A César Tapia no le pesan en lo más mínimo los 37 años de edad que tiene, a pesar de que se desempeña en una posición sacrificante como es la receptoría.
"Yo vengo a jugar y si es diario, mejor", dice el de Empalme, Sonora, quien se preparaba en el dogout para tomar su práctica de bateo en el primer día de entrenamiento de los Pericos de Puebla en el parque Hermanos Serdán.
"Si en Monclova no jugaba es porque no me daban la oportunidad, pero yo estoy listo para jugar toda la temporada detrás del plato, no solamente algunos juegos", dice convencido el histórico jugador de la franquicia poblana.
"Estoy sano, fuerte y no me duele nada", agrega Tapia, el único receptor mexicano que ostenta un título de bateo, mismo que logró con los Pericos de 2016, donde fue el gran comandante ofensivo para romper una sequía de 30 años sin un título para Puebla.
"Aún tengo mucho que dar y vengo a aportar lo mío para ayudar al equipo como lo he tratado de hacer siempre", agrega mientras blandea la majagua y nuestro fotógrafo Julio César Martínez, que buscaba a la desesperada al número 10, imprime a la distancia placa tras placa.
El símbolo de los Pericos en la última década, que dejó a la organización en el 2018 para jugar las últimas campañas con los Acereros de Monclova, dice tener fe en este equipo. "Luce bien en el papel, como siempre, y creo que tenemos para pelear codo a codo en la zona Sur.
"Ya viste en 2017 no daban nada por nosotros, ni la misma directiva creía en el equipo y llegamos hasta la final", agrega el sonorense que fue parte del bicampeonato del Sur y las dos finales consecutivas que jugó Pericos frente a Toros de Tijuana.
"En ese año con un bullpen más sólido, pudimos hacer más, pero nuestro pitcheo de relevo llegó cansado a la final y eso lo aprovechó Tijuana para vengarse".
Un año antes, Pericos superó a los mismos Toros para lograr el banderín del circuito.
"Es básico tener un buen pitcheo, tanto abridor como de relevo. Eso ayuda mucho, porque este equipo, tú sabes, aquí va a batear como siempre lo ha hecho", comenta Tapía que volverá a portar en sus dorsales ese número 10 que adoptó desde su debut con Pericos en el ya lejano 2004.
"Nos va a ir bien, tenemos un manager joven al que hay que darle siempre el beneficio de la duda, porque si él (Carlos Alberto Gastélum) dirige como jugaba, éste será un equipo muy aguerrido", remata la plática para tomar su práctca de bateo.
EL TRABAJO
Los Pericos comenzaron a trabajar en el Serdán con la presencia de catchers y lanzadores, y algunos jugadores de cuadro como Alberto Carreón, Iván Bellazetín, Alan García, Miguel Guzmán, David Olmedo, Miguel Gamboa y el boricua José Sermo, el primer importado entre los bateadores, que hace su arribo a Puebla.
En el pitcheo llegó la mayoría, excepto el abridor veracruzano Luis Alonso Mendoza y algunos lanzadores importados, invitados al entrenamiento.
Trabajaron en la zona de los jardines, bajo la mirada de los coaches de pitcheos, Armando Valdez y Chuy Moreno, integrantes de un cuerpo técnico de lujo, al que se acaba de unir Gerardo "Polvorita" Sánchez, que podría convertirse en el brazo derecho del manager Carlos Alberto Gastélum.
Para media semana se espera el arribo del aporreador boricua Danny Ortiz, y para el lunes ya estará el equipo completo trabajando en el Serdán.