar que no se tenga la cantidad suficiente para mantener la calefacción del radiador y por consiguiente que el motor se sobre caliente; pero sin duda un olor que divide opiniones es el de gasolina, pues mientras para algunos es agradable, para otros suele ser nauseabundo, pero detectarlo sin haber pasado a cargar gasolina no sólo puede implicar una fuga del líquido.
En caso de que este aroma sea detectado también se puede deber a una filtración de vapor, la cual puede ser provocada debido a que la tapa del aforador se encuentra desgastada por el uso, por lo que no estaría realizando de manera correcta su función, por lo que es importante verificar el estado en el que se encuentra para que esta situación deje de presentarse.
¿Qué olores desagradables pueden significar una falla en el motor?
Además del olor a “quemado”, que inminentemente es una señal para detener el vehículo y realizar una revisión de lo que está sucediendo en el motor, también existen algunos olores como el de huevo podrido, que además de desagradable al olfato se encuentra relacionado con el catalizador, el cual va sufriendo un desgaste conforme avanza su uso, dejando de trabajar de forma correcta.
Debido a que ya no puede alcanzar los 600 grados ya no le es posible oxidar y reducir los gases de escape, por lo que la solución es realizar el cambio de esta pieza; por su parte el olor a moho, que comúnmente suele ser un indicador de humedad, en el caso de un automóvil la se puede deber a un daño en el aire acondicionado o en el climatizador.
De manera frecuente este problema puede provenir de una obstrucción en el sistema de desagüe, el cual suele taparse con hojas o ramas evitando que la unidad pueda funcionar correctamente.