Lo de Tom Brady no sólo debe de reducirse a números, marcas o triunfos; también debe de considerar su impacto en el deporte al generar debates relativos a su figura o simplemente por interesar en el juego a quienes nunca antes de él habían visto, sabían o siguen sin saber qué es un primero y 10, pero por lo menos tenían referencia de Tom Brady.
El mariscal, al igual y como Michael Jordan en el baloncesto, Michael Phelps en la natación o Usain Bolt en el atletismo marcó un antes y un después en el futbol americano.
Cuando él jugaba la gente supiera o no del mundo de las tacleadas miraba, ya sea para verlo ganar, romper marcas o fracasar. De lo anterior basta con checar los raitings de televisión reportados por NBC en el juego del domingo por la noche de octubre pasado entre los Bucaneros de Tampa Bay y los Patriotas de Nueva Inglaterra, cuando el regreso del pasador a la que fuera su casa por casi 20 años.
Dicho encuentro, según la cadena estadounidense, captó la atención de un tercio de los televidentes de los Estados Unidos y se convirtió en el duelo más visto en nueve años del programa conocido como Sunday Night Football (SNF).
Brady, además, se convirtió en una figura de la cultura pop. Si usted no lo cree pregunte en qué estaban pensando los 3 mil 268 padres que llamaron “Brady” a sus hijos en honor o fanatismo al mariscal.
Esto sucedió en la región de Foxborough, Massachusetts entre el 2002 al 2019, convirtiendo el nombre de “Brady” en uno de los 100 más gustados o preferidos por mamá y papá en la mencionada localidad de los Estados Unidos.
Brady con el rumor de su retiro, pues hasta ahora no ha confirmado ni negado su supuesto adiós del juego, mantiene en vilo a los especialistas y hasta el menos ducho en temas de futbol americano, lo cual habla de una figura con el poder de no dejar indiferente a nadie.