Las historias de los futbolistas, como de gran parte de losdeportistas, tienen el común de que todas las estrellas comenzarondesde abajo.
Hace 10 años César “Loco” Cercado llegó a un conjuntouniversitario que tenía casa prestada, entrenaba en un estadio enobra negra con vestuarios que se inundaban por las lluvias, yaunque tenía claro que como profesional debía de cobrar un sueldono tenía la seguridad de que el día marcado en calendario parahacerlo se respetaría por los que en aquel entonces manejaban alequipo.
En dicha década salió dos veces de Lobos para vivirexperiencias de esas que a uno le hacen saber del “amorbonito”. En la primera con toda la ilusión dejó a La Manadapara formar parte del máximo circuito con el Puebla de La Franjaen el Clausura 2011.
En ese momento llegaba al campamento camotero como seleccionadonacional de categorías inferiores. Lo que lo convertía en uno delos jugadores con más proyección; pero la experiencia fue poco onada grata porque apenas disputó un encuentro en Primera, paravolver seis meses más tarde al cubil.
En Lobos recuperaría galones, pero le hacía falta madurarmientras experimentaba los cambios del equipo a nivel gerencial einstitucional: se terminaba después de casi 20 años el estadioUniversitario y por fin se establecía una verdadera directiva conel objetivo de hacer de Lobos uno de los conjuntos más sólidosdel ascenso.
Con la época de bonanza en La Manada fue negociado a Cruz AzulHidalgo, donde seis meses le bastaron para vivir un infierno al sercolero y completar apenas siete partidos.
Lleno de más humildad regresó de nuevo al cubil para convencerde a poco a técnicos y dirigentes de que su destino era ahírecuperando la titularidad hasta formar parte del 11 que ayudó aLobos a conquistar los logros más importantes que el plantel de laBenemérita haya logrado hasta hoy: el campeonato del Clausura 2017y el ascenso a la máxima categoría.
“Hay felicidad por lograr este objetivo, algo merecido poresta institución por todo lo que se ha trabajado y qué bueno quese da esta oportunidad de estar en Primera División, porque hemossufrido bastante, alguna vez perdimos una final con León y enésta gracias a Dios las cosas salieron”, compartió eldenominado “Loco” en exclusiva para El Sol de Puebla.
PRINCIPIO DE CAMPEÓN
Y una vez que ha probado parte de la gloria, él como portavozde toda una institución quiere que este sueño que Lobosarrancará en el mejor futbol de México perdure por muchos años,pues “lo difícil no es llegar, es mantenerse y para eso setratarán de hacer las cosas lo mejor posible, para no bajarnos deahí”.