Automovilismo de luto; Abed, una vida dedicada a los autos

El vicepresidente honorario de la FIA se adelanta en el camino; había dejado su cargo a finales del 2021, cuando la NASCAR le pagó tributo en Puebla

Alland Jhonnathan | El Sol de Puebla

  · jueves 2 de junio de 2022

El ingeniero José Abed ve posible traer Fórmula Uno a Puebla, aunque requiere de una gran inversión. Foto: Archivo | El Sol de Puebla

El deporte motor mexicano está de luto por el fallecimiento el jueves de José Abed Rouanett, hombre clave para la vuelta de la Formula 1 a territorio nacional y quien se desempeñó hasta finales del 2021 como vicepresidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).

“Hoy nos deja el ingeniero Don José Abed Rouanett, uno de los granes hombres del automovilismo en México, América y el Mundo. Un hombre que fue un gran apoyo de todo lo que se ha hecho en automovilismo en nuestro país, participe del lugar que se ocupa a nivel mundial. Nos deja un gran legado, que de la mano de los que le suceden tendremos que continuar”, lamentó la Federación Mexicana de Automovilismo Deportivo A.C. (FEDAMAC).

“José dedicó su vida al deporte motor en México y Latinoamérica. La FIA le rinde tributo, nuestros pensamientos con sus seres queridos”, escribió el presidente de la FIA, Mohammed Ahmed ben Sulayem, a través de Twitter.

Felipe Calderón desde 2017 está involucrado con la FIA, por lo que fue invitado a la carrera en Mónaco donde triunfó Sergio Pérez. Foto: Captura de pantalla Twitter @fede_romo y AFP

“Lamentamos profundamente el fallecimiento de José Abed, vicepresidente honorario de la @fia y presidente de @OMDAIMX. Una muy importante figura ene l mundo del automovilismo para nuestro país y Latinoamérica. Nuestros pensamientos se encuentran con toda su familia”, dedicó el Gran Premio de México en redes sociales.

Abed Rouanett en una de sus últimas apariciones públicas durante la final de la NASCAR en el Autódromo Miguel E. Abed de Amozoc en diciembre pasado recibió los honores por su trayectoria con una estampa única para un entregado a los autos, cuando uno a uno los participantes de las categorías Peak y Challenge de la categoría pasaban junto a él sobre la recta principal del trazado para saludarlo acelerando a fondo y abrazarlo así con el calor de los fierros.

Abed dejó como gran legado en la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) el crecimiento del automovilismo en Latinoamérica, pues si en 2009 los países del continente representaban el 16 por ciento de los asociados en la Federación, hoy figuran con el 25. Todo eso gracias al posicionamiento de los pilotos americanos en las grandes citas del automovilismo y en todas sus categorías.

Abed conocía como nadie las entrañas del deporte motor, no sólo por ser directivo; también por sus días como campeón de motociclismo mexicano, por sus días como piloto de resistencia o por lo aprendido de su padre Miguel E. Abed como precursor del automovilismo en México.

Mucho se ha hablado de los autos eléctricos que cada vez cobran más fuerza en el mundo. Foto: Pixabay

TAMBIÉN APOSTÓ AL FUTBOL

El ingeniero, además de fungir como vicepresidente de la FIA, en 1998 se dio tiempo para ser parte de la delegación mexicana en la Copa del Mundo de Francia 1998. Aunque su aventura por el futbol no fue única a aquella justa mundialista, pues también compró al Puebla a finales de los 90 cambiándole el color de la franja de azul a naranja; también le modificó el mote de camoteros a ejecutivos en un movimiento que poco o nada gustó a la afición del blanquiazul.

Muere José Abed Rouanett, hombre clave para la vuelta de la Formula 1 en México. Foto: Twitter

En 2015, el propio Abed hablaba abiertamente de volver al futbol con el Puebla. Por entonces admitía los acercamientos con la familia López Chargoy para regresar a La Franja como accionista.

Según el dirigente de la FIA, los Chargoy le pedían 30 millones de dólares para convertirse en el accionista mayoritario del equipo. Pero dicha operación no prosperó.

EL DATO

En 1987, Abed comenzó su andar dentro de la FIA o asumiendo su primer encargo de envergadura dentro de la Federación