Todo equipo bueno presume a su conejo de la suerte y Chivas lo ostenta en Isaac Brizuela, quien con una serie de regates dejó a José Macías solo para batir a Jorge Villalpando y darle al Rebaño Sagrado su primer triunfo desde la fecha siete.
En el gol de Macías se discutirá una vez más si “Villa” pudo hacer más, pues en un primer momento parecía contenía el disparo, después éste lo acabó superando.
La Manada perdió su fiabilidad en el Universitario de la BUAP cayendo por primera vez ahí desde la jornada dos cuando los Gallos Blancos salieron con los brazos en alto 2-0.
El resultado deja al equipo de Rafael Puente del Río como al arranque de la fecha: en el fondo de la clasificación, acompañando a los Rojinegros del Atlas.
Chivas salió al cubil conectado desde el pitazo inicial mostrando la misma actitud del clásico y cinco minutos de chispa le bastaron para tomar la ventaja y coger una bocanada de aire puro en la liga.
Isaac Briszuela cogió la pelota para despintar toda la banda de la izquierda universitaria y después ingresar al área, donde en lugar de buscar la gloria personal pasó al hombre mejor ubicado: José Macías. El “292” del Rebaño sin pensárselo dos veces impactó el esférico, el cual alcanzó a sujetar Villalpando; aunque no con la fuerza necesaria para quedarse con él y al final terminó por meterse lentamente a la red.
A La Manada le sobraba tiempo para buscar la igualada, la cual parecía alcanzaba con un remate de cabeza de Írven Ávila.
El central Diego Montaño invalidó el tanto por fuera de juego, arruinando el festejo en el rostro de Rafael Puente del Río y de los pocos aficionados universitario en el cubil, pues una vez más Lobos jugó como visitante en su propia casa.
La jugada les daba motivos a los locales para creer y una más éstos arañaron el empate cuando Diego Jiménez le ponía medio gol a Luis Advíncula tras una carrera por izquierda.
El remate con sello de gol del peruano se topó con el cruzamiento defensivo de un jugador del Rebaño evitando el tanto; no obstante, el esférico en el desvío parecía se iba hacia dentro, pero se topó con un Cota largo en el suelo para frenar su viaje a la red.
Los mejores momentos los vivía Lobos y parecía cuestión de tiempo para nivelar las acciones.
Carlos Adrián Morales lo intentaba desde un tiro libre directo.
El mediocampista lanzaba una pelota pasada, tan pasada que terminaba por toparse con el transversal para después en el rebote coquetearle a Írven Ávila, quien de volea contrarremató para colocarla apenas por encima.
El acoso o crecimiento de Lobos en la cancha sólo lo frenó la misma manada, la cual se quedó con 10 tras la expulsión de Pedro Aquino.
El inca jugaba amonestado desde los 23 minutos y cavó su propia tumba a nueve del final por doble amarilla.
Lobos en automático bajó y optó por cerrar con orden el primer tiempo con el descanso a la distancia.
A La Manada no le quedaba más que ir por todo o nada en la segunda mitad, lo intentó y la más clara le quedó a Amaury Escoto.
El “7” de la BUAP, ingresado al campo en lugar Cortez, remató machucado un centro de Diego Jiménez empleando apenas a Cota.
Chivas, con un Lobos desgastado, acabó defendiendo el 1-0 con la posesión del esférico; inclusive siendo más peligroso; pero honor a quien honor merece: Jorge Villalpando evitó un marcador más amplio.
Lobos aún gozó de la suya al final del partido, pero un providencial Cota mantuvo el marcador a favor de los suyos.